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Valencia negó la atención sanitaria a 25 menores en el último año
Todos son extranjeros o hijos de extranjeros. Desde el 1 de septiembre de 2012, el Observatorio del Derecho Universal a la Salud ha atendido 256 incidencias en el País Valenciano.
VALENCIA // Un total de 464 notificaciones, de las cuales 25 se refieren a menores extranjeros o hijos de extranjeros. Este es el resumen de la falta de atención sanitaria a inmigrantes sin papeles en el último año en el País Valenciano, según datos del Observatorio del Derecho Universal a la Salud, Odusalud.
Esta cifra únicamente se refiere a los casos que han llegado hasta la plataforma desde la aplicación del Real Decreto 16/2012, el 1 de septiembre de 2012, que excluye del sistema nacional de salud a aquellos extranjeros que no coticen a la Seguridad Social.
Como explica desde Odusalud, Javier González, “el caso de los menores no atendidos es especialmente alarmante”. “La mayoría de ellos proviene de países del este de Europa, en su mayoría son rumanos o búlgaros que en principio no deberían tener problemas, pero en su caso hay una dificultad y es que se les pide un certificado de la Seguridad social de su país y, en ocasiones, se está priorizando este papelito sobre la atención sanitaria”.
Cuando se tiene conocimiento de alguno de estos casos, las asociaciones que atienden a los inmigrantes, les acompañan y solicitan “la atención a través de aseguramiento sanitario”, algo que para Javier “es solo un parche” ya que además no asegura que “luego todos los menores sean atendidos”.
Y es que la aplicación del RD16/2012 ha creado diferencias y barreras para los colectivos más desfavorecidos y vulnerables, ciudadanos sin recursos económicos o extranjeros sin permiso de residencia en el acceso a diagnósticos y tratamientos adecuados. En el caso de los rumanos y búlgaros, el hecho de ser menores de edad les aseguraría la asistencia, pero tienen que conseguir en su país el certificado de la Seguridad Social, algo que no siempre es fácil.
Falta de atención
Según los informes publicados por Odusalud, la incidencia más común durante este año ha sido la falta de acceso a los medicamentos por motivos económicos. Además, la mitad de las personas ni siquiera han llegado a acceder a una atención directa por parte del personal sanitario.
Desde el Observatorio aseguran que “siguen existiendo trabas administrativas, como carencia de tarjeta sanitaria, documento análogo o trámites de expedición y renovación”.
Esta misma semana se ha publicado el quinto informe de Odusalud sobre la falta de atención sanitaria. En él se demuestra que “la falta de conocimiento y de adecuación de los procesos administrativos siguen dificultando la atención de estos pacientes”. En él denuncian que se está impidiendo la continuidad de la asistencia y la prescripción de medicación en casos de enfermedades graves o con riesgo desde el punto de la salud pública. Asimismo, la proporción de incidencias que afectan a personas procedentes de la Unión Europea aumenta al 18%, superando a las registradas en personas de origen subsahariano o magrebí.
“La exigencia de firma de compromiso de pago y la facturación siguen siendo elementos disuasorios para algunos pacientes, especialmente quienes tramitan su permiso de residencia temporal”, concluyen desde Odusalud. Esto hace que algunos de ellos, que, incluso afectados por problemas graves, ni siquiera busquen atención sanitaria.
El Servicio Nacional de Salud británico ha tenido que dar marcha atrás sus ansías privatizadoras y ha ordenado la vuelta al sistema público de un hospital gestionado por la iniciativa privada debido a numerosos incidentes de los más variado y entre los que se incluyen varias muertes en circunstancias sospechosas de falta de profesionalidad. Y todo esto es muy relevante en la España actual en donde, aunque nuestros incompetentes y prevaricadores gobernantes mienten descaradamente en sus declaraciones sobre una supuesta ineficacia y carestía de la sanidad pública, disfrutamos de uno de los mejores, más eficaces y baratos sistemas sanitarios del mundo tal y como lo atestiguan tanto un estudio publicado en la prestigiosa revista médica “Journal of the American Medical Association” como un reciente análisis publicado por Bloomberg. Pero claro, esos mismos consejeros de Sanidad como Lamela o Güemes que desmantelan la sanidad pública, luego acaban su etapa de gobierno y se van desvergonzadamente a “trabajar” para las mismas empresas a las que han favorecido con las privatizaciones. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2013/10/la-criminal-chapuza-de-la-sanidad.html
Y encima nos creemos que Occidente es la zona más civilizada del mundo.
La arrogancia siempre vá emparejeda a la ignorancia.
¿Hasta dónde nos vá a llevar la mezquindad de quienes se creen los reyes de la creación?
Los animales nos dán cada día mil lecciones de superioridad humana.
Sólo que aprendiéramos de ellos!
La foto muestra una tarjeta sanitaria madrileña, no valenciana. No parece que pegue mucho con el texto.