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Una mujer trabaja 82 días más para cobrar igual que un hombre
La diferencia salarial entre unos y otros, por el mismo trabajo, es de más de un 22 por ciento.
MADRID// Un año laboral para una mujer tiene 82 días más que el de un hombre si quiere cobrar la misma cantidad y romper con la brecha salarial entre ambos sexos, según un Informe presentado por UGT.
El sindicato ha constatado en su informe sobre desigualdad salarial que las mujeres tienen que trabajar 82 días más que los hombres para poder percibir la misma retribución media anual. Así, tomando como referencia la última Encuesta de Estructura Salarial (de 2010), la brecha salarial entre ambos se situó en un 22,55 por ciento, algo por encima de la media de la Unión Europea.
Además, según explica la secretaria de igualdad de UGT, Almudena Fontecha, las políticas de recortes hacen que “a menos salarios y menos derechos se genere más desigualdad y menos crecimiento económico”. Asimismo critica que “todas las modificaciones llevadas a cabo por el PP en el ámbito laboral van claramente contra la igualdad”.
El informe presenta datos que muestran claramente la desigualdad salarial entre hombres y mujeres. Por ejemplo, para que una mujer alcance las retribuciones de un hombre sin estudios (18.110,06 euros), debe tener un grado de Formación Profesional (17.013,92 euros) o ser diplomada universitaria (19.001,54 euros).
La brecha salarial se da sobre todo en el sector privado (en términos porcentuales, es de más del doble que en el público, 28,25% frente al 12,34), algo que el Informe achaca a que las empresas públicas tienen sistemas más objetivos de acceso, clasificación y promoción en el empleo.
Los complementos salariales son la clave
Los complementos salariales, así como el pago de horas extraordinarias, son los dos elementos decisivos en las diferencias salariales.
Según se explica en el estudio, los hombres reciben complementos salariales a cambio de una gran disponibilidad a la empresa, mientras que las mujeres siguen dedicadas en una parte importante al cuidado de los hijos, de otros familiares o de la tareas del hogar.
Asimismo, también se constata que muchas no son seleccionadas a priori para puestos de gran disponibilidad porque en el conjunto de la sociedad aún pesa la idea de que una mujer antepone su vida familiar a la laboral.
Analizando la composición del salario, se evidencia que el mayor peso de la discriminación salarial se da en las horas extra (56,25% de diferencia), complementos de nocturnidad o de fin de semana (34,45%) y las pagas extraordinarias (32,93%).
La revolución será feminista o no será.