Opinión
“El poder es siempre de derechas y apenas cede: prefiere hundirse con el peso del oro”
El jurista y antropólogo Jaime Richart, cuyos artículos pueden leerse regularmente en medios como Argenpress y Rebelión, reflexiona sobre el desorden mundial y las opciones de la juventud española, entre otros temas.
Suelo leer con asiduidad e interés los artículos explosivamente críticos que, contra las políticas neoliberales en curso desbocado o cualquier otra materia que le sirva para cuestionar lo establecido, publica Jaime Richart con frecuencia y desde hace años en diversos medios electrónicos, casos como Argenpress y Rebelión, en cuya web podemos leer textos suyos desde el año 2004.
Jurista y diplomado en Antropología Filosófica y Cultural, Richart se ha limitado a dar muy pocos datos acerca de su currículum y como nota introductoria a las preguntas que le planteé en un breve cuestionario: ha sido funcionario público y abogado en banca y otras empresas. Ni una pista más.
En cuanto a las razones por las que escribe, dice hacerlo en el marco de una democracia que considera falsa y viciada, solo como catarsis personal, algo con lo que se identifican la mayoría de los que comparten sus páginas a través de Internet para dar a conocer sus opiniones a modo de espontáneo desfogue, libre de presiones empresariales e independiente de siglas: «Mis escritos de este tipo, casi al tirón -afirma-, son explosiones de indignación que me dispensan, dada mi edad [74 años], de salir a la calle, a la que, por cierto, nunca he salido porque mis luchas durante el franquismo y luego las he librado siempre a solas y como francotirador».
¿Cuál puede ser la repercusión a larga, en el vigente ordenamiento o desordenamiento mundial, de la multiplicidad de mensajes que en esa misma orientación crítica se transmiten a través de las redes sociales? ¿Tendrán algún efecto social o se llegará antes a la posibilidad de que se recorten los derechos de información y expresión en Internet?
Admito que es posible la repercusión de lo que se escribe y transmite a través de las redes sociales, hasta llegar a transformar el desorden mundial. Pero me temo que serán precisas varias décadas. Lo más probable es que la crisis se resuelva como siempre: en una guerra, que en este caso sería total y definitiva para regresar al mundo de nuevo a la prehistoria. El poder siempre es de derechas aunque algunos puedan ser menos intolerantes. Y apenas cede. Prefiere hundirse en la ciénaga por el peso del oro antes que deshacerse de alguno de los lingotes que lleva entre sus manos. Dispone del control social. El control social, ya sabes, es un concepto sociológico: un conjunto de prácticas, actitudes y valores destinados a mantener el orden establecido en la sociedad. Se mantiene tanto por medios coactivos y violentos, como no específicamente coactivos, como prejuicios, valores, creencias y corrientes de opinión difundidas desde los muchos medios de que dispone la ideología predominante. Por eso, los insurrectos del 15-M y correligionarios debieran ser más audaces. Para desalojar al poder institucional y cambiar las cosas sin la treta de atacar los efectos dejando intactas las causas, hay que ser más resueltos. Los islandeses lo han hecho…
¿Qué valoración le merece la crisis económica y de credibilidad que afecta al periodismo impreso en papel en España, y porqué no ha cuajado nunca en este país un diario de izquierda independiente, habiendo como hay espacio y hasta necesidad para esa alternativa?
Lo que digo del poder lo digo también del periodismo que en buena medida tiene la culpa. Algún medio puede hacer guiños de «izquierdas», pero también es derecha aunque más moderada. En España no hay un solo periódico ni un solo medio audiovisual que no lo sea; ninguno está dispuesto a contribuir a tomar los palacios de invierno. Todos refuerzan el sistema, cada uno a su manera. Un periódico, un medio de auténtica izquierda cuyo objetivo sea la revolución por abajo (la que se está haciendo ahora es «por arriba»), no pasaría de una semana. Público es el que más se ha acercado. Y ya vemos cómo ha terminado, relegado a las profundidades de las redes sociales. Provocar la quiebra de un medio incómodo, negándole crédito, es el modo habitual de quitárselo de encima. Pero es que, además, la propia técnica expresiva y discursiva en Internet es casi incompatible con la acción. En Internet resulta más importante el dedo que lo que señala.
