Sociedad
El gobierno ruso aborda un barco de Greenpeace en aguas internacionales
El grupo ecologista protestaba contra las plataformas petrolíferas en el Ártico
El Arctic Sunrise fue asaltado ayer por tropas de la guardia costera rusa cuando se encontraba en aguas internacionales y tras haber realizado un acto de protesta pacífica contra la plataforma petrolífera Gazprom, ubicada en el Ártico.
Así lo denuncia Greenpeace, que afirma que la embarcación se encontraba “dentro de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) y por tanto es un abordaje ilegal por parte de la patrullera rusa”. Las coordenadas en el momento del abordaje eran: 69-19-53N : 57-16-53E.
Usando un helicóptero y rapelando hacia cubierta, la guardia costera abordó el Arctic Sunrise por sorpresa. Hasta allí llegaron, según la tripulación, un total de 15 policías armados con rifles, pistolas y cuchillos. Desde entonces, los activistas permanecen custodiados en el barco hasta que el gobierno “decida qué hacer con nosotros”, según cuentan desde Greenpeace, que confirman que “el barco no está arrestado”.
Antes de esta acción, la guardia costera ya había detenido a dos activistas internacionales de Greenpeace que lograron escalar la plataforma petrolífera de Gazprom la madrugada del miércoles.
Protección del gobierno a Gazprom
Para Kumi Naidoo, director ejecutivo internacional de Greenpeace, «este asalto ilegal de nuestro barco en protesta pacífica muestra las medidas extremas que el gobierno ruso es capaz de emplear para permitir que Gazprom continúe con su peligrosa actividad petrolífera en el Ártico ruso, fuera de los ojos del mundo». Además, desde la asociación ecologista exigen que los efectivos policiales “guarden sus armas y se retiren” del barco.
Por su parte, el ministro de Exteriores ruso justificó la acción en que el Arctic Sunrise representaba una amenaza ambiental y para la seguridad.
Greenpeace ha recabado millones de firmas para convertir el Ártico en una reserva natural en la que estaría prohibido explotar sus ingentes recursos energéticos e incluso escribió una carta al respecto al presidente ruso, Vladímir Putin.
La plataforma Prirazlómnaya, propiedad de Gazprom, que explota un yacimiento cuyas reservas se estiman en 72 millones de toneladas, es considerada la primera del mundo que es resistente al hielo y puede trabajar los doce meses del año. Las compañía planea comenzar la producción de petróleo allí en el primer trimestre de 2014, lo que, según los ecologistas, aumentaría el riesgo de que se produzca un derrame de petróleo en un área que contiene tres reservas naturales protegidas por la propia legislación rusa.
Me quedo con la frase del ministro de Exteriores ruso que manifiesta que «la organización ecologista Greenpeace representa una amenaza ambiental».
Estábamos confundidos: Es el gobierno ruso y no Greenpeace quien vela por la protección y conservación de la naturaleza y del medio-ambiente. Quedo informada.
Todo por la pasta.