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Lidia Falcón: “Me colgaron de los brazos y me rompieron el abdomen a puñetazos”
La escritora relata por primera vez las torturas sufridas a manos de 'Billy el Niño' en la Dirección General de Seguridad en Madrid
Sergi Tarín // Una bolsa de golosinas y una bebida isotónica. Con estas herramientas afronta Lidia Falcón (Madrid, 1935) el relato de los instantes más duros. Lo hace en un reservado de un céntrico hotel de Valencia. En breve está prevista su intervención en una mesa redonda de Amnistía Internacional sobre el Día Mundial de la Tortura. “Es la primera vez que voy a entrar en detalle”. Licenciada en Derecho, Arte Dramático y Periodismo y Doctora en Filosofía. Con cerca de 40 obras publicadas (entre ellas Viernes y 13 en la calle del Correo), es una referencia del feminismo español.
Tras un sorbo al líquido naranja, la mano temblorosa cae sobre la falda. “Bueno, qué se le va hacer”, libera Falcón un suspiro y se propulsa en una narración hacia las cloacas de la dictadura y dos de sus protagonistas más turbios: el comisario Roberto Conesa (implicado en el asesinato de Las Trece Rosas) y Antonio González Pacheco, Billy el Niño, de quien han solicitado su extradición a Argentina para ser juzgado por los crímenes del franquismo.
En su conferencia ha anunciado que tratará momentos temibles de su vida. ¿Son confesables en esta entrevista?
Deberían serlo y debería haberlo dicho mucho antes. Tantos camaradas que han sufrido también la tortura, hay una parte, como yo, que no lo contamos con detalles. Nos detuvieron, nos torturaron y ya está. Y que la gente imagine o piense lo que quiera. Y no sé si hemos hecho bien, pero debe ser que no queremos repetirlo por no revivirlo. Pero algunos compañeros me convencieron de que es aleccionador contarlo con detalle.
Entonces…
Teníamos una relación política y amistosa con Eva Forest y Alfonso Sastre. Vivían en Madrid y nosotros en Barcelona. Compramos un piso céntrico en Madrid porque tenía el propósito de montar un despacho en la capital. Era el verano de 1974. Teníamos que hacer obras y Eva Forest nos aconsejó que Antonio Durán, un habilísimo albañil [del Partido Comunista], nos hiciera una pequeña construcción que no podía verse por fuera porque la recubría de azulejos y parecía que no había puerta. Se abría con unas ventosas. Quedaba un hueco dentro. La verdad es que no pensaba que me sirviera, pero Eva insistió mucho. Entonces, desde Barcelona, le envié el dinero y las llaves de la casa.
¿Llegó a ver el piso?
Nunca. En agosto de ese año la Guardia Civil detuvo, a tiros, a dos etarras en el País Vasco. Al registrarlos encontraron una agenda con el 13 de septiembre marcado: “Rolando, 2:15-2:30”. Y el 13 de septiembre explosionó un carga enorme en la cafetería Rolando de Madrid, enfrente de la Dirección General de Seguridad, en la calle del Correo. Hubo 13 muertos y 84 heridos. La policía relacionó aquello con la detención de los etarras, que convenientemente interrogados explicaron que en Madrid tenían una cabeza de puente que ellos llamaban “La loca”, “la tupamara” y “Vitia” [se trataba de Eva Forest]. Y que habían estado en Madrid y ella les había alojado en pisos francos. Uno de ellos era el mío.
¿Cómo se fraguó el atentado?
La llamaron operación Caperucita Roja porque era meterse en la boca del lobo. Convenció a la cúpula etarra, que estaba en Burdeos, que después del asesinato de Carrero Blanco, que había sido una acción tan exitosa, había que hacer otra todavía más espectacular. ¿Qué podía ser? Volar la Dirección General de Seguridad en Madrid. Forest realizó una prospección, pero la vigilancia era férrea. Entonces se percató de que los policías iban a la cafetería Rolando, que estaba enfrente. Cuando llegaron los activistas de Francia, los llevó a ver la cafetería y al día siguiente colocaron la carga. Nosotros estábamos en Barcelona completamente en la inopia.
