Opinión
Ovnis en el cielo sirio
"Entró un objeto no identificado (¡un OVNI!) a nuestro espacio aéreo y, por desgracia, fue derribado". Así describió el canciller sirio Jihad Makdissi el incidente en el que un caza Phantom F-4 turco (algo que el ministro dijo desconocer) era abatido por las fuerzas sirias (...)
«Entró un objeto no identificado (¡un OVNI!) a nuestro espacio aéreo y, por desgracia, fue derribado». Así describió el canciller sirio Jihad Makdissi el incidente en el que un caza Phantom F-4 turco (algo que el ministro dijo desconocer) era abatido por las fuerzas sirias. Ankara, por su parte, asegura que su caza atravesó la frontera sin querer. Ambas, dan un paso atrás para no hacer guerra.
El plan de Tayeb Erdokan de tender esta trampa a Assad y forzar a que la OTAN adelante el ataque que está preparando contra
Siria ha fracasado. La Alianza se negó, por prematuro.
Al primer ministro turco, agresor que se presenta como víctima, su ambición de hegemonía regional le pudo más que su promesa de «cero problemas
con los vecinos». Erdogan ha cobijado a la nebulosa jihadista anti Assad, y con tal tropa sigue izando la bandera de la integridad geocultural de la región
con la seña de un sunismo moderno. Les utiliza para debilitar el bloque chií formado por Irak, Siria, Líbano y Bahréin, y liderado por Irán. En su discurso contra Damasco -que se presenta como el bastión laico de la zona-, aumenta el peso de la retórica religiosa, al tiempo que propone prohibir el aborto e introducir lugares de culto hasta en los teatros y escuelas.
Erdogan, de momento, se queda sin guerra: la sociedad turca, la oposición -que considera ilegal la intervención militar no autorizada por la ONU- incluso su propio partido se le oponen. Perjudicaría al crecimiento económico del 8% del país yreforzaría la posición de los generales. También temen que un PKK respaldado por Assad, convierta la zona kurda fronteriza en un infierno para el ejército, o que los lazos familiares e históricos de los alawíes turcos con los de Siria, produzca grietas en la sociedad. Hay más: bombardear a ciudadanos musulmanes sirios, aun siendo pro Assad, dañaría a la imagen del que pretende ser padre de un islamismo no violento.
Ahora, su mala jugada ha beneficiado a Assad: muestra que cuenta con una defensa decente y que el costo de su caída para los enemigos será caro; ha desplazado las miradas del conflicto interno al otro regional, y, lo que hubiera sido la pesadilla para George Bush, ha ganado otro aliado: Irak.
El golpe asestado por EEUU a las ambiciones turcas, le ha gustado a Israel, también a la Rusia de Putin que exhibiendo el poderío de sus misiles, le advierte de sus injerencias en el Cáucaso.
Un Erdogan humillado, para no perder el respeto de su pueblo ha tenido que enviar sus tanques a la frontera con Siria, y de paso ha reforzado a los rebeldes.
EEUU tiene su agenda. Ha empezado a enviar a 3000 soldados a Israel, que junto con otros miles de soldados hebreos participarán en una maniobra militar prevista para noviembre, mes de las elecciones presidenciales; ha estacionado buques de guerra cerca de la costa siria, tiene desplegado
tropas en la frontera jordano-siria, y desde la base de Incirlik y el centro de control de Iskenderun en Turquía coordina los preparativos del ataque, que según el general Merrill McPeak, ex jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea de EEUU empezará con la destrucción de las fuerzas aéreas sirias, allanando el camino de una invasión terrestre.
No estoy seguro de que los EEUU se atrevan a atacar, si han pulsado bien el clima regional-internacional y conocen las dramáticas consecuencias de esa acción, también para Israel y para el propio ejército yanqui.