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Los desalojados de la nave de Poblenou no logran el arraigo prometido
Entidades vecinales denuncian que las administraciones no están cumpliendo con los compromisos adquiridos. En septiembre, cerca de 200 personas perderán el alojamiento temporal
BARCELONA// La Asamblea Solidaria contra los Desalojos del barrio de Poblenou de Barcelona ha denunciado hoy que las administraciones no están cumpliendo los acuerdos alcanzados antes del desalojo de una nave ocupada por centenares de personas en el barrio, la mayoría inmigrantes. Las entidades vecinales denuncian que no se les está facilitando el certificado de arraigo social bajo el argumento de que no tienen contrato de trabajo, una condición que, aseguran los vecinos, el consistorio aseguró que no se tendría en cuenta.
“Quedamos en que a toda la gente de la nave se les aceptaría este informe de arraigo social sin contrato de trabajo, como un caso especial”, ha asegurado Carlota Falgueras, portavoz de la asociación, en declaraciones a TV3. Falgueras ha mantenido que el consistorio se comprometió a concederles el certificado “por el hecho de estar en la nave, por el hecho de que hace años que están aquí, o por traer certificados de cursos que hayan hecho”.
Tras el desalojo de la nave el pasado 24 de julio, de las casi 300 personas que vivían en la antigua fábrica, 190 han sido recolocadas en alojamientos temporales, según cifras del ayuntamiento. El resto pernocta en la calle después de que parte de ellos fueran desalojados de la parroquia Bernat Calvó, donde se refugiaron tras la actuación policial en la nave.
Sin embargo, la solución del alojamiento es únicamente temporal. Las asociaciones de apoyo consiguieron arrancar el compromiso del ayuntamiento de ofrecer alojamiento en albergues y pensiones durante todo agosto a los habitantes de la nave que lo solicitasen, ya que, según explica Homera Rosetti, portavoz de la Asamblea, “el día del desalojo les daban un vale por tres u ocho noches de albergue y tres vales de comida”.
Sin sustento económico
En este alojamiento temporal, por otro lado, no pueden continuar con el trabajo que venían realizando hasta ahora, mayoritariamente en la recogida y venta de chatarra. “Se les ha quitado su medio de vida, que es lo más importante, no solo se trata de dormir bajo techo”, denuncia Rosetti. “En la nave existía una microeconomía, estaba el bar, los que vendían la comida, la chatarra… ahora no tienen ningún ingreso”, explica.
Por eso, las asociaciones de apoyo critican lo que consideran “un parche” del consistorio y reclaman que se cumplan los compromisos adquiridos y se ofrezca una solución a largo plazo para las personas que, a partir de setiembre, volverán a estar en la calle.