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El PP justifica su reforma del aborto por la “inmadurez” de las menores de 18 años
El Congreso de los Diputados debate la reforma de la ley del aborto que impediría la interrupción voluntaria del embarazo a las menores de 18 años
MADRID // Una «adolescente», menor de 18 años, no está capacitada para decidir sobre su derecho a interrumpir el embarazo o seguir con él ya que se encuentra en «un periodo de la vida en la que la madurez emocional no se ha conseguido». Así ha justificado en el Congreso de los Diputados la diputada Marta González la reforma de la ley del aborto que dejará a las mujeres de 16 y 17 años sin capacidad para decidir sobre su embarazo.
El Congreso de los Diputados ha acogido el debate de la propuesta del PP que modifica la ley del aborto aprobada en 2010 por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. La nueva norma legislativa establece en uno de sus dos artículos que «para la interrupción voluntaria del embarazo de menores de edad o personas con capacidad modificada judicialmente será preciso, además de su manifestación de voluntad, el consentimiento expreso de sus representantes legales». Así se anula el artículo que reconocía que el consentimiento para la interrupción voluntaria del embarazo les correspondía exclusivamente a ellas.
González ha asegurado que legislar sobre el aborto «es muy difícil» porque se mezclan asuntos «morales y éticos» y defendió «el derecho del no nacido» que «merece una protección». La diputada conservadora criticó la ley actual vigente que calificó como «radical» y que, a su juicio, causó «una enorme preocupación social ante un hecho cuanto menos insólito» y una «gran alarma social«. Además apeló a las opiniones de miembros del PSOE como Juan Carlos Rodríguez Ibarra, Gregorio Peces Barba, Alfonso Guerra o José Blanco que mostraron su desacuerdo o desavenencias respecto a la ley de 2010. Asimismo se ha arrogado el derecho a hablar en nombre de las mujeres ya que «el PP tiene más votos de mujeres que el resto».
La reforma orgánica planteada por el Partido Popular ha contado con el rechazo de la mayoría de la oposición (UPN y Foro Asturias lo apoyan) que la ha tildado de «electoralista«. Carmen Montón, del PSOE, ha criticado que el PP «utiliza a las mujeres como moneda de cambio ante los electores más conservadores» y «deja en indefensión a las mujeres más vulnerables, a las más jóvenes».
Desde el PSOE han recordado que la ley en vigor ha reducido «drásticamente» el número de abortos. «Si no tenemos derecho a decidir sobre nuestra maternidad, entonces quién lo tiene, quién tiene derecho a decidir por nosotras«, se ha preguntado Montón. Además, también ha justificado su voto en contra en que la nueva ley abocará a las menores a la clandestinidad. «Una mujer puede conseguir las pastillas abortivas en el mercado negro y desangrarse en solitario«, ha apuntado gráficamente.
Joan Baldoví (Compromís) ha calificado la nueva normativa de «indecente»; Olaia Fernández (BNG), de «innecesaria» y dirigida a minorías; Joan Tardà, (ERC) de «reaccionaria» y «de contentar a la jerarquía eclesiástica»; Onintza Enbeita (Amaiur) ha hablado de «hipocresía» en la legislación y también han mostrado su rechazo desde PNV y UPyD. Ascensión de las Heras, de la Izquierda Plural, ha afirmado que el PP se «olvida de derechos fundamentales de las mujeres y pone en riesgo la vida y la salud de las más vulnerables». Convergència i Unió ha dado libertad de voto provocando una división en la coalición. Durante el debate, el Hemiciclo ha estado medio vacío y en el mismo no se encontraba ningún representante del Gobierno de Mariano Rajoy.
La reforma del PP también ha provovocado el rechazo de las plataformas feministas y que defienden los derechos de las mujeres y que han convocado concentraciones en la mayoría de ciudades para manifestar su rechazo.
Desde la Federación de Planificación Familiar Estatal (FPFE) han explicado que la reforma «vulnera el derecho a decidir de las mujeres jóvenes y podría ser una conculcación de la autonomía legal de las menores establecida en la Ley del Menor y de Autonomía del Paciente«. Asimismo han indicado que «supone una grave discriminación respecto a la consideración de la mayoría de edad sanitaria de los varones de igual edad, ya que en la práctica sanitaria se suplantaría la voluntad de la persona afectada».
Pues si una muchacha menor de edad no es lo suficiente «madura» para decidir sobre si abortar o no, aún lo será menos para traer un niño al mundo, nooooo????
En todo caso el permiso paterno debería exigirse cuando la menor decide SEGUIR adelante con el embarazo, para asegurar el bienestar de la futura joven madre y su hijo.
Aparte que no veo qué hace gente con testículos opinando sobre este tema. Es como si yo me pusiera a redactar el convenio colectivo de los mineros no habiendo cogido nunca un pico.
¡Claro que sí! es muchísimo más maduro pensar que en el preciso momento en el que se produce una eyaculación dentro de una vagina hay un rijoso y pervertido diosecillo que insufla un alma inmortal a un recién formado zigoto. Este es el problema de los adocenados cristianos que sus delirios les hacen comportarse de las formas más evidentemente patéticas. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com/2014/06/la-ley-de-ruiz-gallardon-sobre-la.html