Cultura
Los despidos en Canal Nou ya afectan a su programación
El ERE afecta a la emisión de informativos, programas de entretenimiento y deportivos. Las empresas lanzan sus ofertas de cara a la privatización.
VALENCIA // En connexió, el programa vespertino diario de la televisión autonómica valenciana, no pudo salir el lunes en antena. El motivo: no había personal para hacerlo. En su lugar, series enlatadas. No pasaron ni 48 horas desde las notificaciones de despidos del ERE en Canal Nou, que dejan en la calle a 843 empleados de la televisión.
Pero el caso de En connexió no fue el primero ni el único. Los informativos, pese a ser una de las secciones donde menos se han hecho notar los despidos, también daban problemas los vídeos: no entraban bien, no había sonido, se cortaba. La falta de técnicos con los que llevar adelante el programa era evidente. De hecho, la sección de deportes no se pudo emitir “por problemas informáticos”.
Y eso que los despidos se ejecutan de manera gradual. Este lunes, se hicieron efectivos algunos, mientras que otros no se harán hasta junio o agosto, cuando ya se haya adjudicado la externalización de la gran mayoría de la programación.
En el caso del magazine de la tarde, únicamente continuaban al frente las figuras de producción y dirección, pero nadie que diese paso a los vídeos, ni cámaras, ni periodistas. El programa tuvo que caer de la parrilla.
El mismo domingo se despidió de Canal Nou también un periodista mítico, Miquel Àngel Picornell, responsable de deportes, cuando se estaba acabando la retransmisión de un partido de fútbol de Segunda B.
“Llegado este momento” explicó Picornell, “en esta que puede ser la última retransmisión en RTVV y la de muchos compañeros que le hacen llegar la señal a sus casas, podría dirigirme a todos ustedes para decirles que más de 1.000 familias viven un auténtico drama, quedarnos sin trabajo. Los trabajadores no somos los culpables, a la calle se van los cámaras que han retratado como ninguno las fiestas o tradiciones valencianas, técnicos de sonido que han hecho sentir por la tele incluso la pólvora de las mascletàs, iluminadores, operadores de equipos, realizadores, productores, informáticos, documentalistas, lingüistas, mucha gente nos quedamos en la calle, pero nuestro compromiso estaba, está y estará siempre con la audiencia. Ganaremos el futuro con la fuerza de la razón”.
Todavía no se sabe cómo serán las coberturas informativas de las próximas Fallas de Valencia, les Fogueres de Alicante o las fiestas de la Magdalena en Castellón. Asimismo, tampoco se conoce si continuarán las retransmisiones deportivas.
Se abre la veda del negocio
Paralelamente a las historias personales que hay tras cada despido, la lucha por hacerse cargo de la televisión con gestión privada ya ha comenzado. En los próximos meses se harán públicas las condiciones para poder optar a ser una de las empresas a las que se les encargue la producción de programas con dinero público.
Una de esas empresas que ya ha anunciado su interés es Secuoya. “Nos presentaremos a todos los concursos de externalización, tanto de contenidos como servicios”, aseguró su presidente, Raul Berdonés, quien se definió como “apolítico”. Además, defendió que la línea editorial la marcará el director de informativos, que seguirá siendo nombrado por el gobierno autonómico.
Berdonés exigió también un margen de beneficio cercano al 12% y defendió que una televisión autonómica no tiene que pelear por el share. Otras empresas que suenan para hacer negocio en este proceso de privatización son MediaPro o Vértice 360º.
Entiendo que sea un drama para los trabajadores, ya que se quedan en el paro, pero ¿quien ve canal 9? un canal autonómico que presumía tener mas trabajadores que Antena 3 o Tele 5 Y una escasa audiencia,
Ya, pero piensa que a partir de ahora ese dinero que se ahorra en trabajadores propios se gastará en trabajadores ajenos… que vienen con sus propios jefes y su búsqueda de beneficios, con lo que por el mismo dinero seguramente se ofrecerá peor servicio y, si cabe, una visión más sesgada. De eso se quejaban los trabajadores, de que esto, lejos de ser -como quieren ver muchos- un castigo a una televisión manipulada e inservible, es un premio a los jefes y a los afines ideológicamente y una depuración de los trabajadores menos serviles.
(Y si A3 o T5 tienen pocos trabajadores es precisamente porque encargan su programación a terceros, lo que no tiene por qué salir más barato, pero sí te posibilita hacer favores a amiguetes.)