Cultura
Fundación Robo: “Lo suyo sería tocar dentro de un banco”
Nacho Vegas y Marc Balfagón, miembros de este colectivo de agitación cultural, repasan sus dos años de vida. En mayo, editaron su último disco.
[Este artículo fue publicado en el Nº 5 de La Marea]
MADRID // Tras dos años colgando canciones en internet, Fundación Robo ha editado un nuevo disco el pasado mes de mayo. Financiado gracias al crowdfunding, recopila sus hits e incluye un documental sobre la gira de este colectivo de agitación cultural. Dos de sus miembros, Nacho Vegas y Marc Balfagón, hacen balance.
El disco
Marc Balfagón: Estamos muy satisfechos de contar con canciones de estilos diferentes. Mulero viene del techno, Arma X y Diploide, del hip hop, Fiera aporta ruidismo…aunque la mayoría son de grupos de pop y de rock. Es normal que el pop se sintiera más apelado por nuestra propuesta que el hip hop o el hardcore.
Nacho Vegas: Siempre habrá gente a la que guste más unos temas que otros, pero precisamente eso es lo que menos importa en Robo. No queremos dejar que la música sea sólo una cuestión de gusto. Pretendemos dar fe de que hay una comunidad que percibe la música como algo vivo, comprometido y con espíritu colaborativo.
La trayectoria
N.V: Las apariciones en directo han sido extrañas, a veces desastrosas, a veces emocionantes, siempre entrañables y enigmáticas, porque variaba el personal. En la última en la que participé, en Bilbao, con la plataforma REAS Euskadi, acabamos con Esta tierra es nuestra y alguien soltó: “esa canción es demasiado española”. Lo dijo con animosidad y una voz tétrica, arrastrando mucho la ñ, y yo dije “glups” y me escabullí. Nos acababan de llamar españolazos en la jeta, mamina mía. Desde entonces no puedo evitar pensar en Roberto Herreros y en mí como en unos Rosa Díez y Toni Cantó de baja estofa. El pelazo de cada uno os puede indicar quién es quién.
M.B: La Fundación ha funcionado como laboratorio para pensar sobre música y política. Y digo laboratorio porque ha tenido un componente de investigación y experimentación. Hemos descubierto contradicciones y tenido grandes dudas, pero hemos tirado hacía adelante porque lo interesante es repensar estos temas y trasladar el debate a una dimensión más pública.
La gira bancaria
M.B: Lo del banco surgió cuando tuvimos que pensar las recompensas para el crowdfunding. Ofrecíamos un concierto para 25 personas, pero nos sonaba a exclusividad y elitismo. Así que propusimos tocar en asociaciones de vecinos y ateneos, y rematar con un concierto en el banco más cercano. La cuestión era sacar la música a la calle, como los sound system o los sonideros, que plantan unos cacho bafles en medio de la calle y a bailar. En Barcelona hicimos algo en la misma onda: tras acabar en el Apolo propusimos al público cortar el Paral·lel.
N.V: Todavía no hemos tocado en el interior de un banco, que sería lo suyo. Hacerlo enfrente no deja de ser tocar en la calle, y reivindicar un espacio público que es nuestro y de todos mientras no nos restrinjan el acceso.