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Partidos, sindicatos y ONG aumentan la presión contra el TTIP con EEUU

Este sábado se celebra el Día Europeo de Acción contra el TTIP, con conferencias, manifestaciones y actividades en cerca de 350 ciudades de la UE. En España, hay convocados actos en 31 ciudades.

MADRID // Los socialdemócratas alemanes (SPD), inmersos en contradicciones permanentes desde que son socios de gobierno de Angela Merkel, se han visto forzados esta semana a dar un nuevo paso atrás en el Acuerdo Transatlántico de Libre Comercio e Inversión (TTIP). En concreto, en el apartado del arbitraje internacional (ISDS). La presión de la sociedad civil y las negociaciones con los grandes sindicatos han hecho que los socialdemócratas hayan retirado –aparentemente– su apoyo al tribunal de arbitraje internacional que están negociando en secreto la UE y EEUU, una de las grandes reivindicaciones de las empresas multinacionales.

Al margen del SPD, las organizaciones opositoras (cientos de ONG y partidos políticos) celebran este sábado el Día Europeo de Acción contra el TTIP, con conferencias, manifestaciones y actividades en 350 ciudades de 20 países. A nivel comunitario, y alejados del SPD, la Izquierda Unitaria Europea y los Verdes han sido los principales opositores al TTIP durante el proceso negociador. En España, hay convocados actos en 31 ciudades, con el respaldo de IU, Podemos, Izquierda Anticapitalista, Equo, Procés Constituent, entre las 128 organizaciones que forman parte de la campaña #NoalTTIP.

“Los poderes políticos y económicos argumentan que el TTIP es una salida de la crisis. Pero, en realidad, la UE y EEUU tratan de fortalecerse planteando una guerra contra los BRICS, con la privatización de la política. Buscan una ventaja competitiva frente a China, India o Rusia mediante la privatización de las leyes”, asegura Tom Kucharz, portavoz de Ecologistas en Acción.

Muchas ONG y partidos políticos temen que los lobbies empresariales de un lado y otro del Atlántico aprovechen el TTIP de rebajar las normas y regulaciones en ambos bloques para acercarlos al mínimo denominador común. Esto, en opinión de los críticos, podría poner en peligro los altos estándares de protección al consumidor, derechos laborales y medioambientales en Europa.

La cláusula de protección del inversor es uno de los puntos más controvertidos del TTIP, que permite a las empresas llevar sus disputas con los gobiernos ante un tribunal internacional de arbitraje en vez de lidiar en los juzgados del país afectado. “Creo que las disputas comerciales deben dirimirse en los tribunales estatales y no en un tribunal de arbitraje internacional”, ha advertido esta semana el ministro alemán de Justicia, Heiko Maas, del SPD.

Para el portavoz de Ecologistas en Acción, además, el TTIP está enfocado a dar garantías de beneficio a las corporaciones internacionales. “A diferencia de los años 90, en los que el neoliberalismo planteaba el objetivo de apartar las administraciones publicas de la regulación de la economía y de los mercados, ahora con las negociaciones del TTIP buscan un Estado fuerte: no sólo buscan beneficios comerciales, sino que se concrete en políticas”, subraya. En España, el proyecto Castor es un ejemplo de lo que podría generalizarse. El Gobierno se comprometió a compensar al 100% a ACS y Dundey Energy si la operación no salía adelante: aunque no se usase el depósito de gas bajo suelo submarino, las dos multinacionales tenían garantizado que cobrarían su inversión, mediante un real decreto. Y así fue. De este modo, “se trasladan todos los riesgos al sector público, que es el que paga la indemnización. Y, en caso de haber beneficios, se los lleva el privado”, denuncia el portavoz de Ecologistas en Acción.

Kucharz critica también el secretismo con el que se están llevando a cabo las negociaciones UE-EEUU, que afectarán a cerca de 800 millones de personas: “Tendrían que hacer pública toda la documentación. Las únicas que tienen acceso son las grandes multinacionales, los lobbies”. Esto, a su juicio, demuestra el carácter “antidemocrático” de las instituciones de la UE, que dejan “las notas de las negociaciones clasificadas durante 30 años”.

“Pero no es suficiente plantear el carácter antidemocrático, sino que tenemos que crear alternativas al dominio transnacional de las políticas públicas y nuestras vidas. La campana internacional exige que se suspendan estas negociaciones”, reclama Kucharz. Además de ganar la lucha contra el TTIP, su objetivo es abrir el debate con sindicatos y otros actores sociales y políticos e impulsar una economía relocalizada y desglobalizada con canales cortos de producción y consumo, ligada al decrecimiento: “Abandonar la política económica basada en la exportación”.

Por último, además de la oposición al TTIP, el portavoz de Ecologistas en Acción reclama “no abandonar la lucha en contra de los TLC con los países del sur: porque la explotación también la estamos ejerciendo con Colombia, Bangladesh, India o China, entre otros, porque las politicas comerciales de la UE causan sistemáticamente violaciones de los Derechos Humanos”.

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Comentarios
  1. No al TTIP! ¡No más dictadura capitalista!
    ¿es qué todavía somos incapaces de ver hacia dónde nos ha conducido?
    ¿qué tiene que suceder para que despertemos de este borreguil sopor?

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