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Hallan a 87 inmigrantes muertos de sed y agotamiento en Níger
Más de la mitad, 48, eran niños // Los inmigrantes se extraviaron en el desierto del Sáhara después de que el camión en el que viajaban se averiara
MADRID // La travesía por el desierto del Sáhara hacia el norte de África, etapa mortal para tantos inmigrantes en su viaje hacia Europa, ha costado la vida a al menos 87 inmigrantes, cuyos cuerpos fueron hallados el miércoles en Níger, informó la agencia AFP. Estas personas murieron de sed y agotamiento. Más de la mitad, 48, eran niños.
El alcalde de Agadez, una ciudad del norte de Níger, de donde parten las caravanas de migrantes hacia el norte, Rhissa Feltou, explicó a esta agencia que los inmigrantes partieron de un pueblo situado más al norte, Arlit. En los dos camiones que formaban parte del convoy, se amontonaban al menos 60 personas. Su destino era la ciudad de Tamanrasset, en Argelia, otra de las paradas habituales en el duro periplo que los inmigrantes deben completar en su camino hacia el continente europeo.
Feltou explicó que el drama comenzó cuando uno de los vehículos se averió en pleno desierto. El otro camión que formaba parte de la comitiva partió entonces, dejando también a sus pasajeros allí, para buscar recambios que permitieran reparar el vehículo. Los pasajeros se dispersaron entonces, de acuerdo con el relato de este alcalde, en busca de un oasis donde pudieran saciar su sed y guarecerse. Las personas que han sido halladas muertas no lo lograro. La tragedia se conoció cuando varios inmigrantes, que sí lograron volver a su punto de destino, Arlit, alertaron al Ejército de Níger, que inició la búsqueda de supervivientes.
El lunes, los soldados encontraron los cinco primeros cuerpos, un hallazgo macabro que sólo anunció la tragedia que se confirmó este miércoles, cuando el Ejército localizó a los otros 87 cadáveres en avanzado estado de descomposición.
Cuerpos de niños solos
Mustafá Alhacen, responsable de la ONG local Aghir Inman, que participó en las tareas para recuperar los cuerpos explicó que los fallecidos estaban dispersos en pequeños grupos en un radio de 20 kilómetros. Unas veces, los inmigrantes habían tratado de hallar cobijo a la sombra de un árbol, otras veces estaban «a pleno sol». Este trabajador humanitario explicó a su vez que algunos de los cuerpos que no estaban en grupos, sino solos, eran de niños.
El portavoz de otra ONG local, Synergie, con sede en Arlit, relató que el grupo de migrantes estaba compuesto «de familias enteras, numerosos niños y mujeres, que pretendían viajar a Argelia».
De acuerdo con el alcalde Feltou, entre los fallecidos había numerosas personas de nacionalidad nigeriana.
La imposibilidad de viajar a Europa de forma regular debido a las leyes europeas en materia de inmigración obligan a estas personas a efectuar la travesía de forma clandestina y poner su vida en manos de mafias que, en no pocas ocasiones, abandonan a los migrantes en el desierto, o bien, como parece haber sido el caso, se desentienden de su suerte si se presenta un inconveniente como una avería o un control policial.
Algunas webs africanas subrayaban hoy que «no sólo se muere en el Mediterráneo», en alusión a los dos recientes naufragios de pateras cerca de la isla italiana de Lampedusa – en el primero de ellos el balance de muertos supera ya los 300- que tanta atención mediática han suscitado, algo que contrasta con las muertes cotidianas y silenciosas de miles de personas que estos últimos años han perecido en su camino hacia Europa en medio de una indiferencia casi general.
Se dice que los africanos no piden ayuda
al acomodado occidente. Unicamente nos piden para salir a flote que no nos acordemos de ellos.(de Africa)