Internacional
Juan Carlos I viaja a Marruecos obviando la cuestión del Sáhara
Asociaciones de solidaridad con el pueblo saharaui critican la visita que coincide con la cuarta denuncia al Gobierno por vender armas a Marruecos // Una delegación mastodóntica de ministros, empresarios e incluso los fisioterapeutas del rey le acompañan
MADRID // Juan Carlos I retomará hoy su agenda exterior tras su operación de hernia discal en marzo y lo hará presidiendo una delegación mastondótica de empresarios y ministros que le acompañan en una visita a Marruecos que estaba prevista entonces y que tuvo que ser pospuesta por los problemas de salud del jefe de Estado. El primer destino del rey tras su convalecencia será así nuestro vecino del sur, un país con el que España obvia a menudo una cuestión pendiente desde hace casi 40 años: la descolonización del Sáhara Occidental, la excolonia española ocupada por Marruecos en 1975.
El rey viaja acompañado de una delegación prácticamente inédita hasta ahora en sus viajes de Estado; no sólo le flanquean cinco ministros del Gobierno de Mariano Rajoy, sino que también viajan con él nueve ex ministros de Asuntos Exteriores-todos los de la democracia, excepto Fernando Morán, que ha declinado la invitación por motivos de salud- un despliegue que, desde la Casa Real, se ha presentado como dirigido a «profundizar las excelentes relaciones» con el reino alauí.
Como de costumbre, un nutrido grupo de empresarios-casi todos de multinacionales- como los presidentes de Acciona, Abengoa, Ferrovial, Endesa, Talgo, Iberia, Globalia, Inditex, Teléfonica e Indra acompañan también al monarca. Otra novedad, al menos que se sepa, es que con el rey viaja incluso el equipo de fisioterapeutas encargado de su rehabilitación.
Frente al discurso que intenta transmitir la Casa Real, que trata de reparar la maltrecha imagen de la monarquía presentando al rey como «el mejor embajador de España» en el extranjero, en esta ocasión han sido las asociaciones y colectivos de solidaridad con el pueblo saharaui quienes han criticado el viaje del monarca. Estos colectivos y los propios saharauis no olvidan que, siendo jefe de Estado en funciones en noviembre de 1975, el entonces príncipe Juan Carlos prometió a los saharauis que no se les abandonaría, una promesa que quedó enterrada definitivamente en el olvido en febrero de 1976 cuando el último soldado español salió de la tierra que había estado vinculada a España desde 1884.
“España no dará un paso atrás, cumplirá todos sus compromisos y respetará el derecho de los saharauis a ser libres’”, fueron las palabras que pronunció Juan Carlos de Borbón en la capital saharaui, El Aaiún, ante militares españoles. Entre los compromisos asumidos por España, el primero, impuesto por Naciones Unidas, era organizar un referéndum de autodeterminación. Casi 40 años después, los saharauis siguen aguardando que se cumpla esa promesa.
Precisamente hoy, cuando se espera la llegada del rey y de su imponente delegación a Marruecos, donde Juan Carlos I permanecerá cuatro días, varios colectivos de solidaridad con el pueblo saharaui han presentado la cuarta denuncia consecutiva contra el Gobierno español por vender armas a Marruecos.
Una actividad que, no sólo vulnera la ley 53/2007 de exportación de material de Defensa y de Doble Uso, sino también la política común europea en la materia. Ambas vetan las exportaciones de material bélico a países que violen los derechos humanos, unas violaciones que, en el caso del Sáhara bajo control marroquí, están ampliamente documentadas en sucesivos informes de organizaciones como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y la misma ONU.
Representantes de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-SÁHARA), la ONG Justícia i Pau, la Asociación de Juristas Andaluces por el Sahara (AJASAHARA), el Observatorio Asturiano de Derechos Humanos para el Sáhara Occidental y el Observatorio Aragonés para el Sahara Occidental han acudido este lunes al Ministerio de Economía y Competitividad para interponer esta denuncia, cuyo fin es paralizar la exportaciones de nuevos vehículos militares con destino a Marruecos.