¿Cómo se produjo su detención?
El 16 de septiembre, tras interrogar a los etarras, la policía detuvo a Eva Forest. Le abrieron el bolso y, entre otras muchas, sacaron las llaves de mi casa. “Son de la casa de Lidia Falcón y Eliseo Bayo”, contestó. Inmediatamente llamaron a la Jefatura de Barcelona para que nos detuvieran. Después de registrar mi despacho sin encontrar nada, a la una de la madrugada nos metieron en dos coches. Eliseo y mi hija en uno. A mí en otro. Mi hijo, que tenía 16 años, lo detuvieron y lo tuvieron tres días en la Jefatura de Barcelona. No nos dijeron adónde nos llevaban ni porqué. Condujeron toda la noche y casi a las 10 de la mañana llegamos a Madrid, a la Dirección General de Seguridad. Como entrabas por la calle del Correo, vi la cafetería destrozada. El edificio estaba en ruinas. Entonces sí que pensé que nos matarían.
¿Relacionó su detención con el atentado?
Aún no. Pero teníamos mucha inquietud. No sabíamos nada. Ni que habían detenido a Eva. Primero me bajaron a los calabozos, que eran medievales, auténticas mazmorras, sótanos de piedra con arcos. Había arriba un tragaluz por el que veías la calle y los pies de la gente. En la primera celda estaba Eva. Con una alegría sin igual me dice: “Pero Lidia, ¿qué haces aquí? Tú no tienes nada que ver con esto”. Tampoco sabía que ella estuviera relacionada con el atentado.
¿Cuándo lo supo?
Nos subieron a interrogatorios. La primera cosa es que aparece un policía enorme, un gigante, y dice: “¡Aquí está una de las asesinas!”. Y con una guía de teléfonos me da un golpe en la cabeza. Después me llevaron al médico. Dije que había tenido una pequeña inflamación hepática aquel verano. Acto seguido me pasaron al interrogatorio con Billy el Niño y el comisario Conesa y otro que no recuerdo. Todo parecía normal. Me sientan en una silla y me preguntan por Eva Forest. Siempre es larguísimo. Hay un reloj allí y vas contado los minutos. Mientras los entretienes va pasando el tiempo. Era una ingenua porque no tenían ningún tiempo tasado. Creía que respetarían el plazo de los tres días, pero estuve nueve.
¿Cómo era Billy el Niño?
Le gustaba pegar y gritar. Era el que actuaba. El comisario Conesa estaba sentado y miraba. Otro iba escribiendo. Billy me decía que mi hija, de 18 años, también estaba en los calabozos y que allí podía encontrar novio. Fue casi lo primero, el saludo. Al cabo de horas, me puso en pie y me cogió de un brazo y me sacudió. Eso fue después lo más visible, cuando era lo menos importante, porque una parte del brazo se me puso negra. El primer puñetazo fue al hígado. Cuando intenté protegerme, me cogieron los brazos y los sujetaron para darme más puñetazos en el hígado. Esto se prolonga un tiempo que ya ni sé. Cuando se cansaron, me ataron los brazos y me colgaron de algo que tenían allí preparado para seguir pegándome. El abdomen fue lo peor. Me rompieron algún músculo, alguna capa que protege el intestino. Una de las veces me desperté en el suelo. Me estaban echando agua. Y el médico me estaba tomando la tensión y decía: “déjenla descansar”.
¿Esto el primer día?
Esto se repite y se repite. Se cansan ellos. Los tres primeros días eran continuos. Después ya eran cuatro o cinco horas y te bajaban a la celda y te dejaban allí. No te daban nada de comer ni beber. Cuando pasaron los tres días y pensaba que todo acabaría, me suben y me encuentro con el juez militar. En vez de que te sacaran de la detención y te llevaran al juzgado, el juez se personaba allí.
Dice que Billy el Niño gritaba mucho. ¿Qué le decía?
