Sociedad
Un año después de expulsarles, España busca a cinco argelinos que denunciaron agresiones de la policía
Los abogados presentarán un escrito para que puedan comparecer ante el juzgado por videoconferencia
VALENCIA// Hace casi un año varios internos del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Zapadores en Valencia denunciaron malos tratos y golpes por parte de la policía. En su momento, declararon ante la justicia. Pero hoy, casi un año después, les ha convocado para volver a declarar el 19 de abril. El problema es que los denunciantes están en Argelia, donde fueron expulsados pocos días después de poner la denuncia.
Los cinco chicos -tres de ellos afirmaron que eran menores- habían llegado en una patera con diez personas más a las costas de Almería el 8 de abril de 2012, tras jugarse la vida en una travesía de 20 horas.
Ahora, el juzgado número 4 de Valencia les ha citado para que ratifiquen las denuncias que realizaron en su momento y donde los cinco denunciantes coincidieron en la descripción del agente agresor y en la narración de los hechos. En aquel momento, el juez consideró que las lesiones eran de “poca entidad” y rechazó el habeas corpus por lo que los argelinos fueron expulsados. La investigación siguió su curso.
Pese a que el equipo jurídico de la campaña CIEs No pidió la suspensión de la expulsión ya que el hecho de que no estuviesen en España “ocasionaría la impunidad evidente de los hechos, la falta de castigo en su caso del presunto agresor y la violación de derechos constitucionales y procesales”.
Ester Izquierdo, miembro de la comisión jurídica de la campaña CIEs No, reclamó que a través del consulado español en Argelia “se les localice, declaren por videoconferencia y se les empiece a tomar declaración a los policías”. “Que se continúe investigando”, sentenció.
Relato de los hechos
En su primera declaración, los denunciantes afirmaron que la noche del 28 al 29 de abril, mientras permanecían en sus celdas, dos agentes de la policía entraron a registrar con el pretexto de que olía a humo porque estaban fumando. Salieron sin encontrar nada, pero a los pocos minutos, según consta en su declaración ante el juzgado de guardia, uno de los agentes -de complexión fuerte- volvió y arremetió de inmediato contra ellos. El policía les golpeó repetidamente con su porra, infligiéndoles contusiones de hasta 15 centímetros en la cara, el cuello, el torso y los brazos, según su denuncia.
A continuación, se les citó a declarar y se ordenó abrir una investigación para determinar responsabilidades penales. Los argelinos denunciaron que, al día siguiente, y como represalia, les impidieron beber agua en la comida, no les facilitaron jabón y les obligaron a permanecer encerrados durante muchas horas, sin facilitarles la medicación que paliara el dolor provocado por las lesiones. A los pocos días fueron expulsados.
Algo común en esta dictadura, los testigos del asesinato de migrantes con una lancha este invierno, también van a ser expulsados