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“Los que mandan tienen miedo de aquellos que desobedecen”
Teresa Forcades y Esther Vivas conversan en ‘Sin Miedo’ (Icaria, 2013) sobre las causas de la crisis y plantean alternativas, animan a la gente a movilizarse y a desobedecer unas políticas injustas
BARCELONA // Teresa Forcades, monja benedictina de Montserrat y doctora en salud pública y teología, y Esther Vivas, periodista y activista social, hace meses que recorren Cataluña con el objetivo de sumar voluntades para impulsar un proceso constituyente que fuerce un cambio de sistema económico, político y social. Durante los encuentros del proceso constituyente, plantean la necesidad de tomar conciencia de la violencia del sistema, y de la pérdida de derechos y libertades que se está produciendo en el marco de la crisis.
La editorial Icaria acaba de publicar en castellano la obra Sin miedo, un diálogo entre Forcades y Vivas en el que reflexionan sobre las causas de la actual situación de crisis, quién sale ganando y quién está perdiendo, y a la vez plantean alternativas, animan a la acción, a movilizarse y a desobedecer para cambiar unas políticas injustas. La sociedad poco a poco comienza a perder el miedo, aseguran, y esta debe ser la clave para que la salida de la crisis responda a las necesidades de la mayoría y no, como quieren los responsables de las políticas actuales, para reforzar los privilegios de unos pocos.
¿Cómo se puede perder el miedo cuando uno se encuentra en una situación cada vez más precaria?
T.F.: De miedos hay de muchos tipos y por muchos motivos. El título del libro hace referencia a un miedo muy concreto: el miedo político, el miedo a sublevarse, a defender las libertades y la dignidad. Este se pierde abriendo los ojos y yendo al fondo: ¿Qué es lo que quiero? ¿Cómo quiero vivir y por qué? Esta toma de conciencia comienza para cada uno de una forma distinta, pero sólo se profundiza tomando parte, junto con otras personas, en las luchas concretas. Perder el miedo no equivale a perder la modestia o la humildad, no equivale a creerse en posesión de la verdad absoluta.
E.V.: En los últimos tiempos hemos visto que la gente sale a la calle, desobedece leyes y políticas injustas, y que estas acciones cuentan con el apoyo de amplios sectores de la sociedad. Por eso decimos que el miedo comienza a cambiar de bando, porque, al mismo tiempo, desde las instancias gubernamentales se estigmatiza a los que luchan, se los reprime, como hemos visto recientemente con la nueva Ley de Seguridad Ciudadana y la reforma del Código Penal. Es una muestra de que los que mandan tienen miedo de aquellos que desobedecen, y como no pueden aplicar sus políticas de recortes por las buenas, las aplican por las malas.
El libro comienza apuntando que nos encontramos en una encrucijada. ¿Qué tenemos detrás y que puede venir en adelante?
T.F.: Detrás tenemos al capitalismo con rostro humano: siempre ha sido una falacia y ahora ya no es creíble. Que diga que siempre ha sido una falacia no quiere decir que los derechos que teníamos en los años 80 no fueran reales; quiere decir que los disfrutábamos porque en el tercer mundo había dictaduras o guerras. Lo que es una falacia es afirmar que el capitalismo puede favorecer a una mayoría, siempre ha favorecido sólo a unos pocos.
Lo que puede venir delante depende del papel que juguemos: si restamos pasivas, lo que vendrá es más de lo que ya tenemos, acumulación de bienes y privilegios para unos cuantos y sufrimiento, destrucción y muerte para la mayoría.
E.V.: Debemos tener muy claro que no saldremos de esta crisis como hemos entrado. La crisis se utiliza como una oportunidad por parte de las élites económicas, que cuentan con el apoyo de la mayor parte de la clase política del país, para recortarnos derechos sociales, derechos laborales, derechos democráticos, para comerse este gran pastel que son los servicios públicos… Si salimos de la crisis como quieren aquellos que están aplicando las actuales políticas, saldremos con muchos menos derechos.
T.F.: Si nos organizamos y provocamos una ruptura, lo que puede venir por delante no será seguro ningún paraíso, pero puede ser un sistema bastante razonable, capaz de repartir riqueza y de asegurar que todo el mundo tenga los mínimos para vivir con dignidad. No puede ser que 1.000 millones de personas pasen hambre en un mundo de 7.000 millones de habitantes que produce alimentos para 11.000 millones.
¿Cómo se impulsa el cambio?
T.F.: Primero, hablando claro: no puede ser un cambio reformista, debe ser un cambio de ruptura. No puede ser una nueva versión del capitalismo, debe ser un modelo anticapitalista. Con este horizonte claro, necesitamos unirnos y organizarnos políticamente para una candidatura unitaria de ruptura que proponga la formulación de un nuevo marco constitucional. Las reacciones, si el movimiento crece, no se harán esperar, y cuando lleguen debemos estar listos para hacerle frente.