“Asesina, nos has querido matar” y “estos monstruos que quieren deshacer España”. Era un gasto inútil. No sabía nada. Yo, desde luego, me vi muerta. Cuando perdía el conocimiento era estupendo. Cuando te despertabas y veías gritando a los tres, pensabas que no tenía fin. Eran impunes. Una de las veces ya no me pudieron subir andando y lo hicieron a rastras. Y ya no me colgaron porque casi no valía la pena. No tenían donde darme.
¿Qué secuelas le han quedado?
Al colgarme de los brazos se rompieron los tendones supra espinosos. Los dolores eran grandes. Los médicos no sabían qué hacer y optaron por las operaciones. Los tengo con muchas limitaciones. He hecho cinco años de rehabilitación. La primera operación fue a los dos años: tenía rotos unos tejidos, decían que era un hernia abdominal. De esa parte tengo tres intervenciones. La última, una cicatriz que va de lado a lado.
¿Por qué se decide ahora a contar todo esto?
Porque ha pasado el tiempo. Por consejo de algunos compañeros.
¿Se plantea repetir el testimonio ante la jueza María Servini y adherirse a la querella argentina contra los crímenes del franquismo?
Tendría que haberlo hecho ya. Debo hacerlo. Muchos compañeros han insistido y me han facilitado el nombre de los abogados. Lo haré en septiembre.
[Entrevista publicada originalmente en La Veu del PV]
[…] que la lectura de Mujer en punto cero me recordó a otra que hice hace años: el testimonio de Lidia Falcón En el infierno: ser mujer en las cárceles franquistas, escrito clandestinamente desde la prisión […]
Podrían hacer una película en la televisión española, sobre la vida de Lidia Falcón. En mi opinión, es una mujer muy especial. Según la creencia en la reencarnación, se escoge el país, los padres, y el momento en que se quiere nacer.
Me entra un estremecimiento de terror muy grande; al pensar en las mujeres en España, entre 1939 y 1978, por el tema de la menstruación. Las reglas dolorosas, o la dismenorrea. O por el tema tan cotidiano de los productos femeninos para el periodo, durante esos años. Ahora, es normal, acceder a compresas, tampones, copas menstruales. Incluso compresas, tampones ecológicos. Pero, en España, del año 1939 hasta bien entrados los años 70 no se vendían compresas, ni tampones como se conocen hoy en día.
En ESpaña, durante los años del franquismo, no se podía acceder a la Acupuntura, a la Medicina Naturista.
Es todo lo que e te ocurre decir sobre la nota? Parece un anuncio de compresas…
Intento ponerme en la piel de una persona como Lidia Falcón, y no es fácil. Le tocó vivir una época muy dura en España, una dictadura terrible, donde la mujer sufrió de manera especial; de tener una cierta apertura, el derecho al voto, en la II República, a pasar a ser una menor de edad, pasar de la tutela de los padres al marido, es algo muy duro.
Esta es la historia terrible de España, el feminismo español, muy tímido, en comparación con las sufragistas británicas y norteamericanas. Apenas hubo algo de sufragismo en España, a principios del siglo XX, y un poco en la II República. Y pasar un dictadura, donde los españoles fueron considerados tontos, o menores de edad, debe ser muy duro.
El problema de España, es que nunco tuvo ninguna revolución, pero de manera coordinada, ni una Revolución Industrial, ni liberal; ni siquiera una Revolución Francesa.
Y esto, en mi opinión, ha repercutido de manera muy especial en las mujeres. En España, ha habido desarrollo industrial, pero, muy localizado, tal vez, en Cataluña, y tampoco es que en Cataluña tuvieran una gran industrial; más bien protegida, y con el apoyo de los dictadores de turno.
Pero, según la creencia en la reencarnación, los seres humanos elegimos el país, los padres, donde queremos nacer. Es como una purificación espiritual, o una evolución espiritual.
Yo creo en las experiencias cercanas a la muerte; sino fuera por esa creencia, la vida sería mucho más dura.
Un saludo a Falcón, pese a que no esté de acuerdo con su forma de ver el mundo.
