Cultura | OTRAS NOTICIAS
“La supervivencia de los autores pasa por emigrar”
El subdirector del festival 'Viñetas desde o Atlántico', Carlos Portela, hace un repaso por la situación actual del mundo del cómic
Carlos Portela habla de manera muy pausada, sin alzar la voz, pero marcando los adjetivos y buscando ejemplos que hagan entender lo que quiere decir en cada momento. Le apasiona el mundo del cómic y se nota. Conoce la industria, pero sobre todo a los guionistas y dibujantes, se maneja bien entre ellos, se le escapa alguna palabra en inglés y apela siempre a la necesidad de una industria fuerte y propia en España.
Es el subdirector del festival Viñetas desde o Atlántico de A Coruña, el segundo encuentro sobre el mundo del cómic más importante en España, por detrás del Saló del Cómic de Barcelona. “Los dos se complementan”, asegura risueño, y las dieciséis ediciones del festival le avalan. Él no lo dice, pero los que entienden de esto del cómic, siempre anteponen el festival gallego, un festival mucho más de autor, de obra, de arte al fin y al cabo. Estos días, 60.000 personas pasarán por alguna de las exposiciones del festival, Carlos, mientras tanto, seguirá pensando que hace falta algo más para llegar al gran público.
¿Cómo está funcionando el festival hasta este momento?
Bien, la verdad es que ya son 16 años y digamos que ya tiene una trayectoria. Además, tenemos muy claro cómo queremos que sea, queremos que refleje el trabajo que se ha hecho ese año en España, tanto en historieta española como hecha por españoles para fuera.
¿Y este año cómo ha sido?
Creativamente muy bueno, pero seguimos con el problema de siempre, una cosa es la cuestión artística y otra es el tema industrial o la supervivencia de los autores que, por desgracia, en la mayoría de los casos pasa por emigrar. Ahora la emigración no es física, es intelectual. Tú vendes tus servicios a una editorial francesa, italiana… Lo comentaba con David Aja, los derechos al final son para la editorial extranjera y eso es una fuga de capital. El autor tiene sus royalties y tal, cobra, consigue sobrevivir… pero el problema es que estás descapitalizando el país.
¿Por qué pasa eso?
Primero porque aquí en España cada vez se lee menos y con la trayectoria que llevamos menos se va a leer, entonces al final esto se paga, de una manera o de otra. Si cada vez inviertes menos, tendrás menos. La cultura transforma a los países, los hace mejorar y crea tejido industrial, la cultura es una industria y genera el dinero. Tenemos el caso de Blacksad, que ahora es el mayor éxito del cómic europeo, dibujado por dos españoles y que curiosamente lo publicó una editorial francesa. Las ventas superan ya el millón de ejemplares.
Dinero que se escapa de España…
Claro, esos impuestos se pagarían aquí, es como si consigues un Asterix o un Tintín, ¿a qué país no le interesaría gestionar los impuestos de un éxito como ese? Algo así crea riqueza aquí, crea puestos de trabajo, hay que imprimir esos álbumes, hay que distribuirlos, detrás de los autores hay un montón de gente trabajando. Pero si dejamos que todo el mundo se marche o que trabaje para fuera…
¿La solución es tener varios títulos de éxito al año como Arrugas, de Paco Roca?
Sí, pero Arrugas, aunque es de un autor español, está producido en Francia, no está creado en el mercado español. Realmente es la editorial francesa quien le vende los derechos a Astiberri, que es quien lo publica aquí. Es un tebeo extranjero, es una paradoja en realidad, pero es así.
Presentas un panorama desolador…
No, la realidad es que aunque creativamente es muy bueno, industrialmente no lo es. ¿Cuánta gente hay trabajando para Francia? Por ejemplo, si coges la lista de gente trabajando para Marvel, te darás cuenta de que hay más de 20 autores trabajando para el mercado norteamericano, casi uno de cada tres títulos lo han hecho españoles.
Entonces, ¿por dónde pasa la solución?
Si lo supiese montaría una editorial [risas]. Hay varias cosas, por un lado es una cuestión de editores, nunca hemos tenido editores de verdad como en otros países, hay gente muy entusiasta, pero… Luego hay algo que ha costado muchos años en sacarse de la cabeza y es que la historieta era solo para niños. Solo a partir de los años 80 la gente empieza a ser consciente de que es un medio de comunicación como puede ser la novela, el cine o cualquier otro medio narrativo, pero eso ha costado 30 años.
También han cambiado las historias…
Sí, aunque ya había cosas sueltas, ya encontrabas en los 60 material para adultos que podrían ser catalogados como novela gráfica, sobre todo en Francia e Italia. A partir de los 80 es cuando se liberaliza, cuando los autores se pueden sacar el yugo de hacer solo historieta infantil, que es necesario para crear lectores, y empiezan a haber más temas variados.
Una obra como Alicia en un mundo real, de Susanna Martín, ¿habría sido posible hace veinte años?
La verdad es que la novela gráfica ha traído un nuevo número de lectores y se ha abierto hacia otro lado, y sobre todo hacia las mujeres que eran ultranecesarias en la historieta. Estábamos cerrados a más de la mitad del mercado, en España las que más leen son las mujeres, no tenía sentido.
¿Cómo pueden afectar los nuevos formatos al cómic en papel?
Yo no soy nada apocalíptico, me remito a la radio. Yo creo que coexistirán.
¿Debe adaptarse el mundo del cómic?
Ya ha habido intentos de introducir sonidos, por ejemplo, pero eso es otra cosa, es animación, otro tipo de lenguaje. Se generará una cosa nueva, pero no es cómic, el cómic es 2D y en principio es en papel. Será un lenguaje nuevo, algo más como los videojuegos. Yo creo que coexistirán, tendrán más o menos éxito, pero el papel no desaparecerá. ¿Desapareció la música con la electrónica? No, se sigue haciendo música de todos los tipos, de hecho ahora vuelve el vinilo otra vez. El proceso de lectura es interior, los intentos de meterle cosas han fracasado.
La alternativa a la emigración pasa por acatar un sistema en el que se impone el modelo McDonald´s de esclavitud 2.0 http://wp.me/p2v1L3-mM
Para este grupo tribaloide que nos desgobierna a decretazo limpio olvidando que existe un Parlamento democrático, todo lo que sea difusión de ilustración cultural le produce urticaria letal.
Solo se emplerán en combatir lo que consideran el enemigo número uno: la CULTURA.
La esencia del liberalismo neocón que nos parasita, a no confundir con el liberalismo de siglo XVII que fue la izquierda entonces, concibe al Pueblo como una masa trófica almacenada para mantener a una reducida élite *elegida e impuesta por esa misma élite*, tal como un elemento del que se alimenta y no como el contingente de ciudadanos habitantes del Estado, de la Patria, de su Nación.
Es la fuerza de la brutalidad ignorante contra la inteligencia, virtud a la que los neocons odian.
Es la Edad Media cuando a los pensadores libres se les quemaba en la hoguera. Hoy se les mantiene en el paro con la promesa de un trabajo por cuatrocientos euros y eso es a tomar o a dejar, porque saben que la dependencia absoluta obliga a los parias a soportar la esclavitud.
Para eso no necesitan gente inteligente entre sus filas dirigentes y la prueba es que Rajoy no solo no entiende su propia letra, sino que tampoco sabe leer la de los guiones que le escriben los abogados para largarlos como selecta oratoria en el Hemiciclo.(fin de la cita)