Economía

Las exportaciones a China, Canadá y Brasil resucitan la minería andaluza

La tasa de desempleo en Aznalcóllar (Sevilla) había pasado del 11% a cerca del 80% en cinco años por el cierre de las minas. La Junta prepara una reactivación del sector

SEVILLA // “En mi familia todos son mineros. Cuando Boliden estaba en funcionamiento y ocurrió lo del vertido éramos cinco hermanos los que vivíamos de la mina y hemos estado en este conflicto durante más de una década”. Hoy, 15 años después del desastre medioambiental de Aznalcóllar en el entorno de Doñana, los mineros de la comarca se vuelven a poner en pie.

Piden, como es el caso de Juan José Fernández Garrido, ex portavoz de los trabajadores de la empresa Boliden, un impulso de la minería metálica en la faja pirítica de Andalucía, muy rica en metales como el cobre y el zinc. Desde el cierre de sus instalaciones en 2002, estos minerales han remontado su precio en el mercado. La imagen oscura del desastre ecológico parece haber quedado atrás. Y administraciones como la Junta de Andalucía empiezan a tender su mano. El aumento de la demanda de materias primas en países emergentes como China, Brasil o Canadá resulta prioritaria para la reactivación del sector andaluz.

La Consejería de Ciencia e Innovación de la Junta de Andalucía publicó el pasado 5 de febrero en el BOJA un decreto por el que sacó a concurso público los permisos de investigación o concesiones mineras de 61 cuencas en esta faja pirítica. De ellos, 40 corresponden a Huelva y 21, a Sevilla. La administración ya está adelantándose a los acontecimientos sociales abriendo puertas para que haya investigaciones en estas cuencas.

Juan Antonio Caravaca, secretario general del sindicato provincial de CCOO de Sevilla ha señalado que “la demanda de países como China, Brasil o Canadá ha permitido que metales como el cobre hayan revalorizado su precio hasta los 7.000 dólares la tonelada”. Hace 11 años, cuando cerró Boliden, el precio de este mineral era de 1.000 dólares. La importante subida de precios ayudará a las multinacionales extranjeras a explotar de forma rentable estos yacimientos andaluces, generando además empleo con 12.000 puestos directos. Por su parte, la Consejería de Innovación no arroja datos sobre los puestos de trabajo. Destaca que hay que ser “prudente” con las cifras: “Aún es pronto para hablar de estimaciones de empleo. Habrá que esperar a que las empresas realicen sus investigaciones sobre las posibilidades de extracción del mineral”.

La Federación de Industria de CCOO está llevando a cabo una serie de movilizaciones que conciencien a ciudadanos, ayuntamientos, empresarios y partidos políticos sobre la importancia de volver a poner en auge este sector en Aznalcóllar, de acuerdo con el plan estatal de este sindicato para el impulso de la industria. Fernández Garrido afirma que “el paro en esta zona minera ha aumentado de forma muy evidente desde el cierre de Boliden en 2002”. Y las cifras son alarmantes. La tasa de desempleo en Aznalcóllar ha pasado del 11% a cerca del 80% en cinco años. La apertura de estas nuevas cuencas daría empleo de calidad y estabilidad en el tiempo, ya que la explotación podría durar 20 años.

“Esta comarca es minera desde hace siglos. Hemos tenido monocultivo, sólo de mina” apunta Sánchez Garrido. Aznalcóllar concentra en su censo a 5.000 habitantes, que se sustentan hoy día de recursos mal repartidos como la agricultura. “En Aznalcóllar, hay 4.000 hectáreas de tierra y 3.000 solo son de tres cortijos. Por lo tanto, 1.000 hectáreas se reparten entre pequeños y medianos agricultores”, denuncia.

Andalucía emplea a 2.500 personas en el sector de la minería, repartidos en dos cuencas: la de Cobre Las Cruces, en Gerena (Sevilla) y Aguas Teñidas, en Almonaster La Real (Huelva). La reserva de casi 30 millones de toneladas y 47.000 hectáreas de mineral en la faja pirítica muestra el potencial para impulsar un oficio tradicional que no requiere de una importante cualificación. Sindicatos como CCOO destacan que un joven puede aprender el oficio de la minería con un curso de entre tres a cinco meses.

