Opinión

El PP valenciano recurre al anticatalanismo como arma electoral

La última ocurrencia ha sido decir que el valenciano es una lengua que ya existía en el siglo VI antes de Cristo contradiciendo a los filólogos

Las últimas encuestas conocidas en el País Valenciano que otorgan el poder en la ciudad y en la autonomía a un posible tripartito formado por PSOE, IU y Compromís, ha hecho que el PP valenciano vuelva a enarbolar las señas de identidad y el odio hacia Cataluña como baza electoral.

Únicamente en clave electoral y para tapar los casos de corrupción (su exportavoz y aún diputado Rafael Blasco está imputado por, presuntamente, robar dinero destinado a proyectos de cooperación internacional) se pueden entender las últimas acciones del partido y el grupo parlamentario popular.

Ayer mismo, este grupo presentó una proposición no de ley en Les Corts para pedir al Consell que se dirija a la Real Academia Española (RAE) para que reconozca al valenciano “su categoría de lengua o idioma propio”. El objetivo marcar distancias con Cataluña y el catalán.

Hay que recordar que la RAE define al valenciano “como una variedad dialectal del catalán”, posición con la que coinciden la práctica totalidad de filólogos y profesionales del mundo educativo y universitario. Pese a ello, el PP ha intentado, año tras año, que los distintos tribunales tumben la carrera de Filología catalana que se imparte en el País Valenciano, sin éxito.

La fijación de los populares es tan grande que el portavoz del PP en el Parlamento valenciano, Jorge Bellver, argumenta en su escrito que «después de más de 2.000 años de vida intensa, los valencianos podemos, desde aquí y desde ahora, escribir nuestra historia”.  Incluso llega a decir que el habla de los valencianos «que parte, sin duda, de la más profunda prehistoria, se escribe ya desde el siglo VI antes de Cristo con el lenguaje ibérico y, después de las aportaciones sucesivas a partir de las fenicias, griegas y latinas, ha llegado a nuestros días en la forma en la que la conocemos».

El escrito ha tenido el rechazo unánime de la oposición que lo ha tildado de “burlesco” y “poco serio”. El diputado socialista Josep Moreno se preguntó si «Maluenda (viceportavoz del grupo popular), ¿ya era diputado en el pleistoceno?». El portavoz de Compromís Enric Morera anunció que quien vote a favor de esta iniciativa podría incurrir en un “delito de prevaricación y desde Esquerra Unida, el diputado Lluís Torró afirmó que «lo único que pretende es dividir una vez más a la sociedad valenciana».

Recurriendo a Unión Valenciana

¿Por qué recurre el PP ahora a la lucha de símbolos de nuevo? Los motivos hay que buscarlos en dos sentidos. El primero de ellos, en clave electoral. Ahora que las encuestas anuncian una pérdida de la mayoría absoluta y, posiblemente, del gobierno de la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia, hay que buscar un vivero de votos donde sea.

Y ese donde sea es en la antigua Unión Valenciana. Este partido regionalista de derechas, llegó a tener 200.000 votos  en las elecciones autonómicas de 1991 y siete diputados. Incluso, cuatro años más tarde, con cinco diputados, tuvo la llave del primer gobierno de Eduardo Zaplana. La misma Unión Valenciana le dio la alcaldía de la ciudad a Rita Barberá en 1991 arrebatándosela al PSPV, la lista más votada.

El partido cayó en decadencia, en parte por su apoyo al Partido Popular, y ahora su presencia es prácticamente residual. En cambio, ese valencianismo sociológico que reivindica unas señas de identidad propias alejadas de Cataluña e integrada en una España fuerte se encuentra a la búsqueda de líderes hacia los que mirar.

Guiños al valencianismo

El PP en los últimos tiempos ha hecho varios guiños a ese valencianismo sociológico. El 16 de mayo aprobó en Les Corts una proposición no de ley en la que se expresaba el “malestar” de la institución porque el ayuntamiento de Barcelona incluyó a Valencia en “los países de habla catalana”. Dos días más tarde, también con los votos del PP, se aprobó rechazar en el Parlamento valenciano las propuestas que contengan el termino País Valencià en lugar de Comunitat Valenciana.

