Medio ambiente 2
Más de 6.000 activistas por el clima bloquean las mayores minas de carbón de Alemania
"Hemos ahorrado algo de CO2, y hemos enviado una señal clara de que no aceptaremos esta destrucción”, afirmó Janna Aljets, portavoz del movimiento, en una conversación telefónica con 'La Marea'.
Después de seis días de acciones contra la industria del carbón, los activistas de Ende Gelände han abandonado Erkelenz, en Alemania. Más de 6.000 personas en total han participado en acciones directas de desobediencia civil que han logrado detener por momentos la producción de carbón en las minas de la región de Renania.
El viernes y el sábado los manifestantes bloquearon las vías ferroviarias de acceso a la central de Neurath, una de las más contaminantes del país germano. Los bloqueos se mantuvieron durante nueve horas el viernes y seis el sábado y lograron reducir la capacidad de la planta durante 20 horas. “Hemos alcanzado nuestro objetivo de reducir la productividad de la planta. Hemos ahorrado algo de CO2, y hemos enviado una señal clara de que no aceptaremos esta destrucción”, afirmó Janna Aljets, portavoz del movimiento, en una conversación telefónica con La Marea.
Además de la acción directa, el colectivo organizó talleres, debates y grupos de diálogo con sindicatos y residentes de la zona. “Las conversaciones con los trabajadores de las minas han sido especialmente intensas”, explicó Aljets. “Hemos hablado con ellos sobre el cambio estructural que tendrá que afrontar la región. Nuestras posturas aún están muy lejanas, porque los sindicatos quieren seguir extrayendo carbón hasta 2050, y nosotros exigimos que se detenga la minería inmediatamente”, añadió. Para Aljets, ha sido muy importante aproximarse a los trabajadores para romper estereotipos: “Les hemos demostrado que no somos violentos, que es como se nos estaba representando”.
Renania es la mayor productora europea de carbón de lignito. La gran mayoría de las minas de la zona pertenecen a la eléctrica RWE. Renania produce unas 95 millones de toneladas del mineral al año. Alrededor del 25% de la electricidad de Alemania procede de la combustión de este mineral. La compañía utiliza este carbón para alimentar sus propias centrales térmicas, cuatro de las cuales están en la propia Renania. Según los activistas, entre las cuatro emiten 80 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera al año.
Tercera edición
Este es el tercer año que activistas de todo el mundo se concentran para exigir que se detenga la producción de carbón de lignito, uno de los combustibles fósiles que más contribuyen al incremento del efecto invernadero. En esta ocasión, los organizadores se concentraron en establecer alianzas con otras organizaciones y grupos. “El cambio climático es la mayor crisis social a la que nos vamos a enfrentar, y afectará a todas las demás luchas, así que estamos trabajando juntos”, afirmó Aljets.
Según los organizadores, durante las protestas la policía alemana detuvo a unos 800 manifestantes. Además, Ende Gelände denunció en un comunicado de prensa el ataque de los agentes a los activistas con gas pimienta y porras. Se produjeron denuncias de brutalidad por golpes y patadas en la cara, y al menos cinco personas sufrieron fracturas. “Tan solo hemos hecho sentadas y resistencia pacífica. Encontrarse con esta reacción violenta es decepcionante. Queremos que la policía entienda que no protestamos contra ellos, sino contra la minería de carbón”, pidió la portavoz, que dijo que esperaba que el Partido Verde y el izquierdista Die Linke presentaran quejas en sede parlamentaria.
Los activistas alemanes han llamado a la desobediencia civil masiva el 4 y 5 de noviembre, cuando la ciudad de Bonn (en Renania) acogerá la Cumbre del Clima de las Naciones Unidas. La reunión, que oficialmente está organizada por Fiji, se celebra en Alemania por las dificultades logísticas que presenta el estado insular.
“En noviembre, las imágenes de los pueblos demolidos y los paisajes devastados por la minería darán la vuelta al mundo”, aseguró Aljets. “Vamos a revelar la hipocresía de la política climática alemana. No es posible proteger el clima sin dejar de extraer carbón”, concluyó.