En concreto, a estas asociaciones «les consta» que vehículos españoles tipo «Vamtac» (un todoterreno militar en cuya parte trasera se puede instalar armamento ligero) «han sido utilizados en la represión en el Sáhara ocupado, en concreto en la ciudad de El Aaiún, así como en la zona del muro defensivo [los seis muros flanqueados de minas que Marruecos construyó en los 80 para evitar las incursiones del Frente Polisario] que parte en dos el Sáhara», explicó José Taboada, presidente de CEAS-Sáhara.
«A las asociaciones de solidaridad con el pueblo saharaui nos parece muy bien que el rey vaya a Marruecos, pero no que se silencie sistemáticamente lo que está sucediendo en el Sáhara, donde se siguen violando los derechos humanos y practicando la tortura», denunció Taboada, que luego criticó que España haga caso omiso «a su propia legislación» al vender armas a Rabat.
Los activistas y juristas que presentaron la denuncia acudieron al Ministerio acompañados de un testigo que confirmó que el material militar que España proporciona a Marruecos se usa en el Sáhara, donde está desplegado el grueso del Ejército marroquí. Este testigo es Hassana Alia, el joven condenado en rebeldía por un tribunal militar marroquí a cadena perpetua por haber participado en el campamento de protesta Gdeim Izik, un juicio que concluyó con severísimas penas para los 24 imputados, incluidas 8 cadenas perpetuas, entre ellas la del propio Aalia.
Una visita «importantísima»
Tanto desde la Casa Real como desde Moncloa se ha presentado esta visita a Marruecos como «importantísima», sobre todo teniendo en cuenta el alto nivel de la delegación. En ella figura el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, a quien se unirán mañana otros cuatro titulares de carteras ministeriales en el Gobierno del PP: Interior (Jorge Fernández Díaz);Justicia (Alberto Ruiz- Gallardón); Industria, Energía y Turismo (José Manuel Soria) y Fomento (Ana Pastor), así como todos los ministros de Exteriores de la democracia, excepto Morán.
Los presidentes y consejeros delegados que también acompañan a Juan Carlos I asistirán a un foro empresarial en Rabat. De hecho, las relaciones económicas serán uno de los ejes principales de la visita.
Estas relaciones se presentan siempre por parte de las instancias oficiales como «muy importantes» pese a que Marruecos representa sólo el 2,38% de las exportaciones españolas, según las estadísticas del Instituto de Comercio Exterior (ICEX).
En los comunicados oficiales-también en los que han rodeado esta visita- se obvia este dato pero sí se resalta que España es ya el primer socio comercial de Marruecos. Esto es así porque el peso que tiene España para Marruecos es muy superior que a la inversa como es lógico teniendo en cuenta el diferente nivel de desarrollo de ambos países.
Si la importancia económica de Marruecos es aún pequeña, pese a ir en aumento, para el conjunto de la economía española, la situación es bien distinta si se pone el foco en los pingües negocios que esperan hacer algunas de las multinacionales cuyos presidentes acompañan al rey. Por ejemplo, las eléctricas. Fuentes diplomáticas resaltaron los importantes contratos para construir instalaciones productoras de energías renovables que ya han obtenido empresas como Abengoa, que aspiran a seguir haciendo negocio en el país magrebí.
Así es este país.
País dónde reina la injusticia y el engaño desde el golpe de Estado del 36.
¿qué se puede esperar con semejantes cimientos?
Los distintos gobiernos se han puesto siempre de perfil respecto al la ignominia saharaui y, una vez más,la monarquía queda retratada. ¿Qué significa ese contrasentido de monarquía parlamentaria?
Ayer en TVE narraban cómo en Marruecos no han olvidado las lágrimas de Juan Carlos I en el entierro de Hassan II. ¡Cuánta humanidad!
Sólo puedo decir: bochorno y vergüenza de país.