Economía
Empieza el desfile de exconsejeros de Bankia por la Audiencia Nacional
Los 33 consejeros de la entidad, incluido Rodrigo Rato, responden ante el juez Fernando Andreu de cargos de estafa, falsificación de cuentas, administración fraudulenta y apropiación indebida, entre otros // El Alto Tribunal inició el proceso gracias a las querellas interpuestas por el movimiento 15MpaRato y UPyD
MADRID // A las 9 horas ha sido el turno de José Manuel Suárez del Toro, presidente de La Caja de Canarias. Una hora más tarde, estaba citado a declarar el secretario del Consejo de Administración de Bancaja, Angel Villanueva Pareja, aunque será mañana cuando se siente en el banquillo ante el titular del Juzgado de Instrucción número cuatro. Así ha sido como se ha inaugurado esta mañana el desfile de los 33 exconsejeros de Bankia por la Audiencia Nacional imputados por cinco delitos relacionados con la caída del banco en mayo.
Por delante, dieciocho días salteados de declaraciones que finalizarán con dos gran apariciones: José Luis Olivas (expresidente de Bancaja y exvicepresidente de Bankia) el 19 de diciembre y, un día después, Rodrigo Rato (expresidente de Caja Madrid y exministro de Economía con José María Aznar). Por el momento, el primero en declarar ya se ha exculpado de toda responsabilidad, pues Suárez del Toro ha declarado desconocer el agujero que escondían las cuentas que los consejeros avalaron con su firma en 2011.
Ha sido el juez Fernando Andreu quien les ha llamado a declarar, en condición de imputados, para, con sus testimonios, averiguar cómo se desplomó el grupo financiero que presentó 300 millones de euros de beneficios en 2011 para luego reconocer un agujero de más de 3.000 millones durante ese mismo periodo, y “pedir” 19.000 a las arcas públicas.
De esta forma, la Audiencia Nacional investiga las querellas interpuestas por el movimiento 15MpaRato (documento preparado en tan sólo 33 días apoyado en una iniciativa de crowfunding) y el partido político UPyD. El grupo de 33 exconsejeros de Bankia (todos en activo en el momento en el que el banco salió a Bolsa el 20 de julio de 2011) están acusados de delitos de estafa, falsificación de cuentas, administración fraudulenta, apropiación indebida y maquinación.
Bankia es el producto de la suma de La Caja de Canarias, Bancaja, Caja Madrid, Caja Segovia, Caja Ávila, Caja Rioja y Caixa Laietana. Una macroentidad que tardó tan sólo diez meses, tras su salida a Bolsa, en desplomarse y abocar a España al primer rescate bancario europeo.
Un desfile de caras conocidas entre las destaca el presidente de la patronal de Madrid, Arturo Fernández, el exministro popular Ángel Acebes o, en calidad de testigo, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, expresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Afortunadamente para el Pueblo, tenemos jueces audaces implicados en esclarecer todo el expolio Gürtell pepero que con paciencia como hizo el elefante para follarse a la hormiga, continuarán por ese camino haciendo las pausas que crean prudentes cuando el cocodrilo gaviotero faesiano enseñe las fauces.
Sabemos que es que son demasiados cocodrilos porque está implicado en el robo masivo al Pueblo que ha engordado las arcas de los paraísos fiscales, los mismos que ahora especulan financiando nuestras crisis, está implicado hasta el mismo Santiago vecino del narco Moropa.
Sin embargo, por contra; sospecho que a no tardar mucho varios jueces de estos audaces van a terminar pidiendo asilo político en Argentina.
Y es que si el ojo del amo engorda el caballo, el ojo del Gürtell pepero les ha engordado a ellos con sendas buenas acciones en los bancos piratas de la Bermudas.
Ya no temen perder las elecciones porque mientras puedan controlar que la crisis no desaparezca, ellos continuarán financiándola para obtener los mejores intereses y gobernando incluso hasta desde la oposición, como han hecho durante los ocho años anteriores.
No se vaya, sr. o lo que sea, Rajoy. Necesitamos echarle nosotros: el Pueblo Soberano.
Eso, eso. Que empiece la fiesta
Esperemos por el bien de la democracia que los culpables de este desaguisado paguen hasta el último céntimo de lo que robaron