¿Esta no fue donde en una discusión en intereconomia (supuestamente extrema derecha fans de Franco) reconoció sus vinculaciones con ETA y que no fue ninguna angelita? Bien pudieron fusilarla, pero no lo hicieron, fue una lastima la verdad (lo que no la fusilaron)
[…] noticia original […]
Sí, Lidia, tienes que hacerlo.
Por cierto, sigues tan guapa como siempre.
Lidia, que grande eres, tanto dolor sufrido, para poder tener una Democracia en este país , y ahora ves en lo que ha quedado con este PP que tenemos, donde fueron a parar tus suspiros, sobre todo Gracias por luchar para tener nosotros un poco mas de libertad
Hace poco más de un mes que escuché a la Sra. Lidia Falcón decir, respondiéndome a una pregunta en la presentación de su último libro, que le era imposible contarlo todo, que había cosas de las que nunca hablaría por el dolor que le causarían.
En ese acto yo le regalé mi novela «Trece gatos y una gallina» en el prólogo de la cual describo precisamente la dificultad que las víctimas tiene para relatar lo que les ha acontecido y, por eso le hice la pregunta.
Quiero felicitarla de todo corazón por su valor y su aportación a la verdad.
Un abrazo y mi gratitud.
Un abrazo grande a Lidia. Y gracias por su generosidad al seguir diciendo lo que hay que decir.
Sr.Jo, eres bastante terciado o ignorante. Ni se mató así por las buenas 40 años (solo constan asesinatos de los que hablas hasta el año 1946) y se sabe el nº exacto de ellos.
Dúchate y lee
Mañica o eres muy joven o no te enteras, después de la guerra se torturó y fusiló a miles y miles de republicanos por el solo hecho de serlo y sin juicio y esto duró 40 años asesinando gente y la República ganó las elecciones eso sin hablar de los bombardeos a la población civil por los nazis
Todos cometieron barbaridades, en las guerras siempre ocurre aunque, hemos de recordar que los que se alzaron en armas fueron los que se saltaron unas normas establecidas en las urnas… Con las armas nadie gana y si unos empiezan, los otros sse defienden aunque, para nada en igualdad de condicones. Otra diferencia es que la mayoria de victimas de aquellos que apoyaron el alzamiento estan bien identificados y descansan en sus sepulturas en las que sus descendientes pueden ir a llevarles una flor, tienen su documentación, su historia está intachable como ejemplo y siempre han tenido privilegios hasta para poder ocupar un asiento el metro de madrid.
La diferencia, la gran diferencia es que hay muchas, muchismas victimas tiradas por toda la geografia española, sus identidades perdidas en archivos que se resisten a abrir, muchos de los hijos de aquellos se han ido marchando con el ansia de saber siquiera dónde estaban los restos de sus padres o hermanos… eso en una dictadura es algo haitual pero… Llegada la democrácia.. todo sigue igual y a día de hoy ya lo vemos a ninguno de estos dos personajillos puede aplicarseles justicia alguna, no ya para procesarles y que vayan a prisión que ya son unos despojos humanos (n por su edad no, no)sin dignidad, con pasado de torturas, dolor, miseria y terror (hay muchos terrorismos en uestra españa) ahora es simplemente para que todo el mundo conozca sus rostros, para que la historia los recuerden como un azote de los derechos humanos…. La justicia es igual para todos??? Si a alguos de ustedes que justifican o simplementen disculpan estos hechos poorque ya ha pasado tiempo y no hay que remover el pasado les arrebataran de forma tan cruel a su padre o un hermano, en algúnmomento de su vida se les olvidaría, si les hubieran torturado como a Lydia… se olvidarian por mucho tiempo que hubiera pasado???? Ja, me van a permitir que lo dude… lo que ocurre que es dificil sentir el dolor ajeno aunque muchos de ellos se digan creyentes!!!!
HORROR de aquellos hechos, HORROR de estos que aún siguen pensando como entonces pensaban estos dos energumenos!!!
