Internacional
Frente Amplio, la experiencia de una gran coalición de izquierdas en Uruguay
En países como Uruguay parecía imposible terminar con más de un siglo de bipartidismo hasta que el Frente Amplio llegó al Gobierno en las elecciones de 2004.
MONTEVIDEO// ¿Se imaginan un país que consiguiera romper con décadas de bipartidismo creando un frente donde convivieran socialistas, comunistas, demócrata-cristianos y nacionalistas de izquierdas? No hace falta recurrir a la imaginación. En Uruguay, país que se ha puesto de moda gracias a la figura de su presidente José Mujica, lo hizo posible el Frente Amplio (FA), una coalición formada actualmente por 22 partidos y grupos de izquierdas que arrebató la hegemonía política a las dos grandes formaciones tradicionales, Partido Colorado y Partido Nacional, que se habían repartido el poder durante más de 100 años.
“El Frente Amplio logró unir en un mismo bloque a toda la izquierda dejando las discrepancias a un lado: lo más importante era conseguir un mínimo denominador común y terminar con el bipartidismo”, señala Camilo López, profesor del Instituto de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República (UdelaR).
Los primeros síntomas de debilidad del bipartidismo uruguayo llegaron con la creación del Frente Amplio, en 1971, cuando se celebraron elecciones generales y los recién llegados consiguieron el 18% de los votos. Pero esa alegría no duraría mucho: Uruguay sufrió un golpe de Estado cívico-militar en 1973 que se prolongaría hasta 1985 sumiendo al país en el periodo más gris de toda su historia caracterizado por una dura represión.
Una vez recuperada la democracia, el Frente Amplio fue ganando fuerza y acumulando votos hasta que ganó la presidencia en las elecciones generales de 2004. “Si se observa la evolución electoral entre 1984 y 2004, vemos un crecimiento constante de la izquierda y un decrecimiento igualmente constante de los partidos tradicionales. El FA pasa de un 22% en 1984 a un 52% en el 2004, cuando gana Tabaré Vázquez en primera vuelta y con mayorías absolutas, algo que blancos y colorados creyeron que nunca ocurriría”, explica el historiador y politólogo Gerardo Caetano.
En 2004, la población uruguaya, continúa Caetano, quería un cambio sustantivo. “La ciudadanía culpó fundamentalmente al Partido Colorado de la crisis del 2002 y de sus terribles consecuencias sociales: un 40% de pobres y un 4,7% de indigentes en el 2004, algo inaceptable para un país de perfil igualitarista como el Uruguay”, apunta. Los colorados obtuvieron la peor votación de su historia y tampoco fue bueno el resultado del Partido Nacional. “La gente quería un cambio de rumbo, más políticas sociales, un ciclo de reformas, volver a discutir de derechos y de desarrollo, recuperar salario y reconstruir una sociedad de perfiles más igualitarios y solidarios. El sentir mayoritario de la población uruguaya era que todo eso sólo lo podía ofrecer la izquierda a través del FA y de Tabaré Vázquez”, señala el historiador.
Unidad en la diversidad
Si por algo se caracteriza el Frente Amplio es por la convivencia de múltiples ideologías. Según Caetano, la capacidad de administrar esas diferencias preservando la “unidad en la diversidad” es la fórmula de la convivencia. “Nunca podrá tener una sola ideología y tampoco logrará sobrevivir si rompe con su unidad política y programática. Pero una historia de más de 40 años revela que el que se va del FA pierde. También esa historia demuestra que el FA necesita renovación y tradición para sobrevivir”. Es precisamente “desde el apego a esos valores por lo que han podido convivir ideas tan diversas, tanto en la oposición como en el gobierno”, añade.
Uruguay acaba de celebrar elecciones internas para elegir a los candidatos presidenciales y Tabaré Vázquez, quien fuera presidente antes que Mujica, ha sido el más votado del Frente Amplio. El partido ha gobernado las dos últimas legislaturas y, según las encuestas, ganaría un tercer gobierno en las elecciones generales que tendrán lugar en octubre. Uno de sus principales retos tiene que ver ahora con saber renovarse como partido para conservar el poder.
“Más de lo mismo no alcanza. Las transformaciones deben ser más profundas”, dice Gerardo Caetano. Así, la reforma educativa, la profundización en temas de inclusión y cohesión social y la apuesta en innovación en ciencia y tecnología serán claves para el futuro de la coalición. Al mismo tiempo, ese futuro también pasa por la renovación de una dirigencia muy envejecida (el presidente Mujica tiene 79 años; Tabaré Vázquez, 75). “Después del liderazgo fundacional de Líber Seregni, el FA ha crecido con una trilogía de líderes muy importantes: Vázquez, Mujica y Astori –vicepresidente de la República-. Pero este ciclo electoral es el último que los tendrá como protagonistas. El desafío del Frente Amplio, no sólo para ganar las elecciones nacionales, sino para gobernar en el próximo lustro, pasa por ahí, por no quedarse en lo mismo”, sostiene Caetano.
