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El número dos de Interior llama a los inmigrantes de las vallas “kamikazes”

El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, descalifica a los sin papeles en unas declaraciones recogidas en su reciente viaje a Rabat

MADRID // Quienes huyendo de la miseria, cuando no de la guerra y de la persecución política, osan tratar de abrir una grieta en la fortaleza europea a través de los dos bastiones de su frontera sur, Ceuta y Melilla, son para el número dos del Ministerio de Interior, Francisco Martínez, “kamikazes”. Personas que, en su opinión, protagonizan “asaltos violentos” a las vallas de las dos ciudades autónomas que España sólo logra repeler gracias a la “estrechísima colaboración de Marruecos”. El país norteafricano, pese a ser objeto de reiteradas denuncias de organizaciones humanitarias por tratar de forma inhumana a estos inmigrantes, obra “con respeto” a los derechos humanos, según el secretario de Estado de Seguridad.

Estas descalificaciones de los inmigrantes, acompañadas de las loas a la colaboración en materia migratoria entre España y Marruecos, forman parte de unas declaraciones que Martínez concedió a la prensa durante su viaje a Rabat del pasado lunes, a cuya grabación ha tenido acceso este medio.


La visita estaba destinada ex profeso a abordar la cuestión migratoria y fomentar mecanismos para evitar la llegada de pateras a las costas españolas, así como a mejorar los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla. Y eso pese a que Marruecos ni siquiera reconoce las fronteras de las dos ciudades, que considera suyas.

Cuando una periodista preguntó al secretario de Estado de Seguridad acerca de denuncias como la presentada ante el Comité de Derechos de los Trabajadores Migratorios por parte de una decena de organizaciones humanitarias marroquíes e internacionales, su respuesta, recogida en el archivo de audio, fue la siguiente: «Estamos convencidos de que el reino de Marruecos está haciendo un enorme esfuerzo y que está actuando con toda la contundencia pero también con todo su marco jurídico, con respeto a los derechos humanos y, por tanto, nuestra consideración en este sentido es de gratitud porque creemos que sería muy difícil para España luchar contra esos fenómenos que ustedes han visto, de asaltos violentos, a través de kamikazes, a través de asaltos a la valla si no contásemos con esa estrechísima colaboración«.

Estas palabras, según fuentes del Ministerio de Interior consultadas por este medio, de ninguna manera «criminalizan a los inmigrantes».

«Violencia y flagrancia»

Los halagos a la actuación de las fuerzas del orden marroquíes y las acusaciones a los inmigrantes fueron una constante en las afirmaciones de Martínez durante este viaje. En otro momento de la visita, alegó, por ejemplo, que “la violencia y flagrancia con que [los saltos a las vallas] se producen, únicamente pueden tener la respuesta inmediata y coordinada que ambos Gobiernos están proporcionando”.

La del lunes tampoco ha sido la primera vez que el segundo cargo de más responsabilidad del Ministerio del Interior, sólo por debajo del ministro, Jorge Fernández Díaz, justifica la actuación de las fuerzas de seguridad de ambos países invocando la supuesta violencia de los inmigrantes a la hora de tratar de franquear el obstáculo de las vallas. En junio, el secretario de Estado aludió a su vez a lo que la Delegación del Gobierno en Melilla y algunos medios de comunicación han venido en llamar “coches kamikazes”; es decir, vehículos que llevan a bordo a inmigrantes que tratan de penetrar en las ciudades autónomas  atravesando la frontera a gran velocidad.

José Palazón, presidente de la ONG melillense PRODEIN, que trabaja desde hace años asistiendo a los inmigrantes subsaharianos, define estos intentos como “casos muy aislados”, lo que no impidió que Francisco Martínez los pusiera como ejemplo de la supuesta “violencia” de los sin papeles.

Afirmaciones como las recogidas anteriormente han sido secundadas por asociaciones profesionales de las fuerzas de seguridad. Éstas tratan a su vez de situar el ejercicio de la fuerza, no en su lado, sino en el de unos inmigrantes que llegan a la frontera desharrapados y casi siempre exhaustos.

La Asociación Unificada de Guardias Civiles de Melilla (AUGC), por ejemplo, ha difundido hoy mismo a través de su web una nota en la que eleva a un centenar los guardias civiles heridos en los últimos «asaltos de las vallas”. Cifras que, recuerda Palazón, no son nada si se compara con el millar de inmigrantes que, de acuerdo con un cálculo aproximado de PRODEIN, han salido malparados, algunos de gravedad, de resultas a acciones de las fuerzas de seguridad de ambos lados de la frontera de la ciudad autónoma.

En ausencia de números exactos, Palazón ofrece un dato revelador, como es que los inmigrantes heridos “han colapsado varias veces el hospital de Nador”, la urbe marroquí más cercana a Melilla.

“Cuando Interior y la asociación de guardias civiles habla de heridos, detallan, por ejemplo, como un guardia civil se ha hecho un esguince en el pie. Lo que no dicen es que ese agente se ha lesionado al patear a un inmigrante y romperle un brazo o una pierna. Cada vez que hay un salto a la valla, un guardia civil dice estar herido por tener los nudillos magullados; con esos nudillos seguramente ha golpeado brutalmente a un inmigrante”, recalca el activista.

En el monte Gurugú, en las inmediaciones del perímetro fronterizo de Melilla, en cuyos bosques se ocultan los inmigrantes, vídeos como el que aparece más abajo,  de la campaña Stop the violence in the borders (Parad la violencia en las fronteras) han documentado y recogido las declaraciones de inmigrantes heridos que atribuyen su estado a constantes agresiones de las fuerzas de seguridad marroquíes, un extremo confirmado por diversas organizaciones humanitarias.

“Marruecos calla, Europa calla y España calla: cada día vemos morir a nuestros hermanos”, denuncia un joven subsahariano que aparece en la imagen a partir del minuto 8.44 cargando a hombros a un compañero. Dos semanas después, este mismo joven, según José Palazón, perdió un ojo a consecuencias de un pelotazo de goma de la Guardia Civil de Melilla cuando trataba de pasar al otro lado. PRODEIN ha denunciado que, en los últimos meses, cinco inmigrantes han sufrido la pérdida de la visión de un ojo a consecuencia del uso de este tipo de armas para repelerlos.

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Comentarios
  1. Llegan «desharrapados y exhaustos»:
    Pués bien, son nuestros amigos, además de hermanos.
    Nuestros enemigos son los que evaden capitales a paraísos fiscales, las grandes fortunas que apenas pagan impuestos al estado o bien los evaden, los políticos del bipartidismo, sobre todo los políticos que me han impuesto en las últimas elecciones, que además de represores, prepotentes y corruptos, aunque les paga el pueblo español, ellos, la derecha, como es natural de ella, están ejerciendo de criados y perros guardianes de banqueros y financieros insaciables; éstos, éstos, son los enemigos de los pueblo.
    Las personas que huyen de la pobreza y de la desesperación son todavía más víctimas que nosotros. ¿Quien les vá a ayudar si no lo hacemos nosotros?

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