Política

Una orden para honrar a presidentes, ministros y… fascistas

Rajoy entrega al expresidente de la Xunta de Galicia, Gerardo Fernández Albor, la Gran Cruz de Isabel la Católica que también recibieron en su día militares franquistas, el ministro de Exteriores de Hitler y otros fascistas y dictadores.

VALENCIA // El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha entregado al expresidente de la Xunta de Galicia, Gerardo Fernández Albor, la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica que otorga el Ministerio de Asuntos Exteriores. Se trata de una condecoración que, según el BOE del 21 de noviembre de 1998, se otorga a iniciativa del ministro y que llevan la firma del Rey Juan Carlos I.

Los expresidentes de Gobierno de la democracia, dirigentes latinoamericanos, la gran mayoría de ministros e incluso el futbolista uruguayo Diego Forlán tienen la Cruz o el Collar, que se otorgan desde que fue instituida por Fernando VII “para premiar la lealtad a España y la prestación de servicios en las tierras de ultramar”.

Pues bien, la Orden tiene más sombras que luces en sus años de historia en los que se buscaba “premiar la lealtad a España, por parte de ciudadanos españoles o extranjeros, en servicios prestados, de manera especial, en los territorios americanos y ultramarinos” y que en la práctica sirvió para agasajar a amigos del poder.

Un nazi, dictadores y varios franquistas

Entre los homenajeados por la Orden destaca el nombre de Joachim von Ribbentrop. El jueves 25 de mayo de 1939, el Boletín Oficial del Estado, publicaba un Decreto por el que se le concedía el Collarde la Orden Isabel la Católica al ministro de negocios extranjeros del “Imperio alemán”, es decir, al responsable de exteriores del régimen nazi de Adolf Hitler.

El motivo que justificaba esta condecoración fue el de que Franco quería “dar una señalada muestra de mi aprecio […] y en reconocimiento de las constantes pruebas de su amistad a España”. Von Ribbentrop se afilió al partido nazi en 1932 y ocho años más tarde participaría, junto a Hitler, en la reunión en Hendaya entre los dos dictadores para analizar la entrada de España en la Segunda Guerra Mundial.

Von Ribbentrop fue juzgado en Nuremberg por crímenes de guerra y genocidio, siendo ejecutado en la horca en 1946. Su muerte comportaría la devolución de la insignia, pero desde el ministerio no se aclara si esto sucedió así.

Otro que tendría que haber devuelto su Collar debería haber sido, Galeazzo Ciano di Cortelazzo quien recibió este honor en 1938. El dirigente fascista, sobrino de Benito Mussolini, era por entonces ministro de asuntos exteriores de Italia. También por esa época, el embajador del Reich en España, Willhelm Faupel, recibió la Gran Cruz. A su muerte, se suicidio tras la caída de Berlín, su familia no estuvo obligada a deolver esta insignia.

Militares franquistas

El Decreto que regula la concesión de estos honores no hace ninguna mención sobre estas polémicas condecoraciones. Más bien al contrario ya que en un párrafo afirma que “el presente Real Decreto no afectará las concesiones efectuadas antes de su vigencia”.

De este modo, seguirían teniendo la Gran Cruz militares franquistas como Salvador Moreno Fernández o Juan Vigón Suero-Díaz, además del dictador portugués Antonio de Oliveira Salazar o la familia de Sadam Hussein al que se le otrogó en 1974.

Y es que si de algo está plagado la historia de estas condecoraciones es de dictadores y no solo durante el franquismo. Junto a ellos, embajadores, ministros, jefes de estado, arzobispos… y familiares de Franco ya que su hermano, Nicolás, recibió la Gran Cruz en 1946. Así, año tras año desde 1815, con un pequeño parón durante la Primera República por considerarlas “incompatible con el Gobierno republicano”.

La democracia condecora a un dictador

Mención aparte merece la condecoración, ya en democracia, al militar y dictador argentino Jorge Rafael Videla. El 16 de diciembre de 1978, el ministro Marcelino Oreja quiso premiar con el Collar para dar “una muestra de Mi Real aprecio al excelentísimo Teniente General Jorge Rafael Videla, Presidente de la nación Argentina”. El militar argentino debería devolver la insignia al haber sido condenado en su país por el secuestro sistemático de neonatos y niños durante el último régimen militar en Argentina.

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Comentarios
  1. Son fascistas y nunca se arrepintieron ni conderanaron la dictadura Nazi-católica-fascista.
    Son los descendientes naturales e ideológicos de los golpistas del 36 y están crecidos porque ahora están en el poder con apenas 11 millones de votantes-cómplices, (salvo contadas excepciones que no se cortan y lo dicen públicamente).

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