También es un guiño las presiones de los sectores más conservadores del partido hacia Alberto Fabra, el presidente valenciano para que no apruebe la reciprocidad que posibilite que la televisión autonómica catalana, TV3, se vea en territorio valenciano. Incluso llegó a multar a la asociación Acció Cultural del País Valencià por tener repetidores que facilitaban ese visionado, aunque luego los tribunales rechazaron esa sanción.

Finalmente, la oposición también ve en esta recuperación de la “lucha por los símbolos” un intento de crear una cortina de humo por los casos de corrupción que llegarán en los próximos meses a los tribunales. El caso cooperación, la financiación ilegal del PP, el caso Gürtel, el caso Brugal, el caso Emarsa, el caso Fabra o el caso Nóos, serían demasiada presión para el partido y para su electorado.

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Comentarios
  1. Que yo sepa, el gran argumento del catalanismo ha sido y sigue siendo el antiespañolismo (Catalonia is not Spain, l´estat opresor, espoli económic, genocidi cultural, etc.). Ese tipo de actitudes son las que empujan a muchos de ellos a arremeter contra los valencianos que no se sienten catalanes. La inmensa mayoría, por cierto. Me pregunto qué les molesta tanto de los valencianos. ¿Que quieran ser españoles? ¿Que no quieran ser catalanes? ¿Que quieran ser valencianos antes que catalanes? No logro entenderlo. Igual que ellos reclaman su derecho a sentirse catalanes y no españoles, les debemos exigir que respeten los sentimientos patrióticos o antipatrióticos de los demás.

    • «Ese tipo de actitudes son las que empujan a muchos de ellos a arremeter contra los valencianos que no se sienten catalanes.» Si preguntas a la mayoría de independentistas actuales si creen/quieren que se independice con ellos te contestaran que si quieren bien y sinó también. No estamos en 1990. El independentismo en Cataluña es un movimiento transversal. I mal que te pese a la mayoría de Catalanes, Valencia les importa muy poco.

  2. El PP valenciano recurre al anticatalanismo como arma electoral
    Pues anda que el antiespañolismo en Cataluña…

  3. Pues es una buena baza electoral. El anticatalanismo da muchos votos a los partidos nacionalistas españoles, pero me da que el PP en este campo no está muy ducho, pues decir que hay que ser anticatalán cuando el valenciano, es un dialecto del catalán, pues es de ser muy torpes. Ahora bien, vuelvo a decir que es un recurso estupendo tirar de nacionalismo para evitar hablar de otro problemas socio económicos más acuciantes; ¿no está haciendo el CIU y el PP lo mismo uno en Cataluña y otro en Madrid?
    Por otra parte, las encuestas son encuestas, el PP tiene todavía mucho tirón, pues mucha gente, quiere vivir del pelotazo, cultura impuesta desde los 60 en este país pero que es intrínseca al capitalismo. Espero no obstante equivocarme fervientemente y que haya un cambio de gobierno.

  4. El problema con este tipo de zoquetes es que en lugar de ocupar un puesto público deberían estar repitiendo primaria, porque Sr. Bellver (cateto e ignorante laureado merecedor de llevar orejas de asno toda su vida) el valenciano al igual que el resto de las lenguas peninsulares a excepción del vasco es una idioma ROMÁNICO y hasta la caída del imperio romano allá por el siglo V DC no podría haber empezado a formarse, pero es que tras el paso de los visigodos y árabes, el valenciano en realidad no aparece hasta el siglo XIII. En resumen 19 siglos de diferencia. Pero que son 1900 años de error para un descerebrado miembro del PP. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2013/06/el-obcecado-y-suicida-comportamiento-de.html

  5. Me da que el PP valenciano ya no es lo que era. Si toda su estrategia (para tender una cortina de humo, para seguir «prietas las filas») es lo del anticatalanismo, lo tienen crudito. En la sociedad valencia eso ya no es un «problema» «real». Como «ideología de reserva», no les va a reportar más que disgustos cuando los enanos les crezcan en su lado más extremo, tirando hacía la derecha.

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