Política
Mónica Oltra, la política que camina entre elefantes
El novelista Ferran Torrent ofrece un retrato de la diputada valenciana, fruto de horas de conversación
VALENCIA // Nunca ha sido cabeza de lista de ningún partido político. Ni siquiera es la portavoz de su grupo parlamentario en Les Corts Valencianes. No milita en el principal partido de la oposición, pero Mónica Oltra es la política más conocida fuera de Valencia.
Si Andreu Buenafuente la definió como “la política más cañera del País Valenciano”, ahora el escritor Ferran Torrent da un paso más y ha publicado una libro donde ofrece un retrato sobre esta diputada que arrasa en las encuestas de popularidad. El libro, que se estrena este miércoles con el título Caminaràs entre elefants, está publicado en valenciano, aunque la editorial Columna espera una pronta edición en castellano.
Uno de los grandes éxitos de Mónica Oltra es que no responde a los parámetros de la llamada izquierda. Como explica el escritor de Sedaví, “en el fondo es muy conservadora, dice ‘mi hombre’, lleva anillo, cocina de puta madre…”. “¿Eso es ser conservadora?”, le responde Oltra. Ambos se ríen. Por si fuera poco, que diría un purista, es fallera y, siendo de izquierdas, disfruta de la fiesta josefina, . Todo un fenómeno paranormal en Valencia.
De la complicidad de la diputada y el escritor, y de varias conversaciones entre ambos ha nacido este libro, una obra que servirá para perpetuar, más aún, el fenómeno Oltra. Ambos compartieron comidas y conversaciones, hasta fueron al Casino, “para que Mónica viese un mundo totalmente alejado del suyo y porque el mundo es muy grande”, comenta Torrent.
Allí, junto con un amigo del escritor, jugador y «nada de izquierdas”, Mónica reconoce sentirse “como una pecadora”, y Ferran, el novelista, el canalla, se encuentra en su salsa. Pero Mónica se defiende igual que en el parlamento o en uno de los juicios en los que participa como abogada, su profesión.
Entonces, Oltra asegura que ese día pasa vergüenza, la misma que, según ella misma reconoce, pasó cuando se puso la camiseta con la leyenda Wanted Francisco Camps, haciendo alusión a las continuas ausencias del expresidente en el parlamento valenciano.
En el libro encontramos a una Mónica natural, relajada, con la libertad con la que suele hablar. “No soy nacionalista, ¿se nota mucho?”, le llega a decir en un momento de confianza a Ferran Torrent, aunque se justifica diciendo que le interesan “los derechos de los pueblos”.
A la diputada de Compromís le falta poco para que salga su tono emocional. Un tono que recupera a la hora de hablar de Francisco Camps: “Cuando le atacaba, me sentía mal”, asegura. Y suena sincera.
Igual de sincera que suena cuando habla de su interés por ser alcaldesa de Valencia. “Me gustan los retos y me hubiese gustado enfrentarme a Rita Barberá hace años, pero ahora, tal y como está…”. Y ahí queda la duda.
Y es que el futuro político de Mónica Oltra está siempre presente. Ella es el mayor activo de Compromís, pero la coalición tiene un líder, Enric Morera. Esa bicefalia se está manejando con relativa tranquilidad. La misma Oltra asegura que “no hay problema en la relación personal, de momento”. De hecho, el mismo Morera hace el epílogo del libro y Ferran Torrent, afín a Compromís, no se moja por ninguno de los dos como futuro candidato a la Generalitat Valenciana.
En estas intrigas políticas, Oltra no se encuentra a gusto, baja la vista, se convierte, se transforma. No es ella. Enseguida cambia el chip, sonríe al escritor y vuelve la política en estado puro, la política que camina entre elefantes.
Todavía quedar diminutos restos en la política que inspiran algo de confianza. Your email address will not be published. Required fields are marked
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Se nota que camina entre elefantes, como los que la quieren inhabilitar por ser fiel a sus ideas, frente a los dogmatismos de la derecha y la izquierda. Por eso es querida por la gente sencilla.
Su pasado la inhabilita para cualquier responsabilidad. Traicionó a la organización por la cual fue elegida diputada y sigue muy orgullosa de ello. Así que en cualquier momento traicionará otra vez, al Bloc, al pueblo valenciano, a cualquiera que confíe en ella.
Totalmente de acuerdo psicoloco. No me gustó la ruptura del pacto EUPV+BLOC+ELS VERDS pero una vez roto se ha visto como EUPV y Compromís están defendiendo muy bien los derechos de los ciudadanos y se merecen nuestro respeto. Mònica Oltra ha roto con el bipartidismo y ha hecho que mucha gente se interese por la política por su discurso sencillo y sincero. Tal y como están las cosas me alegro de que le vaya bien y pienso que su partido superará al PSPV-PSOE en algunas comarcas. Mientras tanto EUPV sigue haciendo su trabajo bastante bien. Se nota que hay competencia en la izquierda valenciana por hacer las cosas bien y además aplaudo que no haya guerra sucia entre ellos. BRAVO
No te enfrentas a Rita Barbera porque no te gusta hacer leña del árbol caído.
tal y como esta Valencia, tu sabes porque se voto a F.Camps? que pasa con los Valencianos. ¿les gusta que les roben sus impuestos?
Ahora endiosamos a la que otrora fue la cabecilla de los tránsfugas que se aprovecharon de su escaño obtenido gracias a la candidatura de Esquerra Unida para montar una escisión por la derecha.
Si, todo un ejemplo a seguir.
Sabes, Charli, que la coalición con la que salió elegida diputada por primera vez se llamaba Compromís y, en ella, estaba Esquerra Unida como principal fuerza y también otros partidos (Bloc, Els Verds…).
Sobre quién tuvo la culpa de la ruptura de la coalición, depende de con quién hablo son unos u otros los que son los responsables principales.
En cualquier caso, creo que Mònica Oltra, igual que Marina Albiol y otra gente, son activos importantes de las izquierdas valencianas que espero que sigan dando mucha guerra durante los próximos años.
Izquierda Unida nuuunca tiene la culpa de nada.
Son siempre los demás los que traicionan a la izquierda. Incluso aunque sean ellos mismos, como Morán Santín.
Y por supuesto todo eso pasa por su derecha. La izquierda pura la atesoran ellos.
Hay remedio. Se llama autocrítica y humildad.
Y a Oltra le sobra de ambas.