Política

Los bomberos recogen el testigo de los mineros

“Tú, madero, aprende del bombero”. El cántico surgió durante la manifestación espontánea de funcionarios del pasado domingo en el centro de Madrid. Este 19 de julio ha sido uno de los más coreados en las protestas de la capital.

Eugenio es consciente de que los bomberos pueden llegar a imponer mucho respeto, e “incluso miedo”. Sus cascos se confundían con los de los agentes de policía el pasado domingo, en los alrededores de la plaza de Neptuno, en Madrid. De repente, una cuarentena de ellos se vieron liderando una marcha “sin saber muy bien cómo”, admitía este bombero, de 33 años.

Junto a sus compañeros, Eugenio se pasó varias horas de la noche del domingo cortando calles del centro de Madrid y cambiando de dirección sin cesar. Su comportamiento desconcertó por completo a los policías que flanqueaban la marcha y que evitaron cargar contra ellos. Sí lo habían hecho 48 horas antes, cuando centenares de manifestantes cortaron el tráfico varias veces en las inmediaciones de la plaza España siguiendo un patrón similar.

“En el fondo, creo que se identifican con nosotros. Los policías también son funcionarios. Además, trabajamos juntos a menudo”, añade Eugenio. Para él, la única diferencia entre su colectivo y el de otros empleados públicos es que “los bomberos están acostumbrados a funcionar en equipo. Por eso nos resulta fácil organizarnos”.

Los bomberos quedaron el domingo por la tarde a través del whatsapp. Entonces creían que sería una manifestación más. Hasta que llegaron al Congreso de los Diputados, blindado desde el viernes anterior, y la Policía les bloqueó el paso. A partir de ese momento, adoptaron un protagonismo que no perdieron durante este jueves, 19 de julio, a pesar de representar solo una minoría en una manifestación que congregó en torno a 100.000 personas en el centro de Madrid.

Todo cambió ayer. Finalmente, la Policía cargó contra los manifestantes, y bomberos y agentes se enfrentaron en diversas ocasiones. La actitud de los encargados de extinguir fuegos y “rescatar a personas en lugar de a bancos” -como decía una de sus pancartas- les valió el reconocimiento de los manifestantes. Estos incluso acudieron a mediar con la Policía cuando, según varios testigos, un bombero fue detenido tras romperle un dedo a un agente.

El efecto de la “marcha negra”
Los cascos de los bomberos sustituyeron así a los de los mineros. La llegada a Madrid de la conocida como “marcha negra”, el pasado martes, fue el primero de los tres factores que la semana pasada cambiaron el rumbo y multiplicaron la intensidad de las protestas contra los recortes.

Para empezar, la palabra “marcha” implica movimiento, acción. El ejemplo de los trabajadores del carbón ha sido muy inspirador para gentes de todas las edades y procedencias, hartos de la “pasividad colectiva” y de que en este país las masas solo se movilicen para ir a ver a “La Roja”.

En estos términos se expresaba Gonzalo, de 19 años. Este vecino de Rivas-Vaciamadrid no disimulaba su admiración por los mineros: “Ellos saben defenderse, saben luchar”. El joven considera que “los bomberos también son obreros”. Por eso, el domingo les aplaudió entusiasmado cuando decidieron sentarse ante los policías y las vallas que bloqueaban el acceso al Congreso.

La segunda causa que explica la movilización de los funcionarios son los nuevos recortes anunciados por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el pasado miércoles. Pero sin duda, el detonante, la mecha que prendió el ánimo de los manifestantes, fueron las palabras de la diputada del PP, Andrea Fabra, poco después de escuchar desde su escaño cómo estas medidas afectarían a los parados.

Su “¡Que se jodan!”, entonado como el futbolístico “¡A por ellos!”, es ya uno de los cánticos favoritos de quienes se sienten cada vez más indignados. “La mitad de los que están aquí lo han hecho por Andrea Fabra. Hay que agradecérselo”, bromeaba Gonzalo, en plena sentada en la Carrera de San Jerónimo.

Poco después, el joven se callaba para oír a un compañero próximo a él que gritaba “¡Lenguaje inclusivo!”. Demasiadas referencias a los atributos masculinos de los bomberos, un colectivo en el que, como entre los mineros, apenas si hay mujeres.

Los efectos del 15-M se notan en este tipo de detalles, pero también en un nivel más profundo. “Ahora mismo, el movimiento de protesta en la Sanidad y la Educación públicas se parece mucho al de los indignados. Tanto en la forma de organizarse, como en las asambleas. En algunos casos, ni siquiera hay la más mínima presencia sindical. Por el contrario, los trabajadores nos organizamos espontáneamente”, explicaba Jose, de 52 años y empleado del Hospital de La Paz, en Madrid.

Esta particularidad no es impedimento para participar en una convocatoria como la del 19-J, promovida por los sindicatos. Como la mayoría de los entrevistados, Jose opina que las movilizaciones fuertes vendrán en septiembre. Su propuesta hasta entonces es “mantener cierto nivel de tensión durante el verano”.

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Comentarios
  1. Veintemillas ¿negociado?. No tienes ni idea de lo que hablas, por favor informate antes de meterte en charcos, pareces un político esperando la igualdad de los trabajadores por el lado mas precario. ¿Esquiroles?. ¿Qué a los funcionarios no han sacado la porra?. Por favor escribe esos comentarios en La Razón o el ABC, y deja de manipular en medios dignos.

  2. Lo que nadie cuenta es que después de que se oyese «maderos apreder de los bomberos» poco después se escuchó «esquiroles». Habían negociado con los policías que si se dispersaba la multitud del Congreso al día siguiente su compañero quedaría en libertad sin cargos. Entonces los bomberos empezaron a retirarse y a pedir a la gente que se fueran. Es cuando se escuchó «esquiroles» a medida que se iban retirando. Una buena muestra de la falsa e inexistente solidaridad; cada sector a lo suyo. Además me parece indignante que con el 15m se haya sacado la porra a pasear a la primera de cambio y sin embargo con los funcionarios libertad absoluta para cortar calles principales de Madrid. Esto es de Monarquía Parlamentaria bananera. Seguro que al final a todos los funcionarios militares, policías, bomberos y personal similar se les mantedrá la paga extra. Al tiempo.

  3. Destaquemos también, además de los bomberos que son grandes luchadores, la alta presencia de policía al otro lado, manifestándose en frente de sus compañeros de la UIP, efrentándose algunos por primera vez al orden establecido que les han ordenado defender.

    Creo que es muy importante apreciar este paso, que no se quede en una simple queja por el recorte de sus sueldos, sino que vean lo que pasa al otro lado cuando vayan a reprimir una manifestación.

    Sólo falta convencer a la UIP de que su futuro está en juego y más el de sus hijos y que dejen de proteger el congreso, porque si llegamos ahí, y la gentuza de las altas esferas ya no se siente protegida, entonces empezarán los cambios.

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