E.V.: Hay un discurso hegemónico que nos quiere hacer creer que somos culpables de esta situación, que somos cómplices. Por eso nos dicen que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, porque si pensamos que esto de la crisis es responsabilidad aceptaremos las consecuencias, que son los recortes. Es importante abrir los ojos a esta realidad, tomar conciencia, para que la salida de la crisis esté en nuestras manos y responda a nuestras necesidades como personas y no a los intereses de unos pocos.
¿La sociedad está preparada para un proceso revolucionario de este tipo?
T. F.: Está preparada para que la idea se vaya extendiendo. El proceso revolucionario no es lineal, puede haber saltos inesperados, es más bien como un magma hirviendo por debajo, que de repente puede hacer erupción. Cuanto más organizadas nos encuentre la erupción, mejor la sabremos aprovechar. Por ejemplo, la huelga indefinida de los maestros de las Baleares fue una sorpresa y podría haber sido el catalizador de una reacción en cadena.
E.V.: Cuando desde el proceso constituyente planteamos que es necesario sumar a un amplio abanico de personas, organizaciones, movimientos, etc. y planteamos que hay que cambiar las reglas del juego a favor de la mayoría, lo decimos porque hoy este proceso constituyente se está haciendo a la inversa: se está llevando a cabo un proceso de recortes y pérdida de derechos como nunca nos hubiéramos imaginado. Y por lo tanto podemos estar preparados o no para esta situación, pero no nos queda más remedio que enfrentarnos a ella.
¿Cómo debería ser la nueva política?
E.V.: Con una práctica política completamente antagónica a la dominante y la actual, que tenga su centro de gravedad en la calle. Desde mi punto de vista, las cosas solo se pueden cambiar desde la lucha, la movilización y la desobediencia en la calle. Si esto no existe, no hay cambio posible. Desde las instituciones, por sí solas, no se puede cambiar absolutamente nada. La historia nos lo ha demostrado claramente, cuando organizaciones llamadas de izquierdas han llegado al gobierno, hemos visto como se han visto arrastradas hacia las políticas de derechas.
T.F: Para garantizar las libertades individuales para todos de forma efectiva, el ordenamiento político debe tener por objetivo evitar la acumulación y el abuso de poder. Debe potenciar y diversificar la participación popular. No se trata sólo de institucionalizar de forma efectiva el control popular de los cargos electos y de su toma de decisiones, sino de potenciar la participación popular al máximo.
E.V.: Lo que es fundamental es que solo con la movilización social no es suficiente, hacen falta nuevos instrumentos estrechamente vinculados a estas luchas para acabar con el monopolio de aquellos que siempre han ejercido la política en las instituciones. Lo que hoy es urgente es convertir esta mayoría social que sufre la crisis en mayoría política.
Si comenzase a crecer el empleo y la presión sobre los ciudadanos disminuyese, ¿no conllevaría una menor movilización?
T.F.: Es importante señalar que la crisis no termina. Es endémica en el capitalismo. Puede que a algunas personas les afecte menos, y puede ser que estas personas se desmovilicen. La motivación y el contenido de la revolución no puede ser el beneficio individual, pero cada uno hace camino en esta toma de conciencia a su ritmo.
E.V.: Hace unos años, ser mileurista era ser un precario, hoy es ser un afortunado. Quieren normalizar la pobreza, la precariedad, y por eso es tan importante aprovechar el momento actual, de emergencia de la indignación, en el cual la gente no se conforma, se rebela, amplios sectores de la sociedad que quizás no se movilizan conectan con el sentir de estas protestas sociales. Creo que hoy hay una oportunidad como nunca para poder cambiar las cosas, y la debemos aprovechar.
¿Si la revolución no es global no hay nada que hacer?
T.F.: Si la revolución no es global no hay demasiado que hacer, pero la revolución sólo será global a partir de las luchas locales. No debemos esperar a que emerja una superorganización revolucionaria a nivel planetario y nos diga lo que tenemos que hacer: la revolución (la local y la global) comienza desde abajo.
E.V.: Cualquier tipo de cambio sociopolítico que se plantee debe tener una perspectiva clara internacionalista. Se deben crear alianzas con otras organizaciones y movimientos sociales. Y hace falta ocupar las instituciones para disolverlas y abrir un proceso constituyente, en el que el conjunto de la población pueda redefinir las reglas del juego.
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¿Tan católica y nacionalista como Rajoy, Espeonza Aguirre, Aznar, Camps,…?