¿En qué puede desembocar, sociológica, cultural y políticamente el alto porcentaje de desempleo que se registra entre la población española, cada vez más desmotivada y descreída ante la carencia de alternativas políticas que ofrezcan soluciones a su problemática?
Irán cayendo poco a poco los más débiles. Con suicidios o sin ellos, con desaliento, resignación o indignación la población en general se irá debilitando poco a poco, y por un puesto de trabajo habrá quien sea capaz de matar, como hay quien come carne humana en situaciones límite. Creo que el neoliberalismo ya cuenta con ello. La marcha de la demografía se presta más a ser cortada de cuajo en guerras e inasistencia social que a ser contenida racionalmente. No se quiere un hijo por pareja, como en China, pero la imaginaria libertad que nos venden y solo la disfrutan los patricios y el resto la padece, mina el equilibrio entre lo que se oferta, lo que puede adquirirse y la biología descontrolada…
¿Y esa población joven y desempleada, con la más alta cota de paro de la Unión Europa? ¿Qué destino le espera a las energías de ese más del 50% de juventud parada?
Casi medio país sobrevive sumido en una economía de guerra. Y los jóvenes socorridos por sus mayores o buscando quehaceres a salto de mata, son los más afectados. La emigración es excepcional, y pocos, por su formación o escasos recursos pueden permitirse ir a probar suerte. Tampoco fuera atan los perros con longaniza. Aquí, en la ciudad y en las grandes poblaciones, la imaginación, la creatividad y la iniciativa, sea en la pequeña escala del autónomo, o en la grande de la gran empresa, están absolutamente agotadas. La construcción masiva, el coche, la informática, la electrónica, el electrodoméstico, la ropa, la especulación, la ganancia fácil… todo está superexplotado, ha tocado fondo y ha secado el seso de las últimas generaciones. Las actividades relacionadas con energías alternativas están controladas por las hidroeléctricas que les dificultan el paso. Y las relativas a la limpieza y saneamiento de ríos, mares y montes que podrían generar muchos puestos de trabajo, no se computan. Las pocas nuevas iniciativas que pudieran surgir, ya están materializadas en los países europeos más sobrios y avanzados y de allí recibimos su producción. La ganadería y la agricultura están desmanteladas por nuestra fatal adhesión a la Europa económica, sin esperar a la Unión de la Europa política.
¿Es que no hay entonces encarrilamiento posible para esas energías juveniles desperdiciadas y consumidas?
Si durante sesenta años fue el éxodo del campo el objetivo, el remedio, ahora, en parte, puede estar en el camino de vuelta: de la ciudad, al campo. Las grandes transformaciones sociales vienen de opciones inesperadas. A grandes males, grandes remedios. Sí generalmente los grandes males desembocan en guerras, en manos de los jóvenes está evitarlas por vías que pueden parecer excéntricas. Hay muchos municipios abandonados o casi, y muchos también ofrecen sus tierras y sus casas vacías a gente dispuesta a reavivarlos. En principio, a los jóvenes no muy preparados (y aun a los preparados) solo debiera bastarles cultivar su huerto y su pequeña granja para vivir con dignidad. En realidad poco basta para vivir dignamente. Rousseau promovió la vuelta a la Naturaleza. Hoy, más que nunca, puede ser un deber. Luego, a los jóvenes menos indolentes ya se les ocurrirán otras ideas para, además de sentirse útiles, acariciar la idea de un nuevo tipo de prosperidad…De modo que la vuelta al campo es, a mi juicio, la única y más razonable, expedita y natural solución, no ya para superar el paro juvenil, sino también para remediar la propensión a la molicie, al desaliento y a la desesperación de quienes ni tienen presente ni atisban futuro alguno.
Por no ser tan desalentador y avistando otros horizontes, hay quienes perciben, en los gobiernos socialistas democráticamente elegidos en algunos países latinoamericanos de América del Sur, la posibilidad de recuperación de aquel subcontinente, tal como está ocurriendo en la lucha contra la pobreza en Ecuador, Venezuela y Bolivia. ¿Cuál es su criterio sobre esta perspectiva y el futuro de Cuba tras los Castro?