Es un relato desgarrador y muestra un ejemplo de lo que fueron capaces los Franquistas y las dictaduras del cono sur de nuestra America
Franco ya no vive. En España hay algo parecido a la democracia. ¿que ganan lagunas personas habriendo procesos por las torturas del Franquismo? ¿y las bestialidades que hicieron los republicanos, que? y nadie les ha pedido responsabilidades ¡YA ESTA BIEN¡ ¡PARAD¡
JUSTICIA, ESO SE CONSIGUE.Y si con los crímenes de los republicanos te refieres a la guerra, allí hicieron bestialidades todos. ¿Te parece normal haber estado 40 años en una dictadura?¿Te parece normal lo que le pasó a esta mujer, que no tuvo nada que ver en el atentado, y que no se haya hecho justicia?. Estúpida justificación la del paso del tiempo.
Aparte de que Mañica da grima (y mucha), sí que hay diferencias. Durante la época de la dictadura fascista de Franco se persiguió (con cárcel, torturas, asesinatos) a republicanos y republicanas, hubieran cometido o no algún delito durante la guerra civil. Tuvieron 40 años para perseguirl@s y lo hicieron con saña. Pero jamás han pagado los y las franquistas las salvajadas que hicieron tras el golpe de estado militar y la guerra civil. Y todavía seguimos sin justicia por lo ocurrido desde el final de la guerra civil hasta esta pseudodemocracia que tenemos. Si no hay justicia, verdad y reparación (que sí tuvieron la gente que estuvo a favor de la dictadura fascista de franco) no hay democracia. Y si a ti te parece que es de recibo que todavía haya gente que no sepa en qué fosa común están enterrad@s sus familiares es que no tienes ni empatía ni compasión alguna.
mañica,me das asco
Que qué es lo que ganan? Nada. Ganar no ganan nada. Sólo piden algo básico, JUSTICIA. Si te parece poco….
Vergüenza me da que haya gente de mi tierra que piense así. Ya que lo afirmas de forma tan segura, ¿puedes documentarme un sólo caso en el que no se haya pedido responsabilidades a una bestialidad republicana? Gracias.
mañica, está muy bien seguir adelante, pero si te hubiesen destrozado el hígado a tí seguro que te encantaba oirle a otro: «ya esta bien, olvida el tema amiga que los franquistas fueron unos torturadores (y como tu vivías bajo el régimen, por lo tanto también eras una torturadora)» basicamente estás diciendo: como una parte de tu bando hizo barbaridades, tú te merecías ser torturada. Genial, muy ético e incluso CRISTIANO…
Me parece que a los republicanos les dieron candela durante 40 años, y si hay algúna cosa que denunciar pues a ello, que no se trata de revancha sino de justicia para fechorías que se cubrieron bajo un manto muy oscuro
soy niño republicano vi las atrocidades franquistas que fueron unos golpista y la Republica lo hiciera mal también se hicieron muchas cosas bien PERO ERA EL GOBIERNO LEGALMENTE CONTITUIDO POR LAS URNAS
Mañica, supongo que desconoces la importancia de contar y expresar estos hechos (sobre todo a nivel personal), así como de recibir una condena pública y oficial. Un poco de respeto y menos vísceras, por favor.
«Algo parecido a una democracia» jajaja esa frase dice mucho. ¿Qué ganan abriendo los procesos? Su derecho a que se sepa. Su derecho a manifestarse contra la impunidad de esos torturadores. Y intentar que de una vez por todas paguen por eso o por lo menos sepamos quienes son y lo que hicieron.
Ya me gustaría ver como estarías ahora y que harías tú si hubieras sido torturada. Increíble que aún queden ignorantes franquistas de tu calaña.
Gracias a gente como usted será posible que, en los próximos años, otra guerra civil se nos lleve por delante. ¡Parad!, dice usted. De reabrir heridas, dice usted.
De pedir justicia para quién no la ha tenido. De denunciar ante el mundo que la guerra la ganaron unos y se encargaron de vengar las muertes y atrocidades de su bando durante cuarenta largos años.
