Economía

El Ayuntamiento de Madrid despide a seis trabajadores por hacer huelga

Los trabajadores reclamaron sus derechos en el escenario de un teatro // Botella mantiene en su puesto al director de programación, imputado en el caso 'Niemeyer'

MADRID // En las empresas municipales que dependen del Ayuntamiento de Madrid,  hacer huelga en el escenario de un teatro es motivo de despido disciplinario, pero estar imputado por supuesto desvío de fondos públicos para viajes personales, no.

De ello da fe el hecho de que seis trabajadores de la empresa Madrid Arte y Cultura  (MACSA) hayan perdido su trabajo por haber llevado a cabo una huelga el 15 de diciembre en el Teatro Fernán Gómez de la capital, mientras que el responsable de programación de todos los teatros de Madrid y ex director del Centro de Arte Niemeyer, Natalio Grueso, siga en su puesto a pesar de haber sido imputado por su dudosa gestión en su anterior cargo.

La historia del despido de estos trabajadores que, si nada lo remedia, terminarán en el paro y sin indemnización, empieza cuando el 22 de noviembre, Macsa presenta un expediente de regulación de empleo que preveía que 75 empleados, de una plantilla de alrededor de 300, acabaran en la calle.

Sin embargo, tras una dura negociación, los trabajadores lograron rebajar este ERE y arrancaron el compromiso de que sólo 50 empleados dejarían la empresa. Además, la mayoría de ellos, 39, serían reubicados en otras áreas del ayuntamiento, mientras que los restantes se acogerían a bajas incentivadas.

Una de las movilizaciones de los trabajadores consistió en subir al escenario del Teatro Fernán Gómez el pasado 15 de diciembre para informar a los espectadores de que el ayuntamiento había contratado personal externo para reventar la huelga.

Esta acción logró que muchas de las personas que asistían al espectáculo se solidarizaran con los empleados de la empresa municipal e incluso reclamaran la devolución del dinero de las entradas, algo que el ayuntamiento aprovecha ahora para justificar los despidos.

«Un escarmiento»

Manuel es el nombre ficticio de uno de los empleados que subieron ese día al escenario. Es también uno de los seis despedidos, sólo seis, cuando fueron cerca de 20 personas las que participaron en la denuncia, lo que le lleva a pensar que el Ayuntamiento de Madrid quiere «amedrentar al resto de trabajadores y dar un escarmiento».

El responsable de Las Artes del ayuntamiento, Fernando Villalonga, que firmó los despidos, sostiene que los trabajadores desobedecieron órdenes, dañaron la imagen de la institución, y causaron un «perjuicio económico», pues hubo que devolver el dinero de 35 entradas en el Teatro Fernán Gómez.

Manuel y sus compañeros lo niegan y señalan el absurdo que supone hablar de tal perjuicio por una cantidad tan pequeña (unos 700 euros) cuando las pérdidas provocadas en Macsa por la «pésima gestión» de los responsables culturales de Madrid se elevan a cantidades con muchos ceros, denuncia el grupo de trabajadores.

La paradoja es que el ERE promovido por Villalonga se justificó con las pérdidas de la empresa. ¿Y a qué se deben estas pérdidas? Según el portavoz de los despedidos, a la deuda de «12 millones que el Ayuntamiento mantiene con esta empresa, que es suya». Es decir, recalca el trabajador, es como si «una empresa cierra porque se debe 12 millones a sí misma».

Tras el ERE, el despido disciplinario era la única forma de reducir la plantilla que le quedaba a la empresa municipal, pues los expedientes de regulación de empleo prohíben despedir a trabajadores durante el año que sigue al cierre del acuerdo. «Era la única manera de echarnos», deplora el trabajador.

Manuel y sus cinco compañeros van a agotar todas las vías para impugnar sus despidos. De momento, cuentan con el apoyo de los sindicatos, que han denunciado la actitud  «predemocrática» de la institución que dirige la alcaldesa Ana Botella.

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Comentarios
  1. No quieren ciudadanos, quieren esclavos…
    Y los gestores de la esclavitud para que les paguen a ellos las orgías ( fiestas, bodas, comuniones,cumpleaños etc )

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