Economía
Fecha límite para la privatización de Aena: 1 de noviembre de 2014
Contratará una asesoría financiera de 18 meses por 600.000 euros. La adjudicación no se realizará mediante contrato público, sino negociado. La privatización arrancó hace más de dos años y ha sufrido múltiples retrasos
CIVIO // El Ministerio de Fomento ha publicado la licitación del contrato de asesoría financiera para la privatización de Aena. El importe máximo que pagará por este servicio es de 600.000 euros y el plazo de ejecución es de 18 meses desde el 1 de mayo de 2013. Así, el departamento que dirige Ana Pastor calcula finalizar el proceso de privatización, como máximo, el 1 de noviembre de 2014.
Las fechas para el arranque de la entrada de capital privado han ido retrasándose en los últimos meses. Mientras el presidente de Aena, José Manuel Vargas, anunció en febrero que la privatización se llevaría a cabo “de forma inmediata”, Ana Pastor rebajó los tiempos poco después y calculó que el proceso se iniciaría antes de finalizar el año. De hecho, la privatización de Aena arrancó hace más de dos años con la aprobación por parte del Consejo de Ministros -entonces socialista- de la creación de la sociedad mercantil.
La contratación de una empresa de asesoría financiera no se va a llevar a cabo mediante concurso público, sino a través de un proceso negociado. Las firmas que se postulen tienen de plazo hasta el próximo 22 de abril para presentar sus propuestas.
Tal y como se especifica en las cláusulas administrativas, las funciones del asesor financiero abarcarán desde la redacción de pliegos y planificación del proceso hasta la firma de los contratos de venta de participaciones y la redacción del informe final, pasando por su participación en todas las negociaciones. Estos mismos documentos señalan, además, que el porcentaje de Aena que acabará en manos privadas está “por definir”. El Gobierno ha afirmado en los últimos meses que el Estado seguirá teniendo control mayoritario en la compañía.
Además, las condiciones del contrato recalcan la importancia de la confidencialidad sobre el proceso de privatización por parte de la empresa que resulte adjudicataria. Un secreto “de carácter indefinido” que incluye, de manera específica, la obligación de evitar que los datos registrados durante el proceso lleguen a los medios de comunicación.
[Eva Belmonte es autora del blog El BOE nuestro de cada día]