¡Ya está bien!, dice usted. Pues lo mismo digo yo: ya está bien de hipocresía y de demagogia. Justicia.
mmmm, a ver que la veo yo muy indignada y muy dramática…
Bestialidades de republicanos hubo hace 80 años, y muchas más hubo de nacionales, porque no sólo se limitaron a los años de la guerra si no a la escabechina que hicieron tras la victoria (a sangre fría, fuera ya del contexto de tensión e histeria de toda guerra). Además, para que duermas tranquila, durante 40 años de dictadura te aseguro que prácticamente todas las responsabilidades de las barbaries republicanas que hubiera ya fueron bien pagadas, muchas veces con penas de muerte totalmente injustas.
Franco no vive, pero el Billy el Niño del que se habla en artículo sí, y está en buena forma que se hace sus maratones. Es intolerable que semejante torturador campe a sus anchas tranquilo e impune aún a día de hoy. Si no se hace justicia, aparte de cuestiones de mera dignidad para las víctimas (como Lidia, y por ende todo el pueblo español), sirve de mal precedente para que nuevos torturadores, sea en la policía o donde sea, se atrevan a cometer indecencias similares porque saben que los posibles castigos serán prácticamente inexistentes.
¿Te ayuda a tenerlo más claro?
Franco no vivirá, pero el desgraciado que la torturó durante 9 días sí. Todos condenados por los crímenes de guerra.
No se en nombre de quien habla usted, en el mio no, desde luego, que se abran las puertas del infierno si es menester, 40 años de represión, tortura y muerte silenciados claman justicia señora mía!!!
Hay mañica que tranquila estabas tu en tu casa mientras los demas sufrian. Y encima tienes la cara dura de reclamar impunidad. Un poco más de empatía no te vendría mal
Franco no, pero el que la torturo si. Las bestialidades que hicieron lo republicanos ya se encargaron estos de saldarlas. Me da verguenza ajena tu comentario, las torturas hay que perseguirlas siempre, sin importar el tiempo transcurrido.
Rómpase España mil veces si con ello no volvieran a cometerse torturas
Imagina que esa señora es tu madre.
Flipo, vamos mañica que pides torturar y asesinar como hicieron los franquistas durante la guerra (ya vamos por los 250 mil mientras que los republicanos según la causa general mataron unos 6000 ahí es na la diferencia)y luego impunidad.
Eso si yo no espero que les condenen a estos la única justicia sería la misma que daban ellos; a quién hierro mata a hierro muere.
Mañica: «y nadie les ha pedido responsabilidades ¡YA ESTA BIEN¡ ¡PARAD¡»
40 años de dictadura, segundo país en desaparecidos tras la Camboya de Pol Pot, y tú, tarada, dices que no se han pedido responsabilidades.
Resulta sorprendente la firmeza con la que denuncia la participación de Eva Forest en el atentado de la calle del Correo y también que piense incorporarse al proceso que siguen Argentina por torturas durante el franquismo, cuando ya ha sido denegada la extradición de Billy el Niño. ¿O todavía está pendiente?
Se ha denegado ya la extradicción de BIly el Niño, ¿para qué vas a entrar en la querella argentina? Haberlo echo antes, a estas alturas. Pero también es verdad que si lo haces para darlo publicidad todo vale aunque no venga a cuento.
Ayer escuché la intervención de Lidia Falcón en el Palau Pineda de Valencia, en el acto celebrado por Amnistía Internacional contra la tortura. A Lídia la conozco, por sus escritos sus conferencias, desde hace mucho tiempo, sin embargo escucharla ayer mje resulto especialmente impactante, emotivo, empático. Como mujer, feminista y filósofa, sólo puedo decir «Gracias, Lidia Falcón, por toda tu trayectoria y por tu ejemplo»
Amparo Ariño
Prof. Titular de Filosofía
Universidad de Valencia
Y el principio de justicia universal desterrado de nuestro cuerpo normativo por estos herederos de los salvajes, impunes en sus casas. Que horror.
http://casaquerida.com/2014/06/27/interdiccion-de-la-arbitrariedad/