Economía
El Gobierno fomenta la fusión entre cooperativas agroalimentarias
Arias Cañete asegura que las 4.000 sociedades del sector no tienen poder negociador suficiente en los mercados. El ministro de Agricultura habla de "una verdadera reforma estructural revolucionaria en el campo español".
MADRID // Menos cooperativas pero más grandes. El Gobierno ha aprobado un proyecto de ley para fomentar la fusión entre cooperativas en el sector agroalimentario con el fin de que sean más eficaces y que puedan competir mejor sobre todo en el mercado internacional. “Es una verdadera reforma estructural revolucionaria en el campo español”, ha comentado el ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este viernes.
Las 4.000 sociedades cooperativas en el sector agroalimentario facturaron el año pasado un total de 18.797 millones de euros, según los datos aportados por el ministro. Sólo las dos mayores cooperativas en Holanda y Alemania juntas alcanzan esta cifra de ventas. Las 60 mayores empresas españolas facturan 7.600 millones de euros anuales. “Es una diferencia abismal que se nota, por ejemplo, en los equipos comerciales”, dijo Arias Cañete.
Un mayor tamaño dará a las cooperativas una posición más fuerte a la hora de negociar precios con los clientes y mejorar las opciones de competir en el mercado europeo. Las miles de empresas que existen en la actualidad tienen “poca capacidad negociadora”, en palabras del ministro.
A tal efecto, la nueva ley facilitará la fusión de cooperativas, especialmente entre las de diferentes comunidades autónomas, ya que cada una tiene una legislación propia. Además, el Gobierno pone a disposición de las cooperativas ayudas en formación o tecnología, entre otras cosas.
Junto con el proyecto de ley de fomento de cooperativas, se ha presentado otro para la mejora del funcionamiento de la cadena alimentaria. «Son dos proyectos complementarios, claves para cumplir con el programa electoral del PP», aseguró Arias Cañete.
Megalomanía!
Nuestros gobernantes piensan «a lo grande» y creen que lo pequeños es de inútil. Con el fin de tener un macro cerebro nuestro políticos se hacen pajas mentales, creyendose mas inteligentes y que están mas preparados para controlar el resto de los mortales que comparten esta tierra. Para listo véase el sr. Barcenas con su pequeña explotación familiar de 30.000 ha en Argentina(superficie equivalente a la mitad de la Comunidad de Madrid)con importaciones de contrabando al mercado español. Todo un ejemplo de destrucción masiva a lo grande!
Yo sí tengo claro que será perjudicial para el campo. Las grandes cooperativas limitan el poder de decisión de los productores. Y la comida en el mercado internacional es causa del hambre en el mundo: todos los países cultivamos lo mismo, unas pocas variedades, cuyo precio baja por sobreproducción… luego tenemos a países como Argentina o Marruecos que producen muchísimos alimentos, pero la mayoría para exportarlo, por lo que el precio en el mercado interno de esos países se dispara. Además, la especulación con alimentos y con tierras no sería posible en una producción-distribución de pequeña escala.
Agricultores: ¡No os llevéis nuestros alimentos! ¡Si los cultiváis con amor por la tierra encontraréis en vuestro propio país a personas encantadoras y encantadas de compraros la producción directamente! Pensadlo: podréis fijar un precio justo para ambas partes, conoceréis gente y aprenderéis mucho. ¡Será una experiencia fenomenal! Y dejaréis de ser un empleado de los intermediarios. La libertad está a un paso. Buscad redes de productores y grupos de consumo, hay gente dispuesta a ayudaros.
¡Entre todas podemos!
No tengo claro que esto sea una buena medida. ¿Para qué hace falta que una cooperativa sea competitiva? ¿Porqué hace falta que sea grande? Si se trata de ese tipo de agricultura extensiva que no crea o incluso destruye puestos de trabajo, que quema la tierra con abonos químicos y que necesita destruir el 50% de la producción para controlar los precios entonces esto es un paso atrás.
Me parece interesante que se fomente la cooperativa como forma de unión de la gente que trabaja en el campo, especialmente siempre que se mantenga vivo el espíritu del cooperativismo.
Ojalá que se consiga tener un sector primario más democrático y más fuerte de cara a la negociación con los intermediarios y los comercializadores de la agroindustria.
También animo a dichas cooperativas a establecer mecanismos de venta directa de cara al consumidor y saltarse así a los intermediarios y a las grandes superficies.