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Myriam Eckert: “Sólo hemos recibido represión como respuesta”
Esta activista del movimiento francés por el derecho a la vivienda DAL, condenada junto a cuatro compañeros por ocupar un inmueble, habla de la larga lucha de la plataforma
BURDEOS // “Es una lucha injusta y la aspiración como asociación es la de desaparecer, porque la nuestra es una reivindicación que no debería existir jamás”. No deben haber muchas asociaciones en el mundo cuya máxima reivindicación sea la de no existir, pero así resume Myriam Eckert, activista del DAL (Derecho a la vivienda -Droit au logement-, o DAL por sus siglas en francés) la reivindicación por la vivienda en Francia. Con la peculiaridad de contar con una población inquilina media de un 60% en las ciudades, las proclamas provivienda se centran sobre todo en dos puntos: el cada vez más difícil acceso a los alquileres y los 3 millones de casas, aproximadamente, que están vacías.
El DAL sufre hoy horas muy bajas tras la condena impuesta el 18 de diciembre de 2014 a cinco militantes del comité en Burdeos por ocupar un apartamento vacío e instalar en él a dos familias migrantes, georgianas y búlgaras, demandantes de asilo. El juicio, para el que no se presentaron pruebas de ADN contra los acusados, finalizó con una pena para cada uno de tres meses de prisión, cinco años de libertad condicional y una multa solidaria de 5.000 euros. Un mensaje ejemplificante, ya que es la primera vez que una federación de esta organización, con presencia en toda Francia, es condenada en sus 25 años de historia. Myriam Eckert nos habla de la larga lucha de este movimiento francés.
Os condenan por ocupar el apartamento de una octogenaria en julio de 2012, ¿en qué estado se encontraba el piso?
La propietaria declaró que ella vivía allí y que estaba pasando unos meses con su hija pero nosotros constatamos que la casa no era habitable, no tenía agua corriente, retretes ni ducha.
Vuestra abogada declaró, en palabras recogidas por el periódico Sudouest, que este era claramente un juicio “político”, ¿consideras que hay una intención detrás del fallo judicial de criminalizar a asociaciones como la vuestra?
Existe una clara intención de crear un precedente. Evidentemente es un proceso político a partir del momento en que no se nos permitió presentar pruebas que permitiesen cotejar que en este caso no se había forzado la puerta del inmueble ni obligamos a salir a la señora mayor que lo habitaba, ni siquiera que este estaba en condiciones de ser habitado. Han enjuiciado a cinco personas, y no a la asociación, como una forma de debilitarla, porque no tenían justificación para ir contra la asociación entera. Además, siempre hemos negado nuestra implicación en los hechos.
¿Existen precedentes en Burdeos o el resto de Francia de juicios y condenas como la vuestra?
Hace 25 años que existe el DAL, y es el primer caso con condena que se produce en Francia. En los dos últimos años, diferentes comités, tanto en La Rochelle, como en Toulouse o Rennes, han pasado por los tribunales, pero siempre hemos ganado. En lo insólito del caso se inscribe también el registro policial que sufrió el local que nos presta el sindicato SUD; una violación así de un espacio sindical no ocurría en Francia desde 1965.
Entiendo que por una condena así no es necesario vuestro ingreso en prisión.
Es el juez el que decide. Puedes salir directo del juzgado a la cárcel con penas de un mes, dos meses… En nuestro caso no lo han visto necesario. Por otra parte, el régimen condicional que se nos impone implica que si durante esos cinco años cometemos cualquier delito podemos cumplir esa pena de tres meses de prisión que previamente recibimos. Después del juicio, cuatro de los cinco condenados hemos expresado nuestra intención de recurrir al cassation (equivale al Tribunal Supremo en España).
La peculiaridad francesa
¿De cuántos alojamientos vacíos estamos hablando en Burdeos?
En todo el área metropolitana unos 10.400, para una población de personas sin hogar que ronda las 3.000 durmiendo en la calle cada noche. Pero cada vez más tratamos con personas que tienen un trabajo pero que no disponen de los medios para alojarse porque el precio del alquiler y las condiciones del mismo han aumentando en 5 o 6 años en Francia de forma desorbitada. Piden una fianza de entre tres o cuatro meses del precio del alquiler para que el propietario acepte tenerte de inquilino.
Manifestación por el derecho a la vivienda en París. ALAIN BACHELLIER
El DAL se funda en 1990 también a raíz del desalojo de una vivienda ocupada; es decir, lleváis ya 25 años peleando en torno al mismo tema.
El DAL se fundó sobre tres peticiones, que son: que se paren las expulsiones sin un realojo asegurado, que exista un alojamiento decente y, en particular, que se ponga en marcha la Ley de Requisición, una ordenanza de urgencia que data de 1948 y que se enmarca en el contexto de la postguerra, donde había una necesidad enorme de viviendas porque muchas casas habían sido destruídas y millones de personas no tenían donde vivir. Esta ley da la posibilidad al prefecto (el delegado del Gobierno) de expropiar alojamientos vacíos y entregarlos a los que no tienen. Evidentemente, este decreto no se aplica en la actualidad.
