Segundo ‘escrache’ feminista contra el Gobierno

Cientos de personas se congregaron ayer ante el Ministerio de Sanidad en Madrid para protestar contra las medidas del gobierno relacionadas con la mujer, la última de ellas la de excluir a mujeres lesbianas y solteras de los tratamientos de inseminación artificial de la sanidad pública. La concentración transcurrió con normalidad y entre cánticos, aunque al final de la misma se produjeron varias cargas policiales y, al menos, fue detenida una persona y varias fueron identificadas.

La convocatoria se repitió en ciudades como Barcelona o A Coruña. Mujeres y hombres se reunieron ante las puertas de las administraciones sanitarias y algunas sedes del Partido Popular (PP) para reivindicar sus derechos. El escrache volvió a las calles y, en esta ocasión, por la exclusión de una parte de las mujeres a la reproducción asistida. El lema fue Nosotras decidimos cómo y cuándo queremos ser madres. También solteras y lesbianas. Ver fotogalería

El escrache, que dos horas antes de la cita tenía más de 950 asistentes confirmados en Facebook, fue convocado el pasado viernes pocas horas después de que se supiesen las intenciones de los populares. La convocatoria reivindica que lesbianas y solteras «quedarán excluídas de la reproducción asistida pública por decisión Ana Mato. Estamos hartas de que legislen sobre nuestros cuerpos y sobre las decisiones acerca de nuestra maternidad por eso… ESCRACHE AL MINISTERIO».

Será hoy mismo cuando la ministra Ana Mato presente en el Consejo Interterritorial de Sanidad el documento que limita el acceso a los programas gratuitos de reproducción a mujeres menores de 40 años y hombres de menos de 55, que no tengan hijos comunes previos y sanos y que hayan sido diagnosticados como estériles. El PP alega motivos económicos para justificar esta medida.

No es la primera concentración de este tipo. El 16 de mayo se realizaron concentraciones en más de 30 ciudades ante sedes del PP para exigir la marcha atrás de la ley del aborto, impulsada por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Los motivos de hoy estallaron la semana pasada, cuando trascendió que el ministerio dirigido por Mato dejaba fuera de los programas de reproducción asistida del sistema público de salud a las mujeres solteras y lesbianas.

Hay quien interpreta en esta decisión que el principio de igualdad defendido por la Constitución se ve seriamente amenazado. Y no es la primera vez que el ministerio de Mato trata de establecer categorías entre humanos. Siguiendo la senda iniciada con la exclusión de los inmigrantes en situación de irregularidad administrativa (a los cuales se les ha privado de todo aquel servicio sanitario que no sea urgente), las mujeres han dejado de ser iguales unas a otras. Las solteras y las lesbianas tendrán otro tratamiento.

El lío de las estadísticas

La nueva interpretación de las estadísticas sobre víctimas de violencia de género que pretende hacer el Gobierno también ha provocado una gran polémica, tras el anuncio avanzado hoy por El Mundo. El periódico dostiene que el Gobierno está diseñando una nueva estadística que tan sólo incluye como víctimas de violencia de género a las mujeres que requieren una hospitalización superior a 24 horas. De este modo, una pierna rota, un ojo morado, unas costillas quebradas o simplemente magulladuras en todo el cuerpo ya no será motivo para formar parte de las estadísticas oficiales. Los partes de lesiones también dejaran de formar parte de los registros. Así, El Mundo explica que ésta era la solución que el PP había encontrado para acabar con las elevadas cifras de malos tratos.

No obstante, según ha hecho saber el Ministerio de Sanidad a través de un comunicado esta mañana, se trata de una «ampliación» a través de la «inclusión de nuevos parámetros». El último párrafo del comunicado se puede leer: «Una información completa que, no obstante, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad sopesa seguir aumentando, y entre esos posibles nuevos parámetros podría sumarse el de las mujeres que son ingresadas en un hospital como consecuencia de los malos tratos».