Internacional

Miles de mexicanos piden una consulta sobre la privatización del petróleo

El ex candidato del PRD Andrés Manuel López Obrador reclama que se consulte al pueblo de México si respalda las reformas constitucionales necesarias

ALMA E. MUÑOZ Y ALONSO URRUTIA // El ex candidato del PRD Andrés Manuel López Obrador convocó al actual presidente mexicano, Enrique Peña Nieto a utilizar sus facultades constitucionales para exhortar al Poder Legislativo y a su partido, el PRI, a que se consulte al pueblo de México si respalda reformas constitucionales que privaticen el petróleo, antes de que la propuesta energética del Ejecutivo se someta al pleno de las cámaras del Congreso.

Ante miles de simpatizantes que saturaron Paseo de la Reforma –incluidos integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE)–, ayer dijo que se dirigía a Peña Nieto por tratarse «de una emergencia nacional». Le demandó modificar su iniciativa de Ley de Ingresos, eliminando los incrementos de impuestos, porque «es un agravio querer aumentarlos sin combatir la corrupción imperante y sin ajustar los gastos del gobierno».

El ex candidato presidencial anunció que este lunes una comisión del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), integrada por José Agustín Ortiz Pinchetti, Bertha Luján y Octavio Romero Oropeza, irá a Los Pinos a entregar al jefe del Ejecutivo estos planteamientos, que incluyen un plan de austeridad para compensar los recursos que no se obtendrían al cancelar los aumentos de impuestos.

López Obrador dio como plazo para obtener respuesta de Peña Nieto el 6 de octubre, fecha en que encabezará una nueva movilización al Zócalo. Subrayó que para entonces se estará más cerca del 15 de octubre, día en que –de acuerdo con la estrategia que seguirán el gobierno y el PRI en el Congreso– se tiene prevista la aprobación de las reformas.

Al enumerar el plan de acción –que incluye ampliar el movimiento de lucha contra la privatización del sector energético mediante alianzas con partidos políticos, movimientos sociales, empresarios y ciudadanos sin distinción de creencias ideológicas, religiosas o políticas–, el ex jefe de Gobierno capitalino hizo eco de los gritos de los asistentes, que demandaban impulsar un paro nacional.

Sin abundar demasiado, señaló que esa medida se discutiría el 6 de octubre, cuando se definirían nuevas acciones.

Aún no se olvidan los comicios

En la glorieta de Colón, adonde llegó la marcha procedente del Ángel de Independencia, López Obrador justificó su convocatoria a Peña Nieto: “Me dirijo a él porque así lo exigen las circunstancias. No estoy olvidando que llegó a la Presidencia mediante un fraude electoral, que consistió, entre otras cosas, en la compra de millones de votos, traficando con la pobreza de la gente.

«Si acudo a él como interlocutor es por la emergencia nacional, porque por encima de cualquier otra consideración está el interés del pueblo y de la patria», subrayó.

Destacó que la consulta permitiría «saber si los mexicanos están de acuerdo o no en que se modifiquen los artículos 27 y 28 de la Constitución, con la finalidad de otorgar a particulares contratos y utilidad compartida, y privatizar la refinación del petróleo, la petroquímica, el gas, la industria eléctrica y la distribución, así como la comercialización de los energéticos».

Consideró que no existe razón alguna que impida o limite consultar al pueblo, para que éste sea quien decida sobre estos asuntos fundamentales. De concretarse la privatización del petróleo, «nada o muy poco se podría hacer para rescatar al país», pues si nos lo quitan «sería como desangrar a la patria», añadió.
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Miles de personas de todos los sectores se dieron cita en la marcha en defensa del petróleoFoto La Jornada

El tabasqueño criticó la cerrazón gubernamental ante la inconformidad generada por las reformas anunciadas por Peña Nieto.

En esta ocasión, López Obrador destacó sus cuestionamientos a la reforma hacendaria, con la que, sostuvo, pretenden compensar el desfalco que dejaría la privatización del sector energético. Reprodujo críticas de empresarios neoloneses, quienes consideran la propuesta gubernamental como recesiva, pues «desincentiva la inversión y reduce la capacidad de compra y consumo de la clase media».

Resumió la propuesta empresarial: «es una reforma regresiva, pues plantea un déficit fiscal, hecho que no se daba en los recientes 15 años, y que siempre es el antecedente de las crisis financieras».

Puntualizó que el crecimiento del gasto público se ha disparado desde 2000, y de entonces a la fecha el presupuesto pasó de un billón 239 mil millones de pesos, a 3 billones 921 mil millones.

Anotó que el gasto corriente subió de 705 mil millones de pesos, a 2 billones 313 mil millones, es decir, 14 por ciento anual, porcentaje que se pretende elevar en 2014. A ello se añade una propuesta de déficit de 1.5 por ciento del producto interno bruto (PIB), que endeudaría al país con 250 mil millones de pesos.

Frente a esto, propuso el plan de austeridad –que enviará hoy al Ejecutivo–, el cual plantea que no se toquen las partidas destinadas a los programas sociales, sino que el ahorro provenga de reducir a la mitad los sueldos de los funcionarios públicos, eliminar su servicio médico privado, así como las cajas de ahorro y todos los privilegios de la alta burocracia (incluido el Congreso y el Poder Judicial).

También, cancelar gastos para crear o remodelar oficinas o adquirir vehículos; reducir viáticos, gastos de combustibles, asesorías, viajes al extranjero, estudios de opinión e imagen, y muchas otras prebendas o erogaciones no prioritarias.

López Obrador arrancó la marcha de este domingo a las 10:35 de la mañana, y aunque el trayecto fue corto, el mitin comenzó después del mediodía, con una convocatoria a guardar un minuto de silencio por los víctimas de las lluvias.

A la concentración se adhirieron contingentes importantes del Partido del Trabajo, sus líderes y sus bancadas parlamentarias, encabezadas por Manuel Bartlett y Alberto Anaya –quien habló durante la manifestación–, lo mismo que el dirigente de la sección 22 de la CNTE, Rubén Núñez, acompañado de Juan José Ortega, líder de la sección 18. Martí Batres, presidente nacional de Morena, también hizo uso de la palabra durante el acto.

Asistieron, además, intelectuales y políticos como Porfirio Muñoz Ledo, Javier Jiménez Espriú, Jorge Eduardo Navarrete, Alejandro Encinas y Laura Esquivel. Estuvo el coordinador de los diputados de Movimiento Ciudadano, Ricardo Monreal.

Según la actriz Jesusa Rodríguez, la movilización abarcaba desde el templete en la Glorieta de Colón «hasta el Auditorio Nacional». La Secretaría de Seguridad Pública capitalina contabilizó 25 mil asistentes.

[Este artículo fue publicado originalmente en el diario mexicano La Jornada]

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