Vidal-Folch afirma que se ha sometido a los catalanes a una “aceleración histórica brutal”

BARCELONA // Tras la multitudinaria manifestación independentista del pasado 11 de septiembre en Barcelona, que fue gestándose a partir del movimiento de celebración de consultas por la independencia en centenares de municipios catalanes, el president de la Generalitat, Artur Mas, decidió disolver el Parlament y convocar nuevas elecciones, presentando como su principal reclamo electoral la celebración de una consulta de autodeterminación. Los acontecimientos se han ido sucediendo a una velocidad vertiginosa desde entonces. Tanto, asegura el periodista Xavier Vidal-Folch, que han propiciado “un nivel de digestión bastante pequeño, lo cual me parece peligroso”.

Por ello, el columnista de El País ha tratado de elaborar un retrato sereno y frío de los condicionantes que afectan a la llamada “cuestión catalana” en el libro Catalunya independent? (La Catarata), editado por la Fundación Alternativas.   “El libro servirá si he conseguido que los hechos hablen por sí solos y que los prejuicios sean los mínimos. He querido acercarme muy fríamente a los datos y preguntarme por ellos, sobre todo los que no se han cuestionado públicamente”, ha explicado Vidal-Folch, durante la presentación esta mañana en la sede del Col•legi de Periodistes de Catalunya..

“El libro intenta explicar que ha habido una aceleración histórica brutal. Parece haber desaparecido el consenso estatutario que abogaba por una vía confederal, autonómica… Esta aceleración ha sido un cambio orientado por unos dirigentes que han ido improvisando sobre la marcha”, ha apuntado el periodista. Durante la presentación ha ido desgranando algunos de los puntos más relevantes que aborda la obra, el primero de estos, la situación de la economía pública: “Aunque a veces tratamos de disimularlo y ocultarlo, la economía pública catalana está en quiebra. Tuvo que ser rescatada cuando la Generalitat se acogió al FLA (Fondo de Liquidez Autonómica), que tiene unas condiciones griegas”.

La utilización de la expresión “expolio fiscal”, origen de la manida “España nos roba”, tiene, para el autor, un componente de trampa. “El Govern ha hecho públicas solamente dos de las posibles balanzas fiscales que se pueden hacer. Estas indican un déficit fiscal del 8,5% del PIB, lo cual si fuera así sería gravísimo. ¿Pero qué pasa si este déficit fuera realmente del 5% o el 6%? Estaríamos hablando de un déficit fiscal excesivo, que habría que corregir, pero ya no de un expolio. Al difundir esta idea, cala en los ciudadanos que España nos roba, y claro, con alguien que nos roba ya no queremos ni hablar”, ha alertado. “Esta discusión no se hace, no se le buscan las vueltas. Estamos imbuyendo a los ciudadanos de Cataluña en un viaje de una cierta entidad con una base, en ese sentido, muy débil”.

“Lenguaje ambiguo y pervertido”

El periodista también hace hincapié en el “lenguaje ambiguo que trata de suavizar el cambio de rumbo”. En este aspecto aparecen expresiones como “transición nacional”, cuando “estamos hablando de un proceso de ruptura”; “Estado propio”, cuando se refieren a “independencia”, o “derecho a decidir” para hacer referencia al “derecho a celebrar un referéndum por la independencia”. “Estamos ante un lenguaje pervertido del cual hay responsables, que no son aquellas personas que han defendido siempre un proyecto independentista. No me parece bien edulcorar la radicalidad de una propuesta”, ha mantenido.

Todo ello provoca, para Vidal-Folch, que estemos “rodeados entre dos polos: el bloqueo y el galope, no vamos a un trote ligero”. Y es que esta postura se ve “alimentada por el nacionalismo inverso, el nacionalismo español representado por la actuación del Partido Popular”. El periodista ha recordado la serie de leyes promulgadas por el Gobierno del PP que, “bajo el aspecto de un aumento de la funcionalidad y de racionalización de los recursos, tienen una voluntad recentralizadora, por ejemplo, la ley del regulador único”. Ha mencionado también la “esquizofrenia jurídica” que provoca que el PP impugne artículos del Estatuto catalán que sin embargo han salido adelante en los mismos términos en otras comunidades.

La pulsión de estos dos polos opuestos está provocando también, opina el autor, que los periodistas “estemos siendo demasiado respetuosos con las doctrinas oficiales. Hay una cierta tendencia al militantismo”.

Una democracia en retroceso

El análisis de los elementos que actúan conjuntamente en el proceso se enmarca, ha expuesto el presidente de la Fundación Alternativas, Pere Portabella, en un momento histórico en el cual “la democracia está claramente en retroceso”. El último análisis de la fundación, el Informe sobre la Democracia en España en 2013, sitúa la valoración de la calidad de la democracia española al borde del suspenso, con un 5,2 de nota, cuando en el 2008 era de un 6. Los índices de desigualdad, ha remarcado Portabella, son de los más altos de la Unión Europea.

“También es importante la crisis profunda del bipartidismo, que para mí es una buena noticia para recuperar la regeneración democrática”, ha valorado Portabella. El bipartidismo, ha subrayado, “no ha permitido ninguna reforma de la Constitución más allá de que apuntaló el techo del déficit en el 2010, y tampoco la reforma necesaria de la ley electoral que permita a las minorías estar mejor representadas”.

“Los conflictos deben abordarse abiertamente sin que haya un choque de trenes, y dejando siempre que la ciudadanía sea la que decida en última instancia”, ha defendido el presidente de la fundación. En ese sentido, ha ensalzado como un valor positivo el creciente grado de “politización de los ciudadanos”.

Precisamente, el choque de trenes es la opción de resolución del proceso que el libro apunta como más probable, por encima de la celebración de un referéndum de forma pactada y de una reforma constitucional hacia la vía federal. Sin embargo, a raíz de los últimos acontecimientos, Vidal-Folch ha matizado: “Creo que está cogiendo más impulso la vía de la reforma constitucional, que haría posible que la sentencia del Tribunal Constitucional contra el Estatut fuese distinta de la que emitió entonces”. Además, ha apuntado el autor, es cada vez más probable “llegar a una situación de bloqueo en la gobernabilidad de Cataluña, puesto que cada vez son mas frecuentes las discusiones en el seno de CiU y también con ERC”.