La vocación del DAL es la de desaparecer, porque la nuestra es una reivindicación que no debería existir jamás y, en ese sentido, una lucha injusta. Y nosotros, que como asociación cubrimos el trabajo que debería hacer el Estado, sólo hemos recibido represión como respuesta.
¿La Ley de Alojamiento Oponible (DALO por sus siglas en francés) de 2007 supone una reformulación de esta Ley de Requisición?
No del todo. La Ley de Alojamiento Oponible, que es una victoria parcial del DAL, recoge que una persona sin alojamiento puede reclamar como tal su derecho a la vivienda. Hay que rellenar un dossier, llevarlo ante los tribunales de justicia, que dictaminan que, efectivamente, debe ser realojada por el Estado. Esa persona sale del tribunal con una resolución positiva en cuanto a su alojamiento, pero aún así no lo tiene asegurado. A fecha de 2015, sólo una cuarta parte de las demandas acaba con el solicitante alojado.
La tregua invernal, que dura más o menos de noviembre a marzo, es otra victoria social, en este caso de Abbé Pierre.
Abbé Pierre es una figura fundamental en la lucha por la vivienda. Miembro de la resistencia, hermano capuchino, fue el fundador de Emaús y su famoso mensaje de 1954 constituye la primera alerta sobre las muertes por frío en la calle. Fue gracias a esta alerta que se instauró en 1956 la tregua invernal. Como norma es un parche, porque aunque no te puedan echar de tu piso en esos meses, se sigue obviando el problema de que el resto del año hay personas durmiendo en la calle. Es una suerte de hipocresía.
Pancarta contra la especulación y los desalojos. DAL
Perfil de los afectados
¿En qué consiste vuestra labor con los afectados?
Lo primero es reunirnos con ellos y evaluar cuáles son los trámites que han hecho de manera oficial: si cuentan con un asistente social, si han pedido el alojamiento social, etcétera… Les acompañamos en las gestiones institucionales porque como DAL reforzamos la administración las demandas de nuestros afectados. Nuestra labor es de apoyo, nunca hacemos nada sin los implicados. Ya sólo ser escuchados y ver que no están solos les da ánimos de continuar. El hecho de no tener dónde dormir o estar mal alojado entraña necesariamente un deterioro físico y mental. Un mes en la calle te deja irreconocible.
En cuanto al caso de la calle Planterosse, por el que se os condena, ¿hacéis seguimientos de las casas vacías en Burdeos?
No me entra en la cabeza que en Burdeos haya 10.000 alojamientos vacíos y 3.000 personas durmiendo en la calle, haciendo la resta quedan 7.000 para la especulación privada. Lo que nos interesa censando viviendas sin uso es remarcar que tal o cual edificio está vacío para alimentar el discurso político y que no puedan decirnos que no hay un catastro hecho. En Burdeos no es sólo el problema de las casas particulares, sino que existen también montones de edificios públicos que están vacíos. Por eso entiendo que toda la gente que abra edificios públicos tiene la razón de su lado.
¿Y por qué es así el mercado inmobiliario francés? ¿Los propietarios no tienen necesidad de coger inquilinos?
Existe un doble miedo entre los propietarios. El rechazo a alquilar casas en tiempo de la tregua invernal por la posibilidad de que no se les pague la mensualidad durante ese periodo, y que tampoco se pueda expulsar al inquilino. Del lado del inquilino, las condiciones del alquiler son muy costosas y la mayoría de la gente no puede afrontarlas. Ante eso, lo propietarios prefieren aguantar y asegurarse el pago.
En Francia, entre el 2000 y el 2010, el precio del alquiler aumentó un 3-4% cada año y el precio de la vivienda subió un 110%. Por otro lado, cada asalariado debe destinar de media un 20-25% de su sueldo a pagar el alojamiento. ¿Qué valoración haces?
Hemos vivido nuestra propia burbuja inmobiliaria durante diez años de crecimiento económico sostenido y con fácil acceso al crédito. También hay que contar con que si Francia es un país rico, los franceses no están al corriente. Un 10-15% por cierto de la población vive con menos de 800 euros al mes.
¿Junto a este problema del alojamiento, en la sociedad francesa se produce una criminalización de los pobres o de las personas que duermen en la calle?
Lo hemos visto lo últimos meses en Angulema, donde el alcalde ha decidido poner rejas en los bancos públicos para que los pobres no puedan dormir en ellos. En Burdeos, en 2009, murió en la calle una persona de frío y la reacción del alcalde fue poner una placa y llevar flores todos los años. Pero sabemos que una llave en una puerta es mucho más efectivo.