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Toda la oposición exige la retirada de la reforma de las pensiones
El controvertido anteproyecto de ley comienza su trámite por el Congreso de Diputados. Todos los grupos, salvo el PP, se oponen a las medidas porque temen una pérdida de poder adquisitivo de los jubilados. Los planes de pensiones privados alcanzan un récord en octubre.
MADRID // La reforma del sistema de pensiones presentada por el Gobierno se topa esta tarde con el rechazo de todos los partidos de la oposición que temen una pérdida de poder adquisitivo de los jubilados. Siete grupos -PSOE, Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), UPyD, CiU, PNV, BNG y Amaiur- exigen la retirada completa del anteproyecto ley.
La reforma, que sigue las recomendaciones de un grupo de expertos, tiene dos ejes fundamentales. Por un lado se crea el llamado factor de equidad intergeneracional. A partir de 2019 el cálculo de la pensión no solo tendrá en cuenta las cotizaciones aportadas por el beneficiario sino también la esperanza de vida a la hora de jubilarse. Cuantos más años le quedan a una persona menor será su retribución mensual.
El otro gran cambio, el que más críticas ha provocado, es la desvinculación de la subida de las pensiones de la inflación. En su lugar el incremento de las jubilaciones se calculará en función de la situación de caja del sistema. En años malos la subida se limitará al 0,25% y cuando la economía va mejor, las pensiones pueden aumentar como máximo lo mismo que la tasa del IPC más un 0,25%.
Todos los partidos de la oposición rechazan la desvinculación de las pensiones del IPC, ya que temen que las subidas se quedarán por debajo del aumento de los precios. De esta forma, los jubilados pierden poder adquisitivo que con toda probabilidad nunca recuperarán. El propio Gobierno calcula que la reforma supondría un ahorro para las arcas del Estado de 33.000 millones de euros hasta 2022.
Además, la oposición reprocha al Ejecutivo de Mariano Rajoy de haber elaborado la reforma sin consultarlo previamente con los demás partidos ni con los agentes sociales.
Para el Ministerio de Empleo, sin embargo, la reforma es imprescindible para garantizar la viabilidad del sistema público en el futuro. Casi todos los países europeos han hecho cambios de sus sistemas de pensiones para adecuarlos al cambio demográfico, es decir el hecho de que la esperanza de vida es cada vez mayor y que habrá menos cotizantes por pensionista. Los críticos alegan que este escenario no tiene en cuenta los aumentos de la productividad.
El gasto del Estado para las pensiones subió en octubre un 4,5% respecto al ano pasado. La pensión media aumentó un 3,5% hasta los 984,7 euros.
El secretario de Estado Tomás Burgos ha invitado a la oposición a aportar ideas. «Estamos abiertos al diálogo y a la negociación. Todos compartimos el mismo objetivo, que es mantener el sistema público de pensiones. Lo demás, son cuestiones instrumentales», dijo la semana pasada tras una reunión con los sindicatos y la patronal.
Los representantes sindicales, sin embargo, afirman que el Gobierno no está dispuesto a dar marcha atrás en el aspecto principal, que es la desvinculación de las pensiones del IPC. Acusan a la presión de la Comisión Europea, muy celosa de la consolidación presupuestaria de España, y del sector de los seguros privados que se beneficia de un recorte de las prestaciones públicas. En octubre el patrimonio de los planes de pensiones privados alcanzó un nuevo récord con casi 90.000 millones de euros, un 6,5% más que hace un año.
Desde la banca insisten mucho en la necesidad de cambiar el sistema público de jubilaciones. El consejero delegado de Caixabank, Juan María Nin, por ejemplo, recordó durante la presentación de los resultados trimestrales de la entidad catalana la semana pasada que quedan “reformas de gran trascendencia por hacer, la más importante es la reforma de las pensiones”. Sugirió que el sistema debería tomar como referencia „los países de nuestro entorno“.
Al igual que España, otros países han elevado la edad de jubilación de los 65 años actuales. Pero casi todos mantienen el vínculo de las pensiones con la economía real. En Alemania, por ejemplo, las pensiones están ligadas a la evolución de los salarios. De esta forma, en épocas de vacas flacas los jubilados también corren el riesgo de perder poder adquisitivo. Pero, a diferencia del modelo propuesto por el Gobierno del PP, pueden recuperarlo cuando la economía va bien y los salarios suben más que los precios.
Tomás Burgos: «Queremos mantener el sistema público de Pensiones».
¡MENTIRA!
La patronal, por su parte, sigue a lo suyo y ahora propone suprimir los domingos:
http://etcnoticias.wordpress.com/2013/11/01/la-patronal-propone-eliminar-los-domingos-y-distribuir-sus-horas-entre-los-demas-dias/