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CAM: memoria de un saqueo, de Terra Mítica a los viajes de lujo a la India
El juez ha ordenado la detención de cinco exdirectivos de la antigua Caja de Ahorros del Mediterráneo
VALENCIA // El juez Javier Gómez Bermúdez ha ordenado esta mañana la detención del exdirector de la antigua Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), Roberto López Abad, y de otros cuatro altos cargos por presuntas irregularidades durante la gestión de la caja alicantina. El magistrado de la Audiencia Nacional está investigando cinco operaciones inmobiliarias irregulares realizadas por la caja y que habrían beneficiado a sus directivos.
Esta es la última de las acciones judiciales contra los exresponsables de la caja valenciana. Se trata de una acción más que va en la línea de investigar los años de ‘bonanza’ de la CAM, aquéllos en los que la caja era la principal financiera de la Generalitat Valenciana y, a cambio, sacaba tajada económica de las múltiples recalificaciones y planes urbanísticos nacidos al calor del ‘boom inmobiliario’.
Pero paralelamente a estos negocios urbanísticos, también se producía un saqueo de los ahorros. Era la época en la que la CAM servía para financiar los proyectos faraónicos de presidentes como Eduardo Zaplana o los delirios de grandeza de Francisco Camps en forma de Volvo Ocean Race u otros grandes eventos deportivos. Sólo un dato, en el año 2006, a puertas del estallido de la burbuja inmobiliaria, la CAM concedió más de 220 millones de euros en forma de préstamo al gobierno de Camps.
Atrás quedaban también los años en los que se construyó Terra Mítica, el parque de ocio en Benidorm, ciudad de la que Eduardo Zaplana era alcalde. Para ello la Cam y Bancaixa (ahora Bankia) dieron un crédito a la Generalitat del que no se conocen las cifras oficiales. Lo que sí se sabe es que cuando el año pasado se vendió el parque se hizo por el precio de la deuda del parque, unos 60 millones. Para entonces las entidades valencianas todavía tenían que cobrar un crédito de 100 millones de euros. Nunca lo hicieron.
Otro negocio ruinoso de las cajas fue la construcción y gestión del hospital Ribera Salud de Alzira, un centro público de gestión privada financiado por las cajas. Tras años de pérdidas, la Generalitat tuvo que salir en rescate de la concesionaria.
Las vinculaciones de la CAM con las promotoras urbanísticas se llevaron a cabo hasta el último momento. De hecho, seis meses antes de ser intervenida por el Banco de España, en junio de 2011, concedió un crédito a las empresas de Enrique Ortiz por 18 millones de euros. Ortiz, que ya tenía un crédito con la caja de ahorro de más de 100 millones, está imputado en el caso Brugal que investiga delitos de soborno, extorsión y tráfico de influencias en la adjudicación de contratos públicos.
Viajes a la India y venta por un euro
Y si la caja era despilfarradora, no lo eran menos sus dirigentes. Según un informe del Banco de España, estos directivos cobraban 30 veces lo máximo permitido por una dieta. Por ejemplo, su presidente, Modesto Crespo, obtuvo 640.000 euros por este concepto en dos años.
Y como él, el resto de directivos, en lo que se considera una práctica generalizada que llegó a su punto más culminante con los viajes de la cúpula de la Cam a lugares como Praga, Moscú, Buenos Aires, Lisboa, México, el Caribe, India y China. Todo ello pagado por la caja y con la excusa de celebrar en esos lugares una reunión del consejo de administración.
Esa gestión llevó a la entidad a la quiebra más absoluta. La Cam se vendió en junio del año 2012 al Banco de Sabadell por el precio simbólico de un euro. Semanas antes el Gobierno español había inyectado a la caja 5.248 millones de euros.