El difícil camino de las parejas homosexuales por conseguir la igualdad “del día a día”

Siete años después de que el PP interpusiera, en septiembre de 2005, un recurso de inconstitucionalidad al matrimonio entre personas del mismo sexo, 22.442 parejas homosexuales han contraído matrimonio. “Si te digo la verdad, ya me da lo mismo, los que tenían la duda eran ellos, no nosotros”, explica Miguel Ángel Parra, de 37 años, que hace un año y medio, el 25 de marzo de 2011, se casó con Pepe, su marido.

A pesar de la tranquilidad de hoy, Miguel Ángel reconoce que cuando la ley se aprobó sí tuvo algo de “miedo”, principalmente “por las protestas en la calle”. Espera que la sentencia de hoy del Tribunal Constitucional, previsiblemente favorable, “sirva para callar muchas bocas”.

Tras varias falsas alarmas y si nada falla, esta tarde, a las 18.00 horas, los magistrados del Constitucional están convocados para pronunciarse sobre el recurso interpuesto por el Partido Popular, que finalmente no saldrá adelante, gracias a los votos favorables de seis de los 11 magistrados.

En varias ciudades, en Madrid en Sol, en Sevilla en la Plaza Nueva, en ambas a las 19 horas, hay convocadas concentraciones para, previsiblemente, celebrar la decisión del TC.

Denuncian a un colegio por no admitir al hijo de una pareja gay

Desde que se aprobara el conocido como «matrimonio igualitario», los colectivos LGTB siempre han advertido de que todavía queda mucho camino por recorrer para conseguir la igualdad del día a día, la igualdad real y social. Muestra de ello es la lucha de dos padres de Sevilla, Ricardo e Iván. Su único hijo, de tres años, fue rechazado en un colegio privado, el Yago School. El motivo, ser hijo de dos papás.

La Inspección Educativa de la Junta de Andalucía ya pidió, a través de un informe del pasado mes de mayo, sancionar al colegio por no dar “igualdad de trato en el proceso de admisión”. Aunque en un principio la pareja descartó emprender acciones legales, finalmente sí lo hará, animada por los informes favorables de la Junta y del Defensor del Menor.

“Lo hemos pasado fatal, hemos sufrido mucho y tras conocer a una abogada que nos ha animado, hemos decidido denunciar los hechos en el juzgado”, explica Ricardo, que espera que “esto no le vuelva a ocurrir a ninguna pareja ni a sus hijos”.