¿Un modelo exportable a España?
La sorpresa por el resultado de las elecciones europeas ha sido generalizada tras la irrupción de Podemos, el ascenso de Izquierda Unida y el descalabro del Partido Popular y, especialmente, del PSOE. Ante este inédito escenario político, son muchos los que se preguntan si la receta del Frente Amplio uruguayo se podría exportar a España. Para el historiador y politólogo Gerardo Caetano, la respuesta es clara: “Puede servir de inspiración desde una perspectiva plural como expresión de una convergencia de izquierdas que sepan combinar unidad política y programática con diversidad ideológica”, pero la fórmula para concretar se tiene que hacer desde cada contexto y “sólo puede sobrevivir si se la reinventa cotidianamente”. “El Frente Amplio ha tenido, tiene y tendrá siempre esa tensión creativa. Forma parte ya de su identidad. No es algo sencillo. Es sin duda una identidad política muy compleja”, dice el experto.
Por su parte, el profesor Camilo López de la Universidad de la República va más allá y asegura que un posible frente de izquierdas en España debería incluir necesariamente al PSOE porque, en su opinión, “un proyecto así tiene que tener una base socialdemócrata”. Esta precisamente podría ser otra de las diferencias más importantes que habría entre el Frente Amplio uruguayo y un posible frente de izquierdas en España: parece difícil que dadas las actuales circunstancias el PSOE se aliara a esa coalición. Si bien el FA nació con vocación de cambiar la realidad dentro del sistema, transformando el bipartidismo en un multipartidismo, lo que plantean formaciones como Podemos o Izquierda Unida es darle la vuelta a un sistema producto de la Transición que consideran obsoleto.
Actualización a las 12.28 horas.
No incluir al PSOE tiene sentido, por las razones que da la autora, pero entonces no se trataría de un Frente Amplio como el de Uruguay, sino un Frente de Izquierdas como el de Francia (con un resultado muy diferente). Estamos en una época de cambio y de momento cualquier unidad con los partidos tradicionales como PSOE o IU sólo lastra a los nuevos. Véase el ejemplo de Syriza, que no incluye al partido comunista ni al partido socialista.
Te equivocas JorgeG. Solo decirte que SYRIZA tiene como modelo a Izquierda Unida (así lo reconoció el propio Tsipras) y que si bien el KKE no forma parte de ella, Synaspismós es uno de sus partidos fundadores. Saludos.
Bueno no hubo miles de muertos, pero si hubo muertos en torturas y desaparecidos, yo creo que con haberle quitado la palabra «miles» alcanzaba, ya que sí hubo muertos en torturas y desaparecidos de los cuales se han encontrado creo que sólo 5 hasta ahora de alrededor de 200, y si hubo miles de presos por pertenecer a los partidos de izquierda y/o por el sólo hecho de ser sindicalistas o militar en algún movimiento social. el penal de Punta Carretas, el de Libertad y punta Rieles estaban llenos de presos políticos, y ni que hablar de los propios cuarteles militares en donde estaban los llamados rehenes de la dictadura, el Pepe Mujica era uno de ellos……
Perdone, pero hay algo que no entiendo, Camilo: ¿En què momento del texto dice que «hubo miles de muertos?». Si no leo mal, habla de «una dura represión», y viendo las cifras de detenidos, torturados y exiliados en un país de 3 millones de habitantes, parece una definición acertada como mínimo.
Hola, SinanPacha,
lo decía en el primer texto publicado, pero lo hemos rectificado inmediatamente (al final del artículo se lee «actualización 12.28 horas»), para no perpetuar el error.
Gracias por participar con tu comentario y disculpa las molestias,
La Marea
el FA no esta formado por 11 partidos, actualmente son unos 22 partidos y movimientos que conforman el FA. a la hora de votar algunos se juntan para formar las listas.
en Uruguay no hubo miles de muertos y desaparecidos en la dictadura, la Universidad de la Republica cuanta 178 desaparecidos, con esto no quiero decir que la dictadura no haya sido una mierda, pero un minimo de rigor por favor.
Pero la fuerza de unidad en el FA esta en el trabajo de base, en todos los barrios pueden verse varios comites de base del frente o de cualquiera de los partidos y movimientos que lo conforman, hay mucha participacion ciudadana en la discusion politica.
Gracias, Camilo, por tu comentario; se lo haremos llegar a nuestra colaboradora en Uruguay.
Actualizamos inmediatamente la información. Disculpas y gracias de nuevo por ayudarnos a mejorar
Si bien es cierto que a escala nacional los desaparecidos y desaparecidas en el Uruguay no suman más de doscientas personas, entendiendo el proceso internacionalmente, dentro del Plan Cóndor -del que Uruguay formaba parte- la cifra de asesinados y asesinadas asciende a decenas de miles.