Política

El bipartidismo se desploma y pierde su hegemonía

De celebrarse elecciones generales, el PP perdería 68 diputados y el PSOE, seis, según la encuesta que publica hoy 'El Periódico'.

Si esta semana se celebrasen elecciones generales, casi uno de cada dos españoles no votaría ni al PP ni al PSOE. Según la encuesta de GESOP publicada hoy por El Periódico, el bipartidismo se encuentra en su momento más crítico y ambos partidos no alcanzarían el 55% de los votos.

La encuesta, realizada el pasado 27 de junio, día en el que el extesorero del PP, Luis Bárcenas, ingresó en la prisión madrileña de Soto del Real, confirma la caída libre de los dos grandes partidos. El estudio otorga 118 escaños al PP (lo que significaría la pérdida de 68 diputados respecto a los resultados de las pasadas elecciones generales) y 104 al PSOE (ahora tiene 110).

Si se mantuviese esta intención de voto, sería la primera vez en España que un partido, el PP, ganaría unos comicios generales con menos del 30% de los votos. El desgaste de PP y PSOE sería capitalizado por Unión Progreso y Democracia (UPyD) e Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya (IU-ICV). El partido de Rosa Díez pasaría de 5 a 31 diputados, y la formación que encabeza Cayo Lara se situaría en los 48 escaños, muy por encima de los 11 con los que cuenta actualmente. El resultado de este baile de cifras es un escenario político inédito en el que los pactos se antojan complicados.

Pérdida de confianza

El sondeo, efectuado por el Gabinet d’Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP) indica también que más del 70% de los ciudadanos no confía en el PP, y más del 60% tampoco lo hace del PSOE. Además, dos tercios suspenden tanto al Gobierno como a la oposición. Un 40% de los encuestados se declara indeciso, lo que deja un amplio margen a los cambios en el número de escaños que conseguiría cada partido.

Convergència i Unió (CiU) también notaría el desgaste y podría perder 5 diputados (caería de los 16 actuales a 11) y pasaría de ser el tercero al quinto partido en representación en la cámara. Tal como auguran los sondeos en Cataluña, Esquerra Repubicana de Catalunya (ERC) capitalizaría buena parte de los votos que pierde el partido de Artur Mas y subiría de los 3 escaños con los que cuenta ahora hasta los 7.

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Comentarios
  1. No me lo creo. Son encuestas. A la hora de votar a la mayoría le entra el miedo y prefieren lo malo o malísimo conocido que la incertidumbre.
    Ya veremos, incluso, si al calor de una cierta recuperación económica -y tras habernos hundido en el barro y aspirar sólo a respirar un poco- no repite el PP, aunque con menos.

  2. Estos datos de que dispone el PP apuntan a que el PSOE podría perder dos escaños en Sevilla, pero podría ocurrir que no todos fueran al PP, ya que hay posibilidades de que uno de ellos se lo lleve el partido de Cayo Lara.

  3. Pepé no es un partido político, sino un Pepe SA; es decir una asociación de intereses sin ideología humanística cuyo fin es sobresalir como élite por encima de los intereses de todos los demás y abanderando los residuos del nefasto franquismo para que no se extinga.
    Para Pepé el Estado ha de ser una empresa rentable cuyos beneficiarios son los que componen la élite minoritaria de cato cerebro e ideas regresistas hasta los límites que imponga la historia en Atapuerca.
    Ellos, en su fuero interno, son conscientes de que la inteligencia no prolifera en sus filas y que para imponer sus conatos de pensamiento deben hacerlo a la fuerza. Franquismo puro, como cuando en tiempos del fascismo cuarenteno no se preguntaba a un interlocutor *usted qué opina*, sino que se decía directamente: *aprovecho para manifestar mi adhesión inquebrantable al Glorioso Caudillo*.
    Es la reacción contra la evolución. Por eso el partido socialista ha cometido un error descomunal cuando ha accedido a ayudar al fascio al que debiera haber combatido denodadamente porque para eso tiene una base importante en la sociedad.

    • Y qué decir del partido Presunto Socialista, con decenas de casos de «puerta giratoria», con un gran historial de privatizaciones, casos de corrupción, etc.

      El PSOE no ha cometido un error. Ha actuado conforme a la naturaleza de sus dirigentes, gente ambiciosa, que de idealista tiene muy, muy poco.

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