El caso de Juan José Sánchez Garrido es similar al de todos los que, desde el pasado martes, están realizando una marcha que arrancó en la plaza de la Farola de Aznalcóllar rumbo a Sevilla, a 45 kilómetros, para pedir la reactivación de la minería en el lugar. Desde sus primeros años de juventud, Sánchez Garrido decidió dedicarse a la mina. A sus 45 años, aún cree en su oficio lleno de esperanza, como el primer día. “Cuando los países emergentes han dicho que necesitan todos los metales del mundo, ha vuelto a resucitar los precios con la garantía de que empezará a remontar la propia economía”.

El centenar de mineros que participa en la marcha ha recorrido los últimos municipios antes de llegar a Sevilla con camisetas y banderas andaluzas que reivindican que la minería es una profesión de futuro. El concurso público de la Junta para adjudicar las concesiones mineras finaliza hoy.

Como broche final a las reivindicaciones, los mineros tienen previsto finalizar su marcha y entrar en el Parlamento Andaluz hoy a las 13.30 horas. Se espera que unas 2.000 personas les acompañen.

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Comentarios
  1. Psicoloco dices, NO a estas explotaciones. ¿La solución? bueno, nosotros mantenemos que las energias renovables, las alternativas sostenibles y no la energía sucia, también daría trabajo.
    Lamento decirte que estás equivocado. Los humanos necesitamos energía y materias primas para construir y desarrollarnos. La minería pertenece al sector de las materias primas y no de la energía. Esas materias primas se están sacando de países en vías de desarrollo con graves conflictos bélicos asociados (seguro sabes del coltan) ¿Qué propones? ¿seguir extrayendolo de esa manera?
    La solución pasa por: 1º Reciclaje: Necesitamos aprender a reciclar y separar las diferentes materias primas de nuestras basuras. Estamos en ello, pero le falta mucho. Hay una empresa en alemania que se dedica a recuperar la plata mediante reciclaje. Si fuese un pais sería el 5º pais con mayores reservas de plata. Sin embargo, las leyes de la termodinámica nos impiden vivir sólo del reciclaje, siempre necesitaremos añadir producto nuevo. Por lo tanto se necesita…
    2º Una minería del siglo XXI, no del siglo XX, en el que se tenga en cuenta sostenibilidad medioambiental y la salud de sus trabajadores y eso sólo puede venir de países avanzados en materia ambiental y social, como los países europeos, porque de África o Asia van a seguir utilizando la minería del siglo XX. Ojalá Andalucía se convierta en abanderado de esa minería del siglo XXI

    • La finitud del planeta nos impide vivir indefinidamente de la minería, porque las minas se agotan y van siendo sustituidas paulatinamente por vertederos. En cambio, mientras tengamos un aporte de energías renovables, la termodinámica no nos dice nada en contra del reciclaje.

      Otra cosa es que durante parte del siglo XXI aún nos va a hacer falta minería, mientras se pone en marcha toda la infraestructura del reciclaje (y mientras hacemos una transición al decrecimiento, porque si seguimos a este ritmo por un lado o por otro esto será insostenible). O, si se le quiere llamar minería a la explotación de los vertederos, entonces sí, una suerte de minería moderna nos va a hacer falta siempre.

  2. Psicoloco,
    Hemos de solucionar esos sentimientos contradictorios.
    Los que somos ecologistas, evidentemente no queremos que exista población en paro, y cuando la explotación medioambiental es perjudicial para el medio-planeta-todos, hemos de decirlo claro. NO a estas explotaciones. ¿La solución? bueno, nosotros mantenemos que las energias renovables, las alternativas sostenibles y no la energía sucia, también daría trabajo.
    Es voluntad política. Y ésta voluntad que ostenta el poder (y la que no, vease sindicatos mayoritarios), están en pos de las ganancias económicas de las grandes empresas y/o del empleo da igual de la forma que sea.

  3. Esta noticia me produce sentimientos contradictorios, entre el derecho al trabajo y la consciencia de los excesos en la explotación de los recursos naturales, que nos lleva a la catástrofe ambiental.

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