La única recuperación posible en los países latinoamericanos (y europeos) podría venir, efectivamente, de la mano de líderes decididos “políticamente incorrectos”. Ahora sufrirá un paro o un retroceso con la probable desaparición de la escena de Chávez. Progresará, pero esa progresión o recuperación solo llegará hasta donde USA y OTAN lo permitan, es decir hasta donde quiera el poder real. En cuanto a Cuba, como antes Libia, acabará de nuevo en sus manos. Todo esto lo digo «rebus sic stantibus» (mientras permanezcan así las cosas), como dicen los juristas, esto es, si no estalla antes el mundo por los aires.
En mi modesta opinión, para sugerirle a los demás lo que han de hacer («los insurrectos del 15-M y correligionarios debieran ser más audaces» Jaime Richard) el que sugiere debería probar, hechos mediante, que él mismo ha iniciado ya el camino propuesto. Se echa de menos a buena parte de la «intelectualidad» en los numerosos actos y manifestaciones que se están produciendo en el país. La protesta por sectores da la engañosa sensación de que hoy los afectados son unos y mañana otros. No es así, los afectados somos todos todo el tiempo y, más allá de intereses particulares o corporativos, hemos de manifestarnos y actuar como un todo unido y solidario. Nos jugamos mucho más que el futuro, nos jugamos el poder tener siquiera un presente.
El poder es de derechas y la sangre que se derrama es siempre vertida por las santos inocentes de cada época. http://wp.me/p2v1L3-dl
Esta España no tiene remedio…
Para algunos que saben tu edad, si pretendes tener razón en materia social o política de actualidad, antes tienes que haber sido activista, haber sido represaliado por el franquismo, haber pertenecido al maquis o haberte podrido unos años en la cárcel. De nada sirven tus argumentos ni que el socialismo real también se imbuye astutamente con ideas, ni siquiera el hecho de que quedan aún algunos que habiendo pasado por algo de eso, sin embargo han contribuido o siguen contribuyendo miserablemente a construir aquí un sistema y una constitución rígida y miserable que facilitan mucho los estragos que padece este país.»
Más datos Iskravique, eso no vale.
Mucho me temo que esa juventud parada es carnaza suculenta para los partidos ultras y salvapatrias, esos que siempre surgen en todas las crisis como está sucediendo en Grecia y otras naciones europeas. Ojalá me equivoque, pero así lo veo y no parece que les importe a los partidos de la derecha, al fin y al cabo suelen concurrir en los mismo.
La juventud actual española no tiene futuro con la banda de Pepe en el poder.
Veremos oleadas de parias jóvenes de ambos sexos recorriendo el poco espacio público que ha dejado el imperialismo fascista acotando todo el territorio con su criminal teoría de la *sagrada propiedad privada*.
Si esa juventud no reacciona ahora que ya empieza a ser tarde,no vamos a tardar en ser testigos de suicidios masivos.
Este señor nació en el 38, parece que no en una familia de represaliados franquistas pues pudo estudiar varias carreras, dice que nunca se manifestó contra el franquismo ni siquiera cuando fusilaban a los anti-fascistas como el 27-9-75, o sea que lo que dice de que combatió el franquismo en solitario es una filfa, eso de ser antifranquista en la intimidad lo dicen hasta algunos que fueron ministros. Su discurso puede aparentar ser anti-sistema y lo es, pero en un sentido bien diferente, a mi me recuerda algunos discursos de Girón de Velasco contra la Internacional del Oro
Pues qué quiere que le diga, para mí representa una voz antisistema izquierdista de corte moderado, y juzgarle tan severamente por alguna puntual respuesta de esta entrevista me parece, cuando menos, exhorbitado. Me gustaría alguna propuesta más realista y menos filosófica. Aprehender literalmente la vuelta al campo es una vía, pero me temo que poco realista en el actual mundo neoliberal. España forma parte de la UE y la UE no puede permitirse ceder poder a otras potencias emergente en el actual panorama geopolítico o estaremos perdidos sin rumbo y sin liderazgo en un furuto incierto dominado por un imperialismo ‘yankee’ que rezuma basura estertórica.
La cuestión es precisamente esa, que los fascistas, y sobre todo los anti-semitas que critican a los bancos, los prestamistas, los usureros y los especuladores, al tiempo que defienden la propiedad privada, siempre fueron anti-sistema izquierdistas, lo que no fueron nunca fue moderados. En España no se tiene claro que fueron los movimientos anti-sistema de los años 30 porque se confunde con una dictadura como el franquismo.