Política
Alberto Núñez Feijóo, la voz moralizante del Partido Popular
El presidente de la Xunta de Galicia busca entre sus enemigos políticos de dentro y fuera del partido el responsable de dar a conocer sus fotos con Marcial Dorado.
El pasado 30 de marzo el periódico El País publicaba unas fotos del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, en las que aparecía con el narcotraficante Marcial Dorado Baúlde. Las instantáneas, datadas en el año 1995, presentan a un joven Feijóo, número dos de la consejería de sanidad, que por aquel entonces dirigía su mentor político, José Manuel Romay Becaria. Junto a él, Marcial Dorado, quien años después sería condenado por narcotráfico y que entonces ya había sido detenido por contrabando de tabaco.
Inmediatamente, el presidente de la Xunta se apresuró a denunciar una campaña en su contra y marcó distancias con el contrabandista. El mismo Núñez Feijóo aseguró que conocía la existencia de esas imágenes pero que no le han conseguido “amedrentar” durante estos casi 20 años en los que asegura que le amenazaban con su publicación. Lo que no ha aclarado el líder popular es quién le habló de ese material y a quién puede interesarle su aparición en estos momentos.
Indudablemente, Alberto Núñez Feijóo está colocado en un puesto de salida en la línea sucesoria de Mariano Rajoy y eso es algo que desde algunos sectores de Génova 13 no está bien visto. Considerado, hasta ahora, como un “barón limpio”, la salida a la luz de estas fotos pueden lastrar su imagen como futuro líder del partido.
Algunos líderes populares recuerdan que ha sido el mismo Feijóo quien ha iniciado esta guerra, al recordar que él no militaba en el partido cuando, según las cuentas de Bárcenas, se produjo un ingreso en la federación gallega de 21 millones de euros.
Tampoco, se apresuran a recordar sus defensores, estaba en la cúpula popular cuando se produjeron los presuntos apuntes contables del extesorero del PP Luis Bárcenas que implican a varios dirigentes como receptores de dinero negro. «Casos como el del señor Bárcenas me repugnan”, afirmó el pasado mes de febrero, a la vez que instó al PP “a dar explicaciones sobre ese asunto”.
Feijóo ya sabe lo que es luchar por hacerse con el control de un partido. En 2006 tuvo que luchar contra el poder de Xosé Cuiñas, el número 2 del partido gallego y con el todopoderoso presidente de la Diputación de Ourense, José Luís Baltar, para hacerse con las riendas del PP gallego.
Camps, Gallardón y Fátima Báñez
Pero Galicia se le ha quedado pequeña y sus aspiraciones pasan por Madrid. Fue a finales de 2009 cuando Núñez Feijóo comienza a apuntar a la política nacional, mostrando sus aspiraciones, en aquel momento, a ser un barón de primer orden.
El primero en recibir su crítica en su estreno baronil fue Francisco Camps. El expresidente valenciano, se encontraba en pleno proceso judicial por el llamado caso de los trajes, y Feijóo le instó a aclarar sus vínculos con la trama Gürtel y pidió una ley que «clarifique y transparente» la financiación de los partidos políticos españoles. El político gallego fue más allá y marcó distancias con Camps al declarar que «cada palo debe aguantar su vela».
Pero han sido en los últimos tiempos cuando las apariciones públicas de Feijóo se han ido incrementando y las luchas internas en el seno de los populares se han hecho más evidentes.
Varios líderes populares han sido los destinatarios de sus dardos lanzados sin perder la sonrisa. El primero de ellos, Alberto Ruiz Gallardón. El ministro de Justicia tuvo que escuchar como desde el PP gallego se le recomendó “reflexionar” y “reconsiderar” la implantación del tasazo judicial.
«En mi opinión hay determinadas tasas en esa ley que debería ser reconsiderado su volumen, su importe y su cuantía», indicó Feijóo mostrando sus credenciales a Génova 13 como verso libre.
Las siguientes en sufrir los ataques del presidente gallego fueron las ministras Fátima Báñez y Ana Pastor. Ambas, siguiendo el argumentario económico de Montoro y Rajoy, afirmaron que «España está saliendo de la crisis» y las medidas reformistas «están empezando a dar sus frutos».
Feijóo no dudó en enmendarles la plana a sus compañeras de partido. “Un país”, declaró, “con el 25-26% de paro tiene una profunda crisis económica y mientras eso no levante pues lógicamente no podremos decir cosas que nos gustaría decir a todos». Nadie le dijo nada.
Los últimos en ser cuestionados por Feijóo han sido Bárcenas y la ministra de sanidad, Ana Mato. Del primero dijo que “no se fía” y de la segunda que «tiene que dar explicaciones, y contundentes, para preservar su honorabilidad».
Cualquiera de ellos y de otros futuribles sucesores de Rajoy estaría encantado con la aparición de estas comprometedoras fotos de Feijóo con un contrabandista. Es el primer aviso al político gallego de que no le va a ser fácil asomarse a la lucha sucesoria.
PSdG y BNG
En la oposición también están encantados con la aparición de las fotos con el contrabandista Marcial Dorado. De hecho, el secretario general de los socialistas gallegos, Pachi Vázquez, cree que habrá «más fotos» y afirma que entre Alberto Núñez Feijóo, y Marcial Dorado, » había una relación estable, de muchos años, que no se resume en cuatro imágenes».
Y en el Bloque Nacionalista Galego (BNG) recuerdan que el mismo Feijóo utilizó una vieja foto de Anxo Quintana a bordo del yate del poderoso empresario gallego Jacinto Rey, propietario de la Constructora San José y adjudicatario de concursos de la Xunta. Quintana era entonces el vicepresidente del gobierno gallego bipartito y el PP centró su campaña contra el gobierno de PSdG y BNG en su figura. Era la época en la que Feijóo afirmaba que “el Gobierno no se puede fotografiar con malas compañías».
Franco, Fraga, Rajoy, ¿Feijóo?
¿Otro gallego (de derechas)?
Periodismo retroactivo http://histericapeninsula.blogspot.com.es/2013/04/periodismo-retroactivo.html
Se te ha visto el plumero Frijolito.A ti hay que aplicarte la presunción de delincuencia como a todos los miembros de tu banda.