Los jornaleros de Somonte celebran el primer aniversario de la ocupación de una finca en Córdoba

Los faros de un coche patrulla de la Guardia Civil suelen servir de despertador a los habitantes de Somonte. Cada mañana a las 7.30, sin excepción, el vehículo se adentra en esta finca de 400 hectáreas propiedad de la Junta de Andalucía situada en Palma del Río (Córdoba). Los agentes conducen por el largo camino que atraviesa estos campos sin cultivar durante años y aparcan delante de las casas ocupadas por 17 jornaleros desde el 4 de marzo de 2012. Después de tomar nota de las matrículas de los coches presentes, se van sin más.

Por ahora no hay nada que temer. Atrás queda el miedo a volver a ser desalojados de noche y por la fuerza, como ocurrió el pasado 26 de abril. Saben que cuentan con el apoyo de Izquierda Unida, actualmente miembro del Gobierno andaluz. Pero sobre todo son conscientes de que tienen ganada la batalla de la opinión pública. Su lucha por cultivar estas tierras yermas ha sido calificada como un ejemplo de dignidad por medios de comunicación de todo el mundo. Y ya hace tiempo que se acostumbraron a ver llegar a este recóndito lugar equipos de televisiones brasileñas o coreanas para entrevistar a Lola Álvarez, la líder del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) en Córdoba que, a sus 44 años, se ha convertido en el motor del proyecto de Somonte.

Estas visitas rompen la rutina que reina en la finca, alejada varios kilómetros de los municipios más próximos. El trabajo en el campo y la venta de los productos que cultivan ocupan buena parte del día y, a última hora, siempre hay algo que hacer: cuentas que ajustar, animales que cuidar o verduras que poner en conserva. Las comidas son colectivas y desde hace unos meses las preparan por turnos. Antes se encargaba de ellas María, toda una especialista en disimular en los guisos que en Somonte se come “poca carne” y menos pescado.

La economía de subsistencia de esta “nueva familia”, como la bautiza Lola, requiere buenas dosis de ingenio y humor para asumir desde la “pérdida de intimidad” que implica convivir en tan poco espacio y en dormitorios compartidos, hasta una sobredosis de pimientos. A finales de año se les acumulaban las cajas de esta verdura y, en consecuencia, los platos preparados con ella. Por suerte, los huevos de las gallinas de Somonte son exquisitos. Junto a estos animales, campan varios gallos y un rebaño de 29 ovejas y 5 cabras. Casi todos son donaciones de personas y colectivos que apoyan la ocupación y que celebran cada pequeño triunfo, como la siembra de 55 hectáreas de trigo, 70 de avena, una de patatas y dos de habas. Ése es el balance que presentó a principios de febrero la Asamblea de trabajadores y trabajadoras de Somonte, en el que también registraban la plantación de algarrobos, de 200 olivos y 1.500 encinas. “Se trata de demostrarle a la Junta que somos capaces de generar más riqueza y empleo que el que se estaba produciendo bajo su administración”, explica Mark Bellido, un periodista sevillano que ha pasado más de medio año trabajando en la finca.

El esfuerzo podría verse recompensado en breve. Izquierda Unida ha logrado que el Ejecutivo andaluz se comprometa a crear un Banco Público de Tierras antes de finales de año. El proyecto pretende poner las 20.000 hectáreas propiedad de la Junta de Andalucía –la mayoría sin cultivar o de poca productividad– a disposición de proyectos cooperativos que generen empleo, explica Dolores Quintana, portavoz de IU en la comisión de Agricultura del Parlamento. A estas tierras se les podrían sumar las de titularidad estatal, algunas de ellas grandes latifundios, como la finca de La Almoraima, en Castellar de la Frontera (Cádiz). El objetivo marcado es crear un puesto de trabajo por cada hectárea.

Fomentar el cooperativismo
El clásico “la tierra para quien la trabaja” ha evolucionado e incluso los líderes de Izquierda Unida lo matizan. Desde esta formación también admiten que no todas las hectáreas que se pondrán a disposición del Banco Público de Tierras reunirán las condiciones idóneas para llevar a cabo proyectos de autoempleo, pero rechazan que se trate de las migajas del viejo sueño. Entre otros, “esta iniciativa servirá para poner en valor la economía social y fomentar el cooperativismo”, destaca Quintana.

La presión de la calle es tan grande que la idea ha acabado siendo aceptada por el PSOE e incluso por el PP: “Vemos la idea con bastante interés, porque somos conscientes de que la crisis perjudica sobre todo a los jornaleros. Es cierto que hay bolsas de tierras públicas que quizá no tienen el aprovechamiento y la repercusión que deberían tener. Pero hay que esperar a ver cómo se va a desarrollar esta medida”, argumenta Miguel Ángel Araúz, portavoz de Agricultura del PP en el Parlamento andaluz.

Semana de celebración

Somonte ha celebrado este fin de semana su primer aniversario de ocupación con dos jornadas llenas de actuaciones musicales. Entre las formaciones que han querido homenajear a los jornaleros, destacan El Kávila, la FRAC, Los Piezas y miembros del grupo Gente del Pueblo. Estos actos no son excepcionales en Somonte, donde ya se han celebrado talleres y veladas poéticas en varias ocasiones.

Por otro lado, el pasado jueves se conocía la noticia de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha imputado al parlamentario andaluz y alcalde de Marinaleda (Sevilla), Juan Manuel Sánchez Gordillo (IU), por participar, el pasado julio, en la ocupación de la finca de Las Turquillas, propiedad del Ministerio de Defensa. En ese proceso hay imputadas otras 53 personas.

(Versión ampliada sobre la ocupación de Somonte y las consecuencias del paro en Andalucía en el número 3 de La Marea, a la venta en quioscos hasta el 21 de marzo. También puede adquirirse en esta web)