Ojalá existieran muchísimas más personas como Teresa Forcades.
no concibo alguien que se declara católica y sea tan nacionalista
Es reconfortante encontrar cristianos con tanto carisma y valentía, como siempre todo al servicio de los más desafortunados que en España no cesan de aumentar, aunque la comunidad de Madrid multe a los más necesitados con 700€ por recoger la comida que los supermercados tiran a la basura. Mil gracias Hermana Teresa y que Dios te mantenga tanta clarividencia y fortaleza.
Como les duele a los fariseos cuando surge de dentro de la iglesia una voz con sentido social!
[…] Brais Benítez | LaMarea […]
Lo mínimo que se puede pedir es coherencia cuando alguien defiende un posicionamiento político y anima a otrxs a seguirle. Defender posiciones progresistas y pertenecer a una organización de ultraderecha como la Iglesia Católica haciendo proselitismo de ella con su uniforme de sacerdotisa es una incoherencia inasumible.
Buena entrevista.
Cuidado con la monja Forcades que es una de las mayores proselitistas de las pseudomedicinas esotéricas, esas que te alinean los chacras y te curan el SIDA o un cáncer en un periquete, además de reconocida enemiga de uno de los mayores logros de la medicina: la vacunación. Así que si el resto de sus ideas son similares, miedo me da. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2013/08/quiropraticos-australianos-antivacunas.html
Me hubieras ahorrado tiempo si le hubieras acusado de brujería, tal y como hacían en la Edad Media con las mujeres que preparaban ungüentos de manzanilla y Aloe Vera.
tú te mereces pudrirte con el sistema que defiendes, ahogado en eterno placer
al leer la cartilla de vacunación de tus hijos
eres más ignorante que las abuelas de mi pueblo ( las ignorantes, aquellas devoradas por sus fantasmas y miedos… porque las hay que encarnan la misma sabiduría )
Calmaros muchachos estamos en un país donde existe la libertad de expresión, la mejor manera de luchar contra estos personajes que emiten malas energías es ignorarlos, pues si entra en su nivel de vibración tan bajo puedes enfermar tu y si lo ignorar el que enferma es el. Paz Para todos.
“La cárcel es para los pobres y para los rebeldes”
“Kartzelako lanak” es un libro escrito por Jon Etxeandia e ilustrado por Juan Antonio Olagorta “Txonta”. Jon entró en la cárcel con 21 años y acaba de salir con 39. Txonta ha pasado, de sus 45 años, los últimos 20 en el talego. Después de conocerles en una de las presentaciones de su libro, quedamos con ellos para hablar sobre la cárcel.
http://www.nodo50.org/ekintza/spip.php?article64
http://www.nodo50.org/ekintza/spip.php?article64
[…] La Marea […]
ens agraderia poger conecta amb la germana teresa forcades per invitarla per la marato amb un dnar
Gracias, Brais, por la interesante entrevista a dos líderes femeninas de Catalunya muy importantes.
Totalmente de acuerdo con que la crisis es endémica al capitalismo.
La crisis ecológica y energética es cada vez más importante y tendrá consecuencias más graves.
Sin olvidar la otra gran contrdicción del capitalismo, la crisis social, que se ha ido maquillando en parte de los estados occidentales con las estructuras del estado del bienestar. Sun embago, estas estructuras cada vez llegan a menos gente y cada vez llegarán, me temo, aún a menos gente.
Sabéis que Forcades, además de ser muy revolucionaria, cree en la magia y se inventa conspiraciones, ¿no?
¿Te refieres al tema de la vacuna dela gripe?
Porque es un tema muy cuestionado también por parte de la comunidad científica.
Tal es así que hasta la comunidad científica valora algunas de sus aportaciones. «Decía Groucho ¿A quien va usted a creer, a mi ó sus propios ojos» curiosamente los ojos de Forcades ven lo mismo que los mios y los de otros cientos de miles.
Sí, si sabía y no es la única médica que están en contra de la vacuna de la gripe. Creo que deberías escuchar los argumentos de los médicos que, conociendo de lo que hablan, saben y explican por qué están en contra de ésto.
A los laboratorios que ganan dinero fácil con la manipulación de nuestra salud no les hace gracia, tampoco a aquellos que están convencidos de que éstos son prácticamente ONG’s.
Cuatro ‘chalados’ del CERN creyeron que los neutrinos viajaban más rápido que la luz. Como mínimo son personas que se cuestionan el mundo en el que viven y no se creen a pies juntillas todo lo que nos han dicho. Supongo que sus detractores necesitan acusarla de brujería, tal y como hacían con las mujeres de la Edad Media.
Desde la página FB de teresa, gracias por contestar a los trolls 😉