Decenas de robots hacen campaña por Madina en Twitter

MADRID // El PSOE ha encontrado un nicho de votantes entre las mujeres rusas y otros países del Este de Europa. O eso es lo que parece, al revisar los hashtag más usados en la campaña por la secretaría general del partido. ¿Qué hace Miss Rusia 2010 apoyando a Eduardo Madina? En realidad, se trata de perfiles falsos que actúan de forma coordinada dentro de una campaña en las redes sociales.

Los trending topic se buscan como medida del éxito electoral, y los seguidores y retuits marcan la repercusión de los políticos en las redes. Sin embargo, Twitter cuenta con sus trampas y artimañas para falsear los datos en esta carrera. Esto es lo que parece estar pasando con la citada serie de perfiles de falsos que difunden sistemáticamente mensajes de apoyo a Madina.

La supuesta Fina Alam, por ejemplo, se define en su perfil como una profesora de instituto de historia afincada en Madrid, pero, en realidad, su foto corresponde a una sesión fotográfica de Irina Antonenko, Miss Rusia 2010. Otro caso es el de Adriana Alba Lucía, quien se presenta como una cordobesa licenciada en derecho. Su foto de perfil pertenece a una galería de fotos de novias rusas. Ambas tienen su timeline repleto de retuits con mensajes en contra de las políticas del PP y a favor del PSOE.

El medio valenciaplaza.com publicó el 19 de junio en su web una lista de 18 perfiles falsos de Twitter que en esas fechas empezaban a difundir mensajes favorables a la candidatura de Eduardo Madina. Resulta llamativo cómo, en el último mes, la gran mayoría de mensajes pro PSOE han pasado a ser difusiones de tuits de apoyo a un único candidato: Eduardo Madina.

Así ocurre con abogados, profesores, médicos y demás perfiles falsos con imágenes sacadas de Internet, que pertenecen a otras personas o empresas. Su actividad en la red social se reduce a retuitear contenido de terceros, y a retroalimentarse entre sí. Siguen masivamente a gente afín al Partido Socialista y buscan ganar notoriedad en la red social.

Si se observa la actividad de los dos últimos meses en estos perfiles, se encuentra un comportamiento muy similar en todas las cuentas respecto al PSOE, al PP y a Madina. En mayo y la primera mitad de junio, el comportamiento es de loas generales al PSOE, críticas al PP y menciones esporádicas a Madina –que se pueden comprender por el cargo dentro del grupo parlamentario del diputado socialista– cada dos o tres días. Sin embargo, el punto de inflexión se produce el 13 de junio, cuando Madina hace oficial su candidatura a la secretaría general del PSOE.

A partir de ese día, las alusiones de estas cuenta a Madina se dispararon. Jorge Anadir, Vicente Escribá o Amapola Gracia –otras tres cuentas falsas– pasaron a retuitear varios mensajes diarios en apoyo a Madina. La mayoría son los mismos en los tres perfiles. Esta actividad se produce, además, en oleadas: varios retuits se hacen exactamente a la misma hora y, pasado un tiempo, se produce otra tanda.

De Eduardo Madina al PSPV

La Marea ha contactado con el equipo de la campaña de Madina. Uno de sus portavoces asegura que son conscientes de este fenómeno, pero que, en ningún momento, ha estado vinculados a ellos. Además, afirma que tienen bloqueadas y reportadas estas cuentas, y que son contrarios a este tipo de prácticas. El equipo de Madina asegura que  ha dedicado tiempo a tratar de parar estas cuentas, pero lo terminó dando por imposible. El grupo de apoyo al aspirante dirige las sospechas hacia el Partido Socialista del País Valenciano (PSPV), o a una parte de él, ya que han detectado mucha actividad de estas cuentas falsas hacia éste.

Estas sospechas cuadran con que entre los primeros seguidores de estos fakes se encuentran en muchas ocasiones militantes del PSPV y cuentas oficiales del partido. Los perfiles tienen unos dos años de antigüedad de media en la red social.

Fuentes del PSPV afirman conocer la existencia de las cuentas. Sin embargo, tampoco han sido capaces de identificar a sus promotores. Coinciden en que debe de tratarse de alguien de su entorno, con una estructura sofisticada, pero en ningún caso siguiendo indicaciones del partido. Además, condenan esta manera de hacer política.