Internacional
¿Por qué la izquierda no quiere desbancar a Merkel?
La canciller Angela Merkel es la gran triunfadora de las elecciones en Alemania pero en el Parlamento hay una mayoría de centroizquierda. Socialdemócratas y verdes, sin embargo, mantienen su negativa a pactar con Die Linke para desbancar a los conservadores.
DÜSSELDORF // El mayor triunfo de Merkel (Bild), Deutschland ist Merkel-Land (Spiegel), Superangie (Express) o, más original, Gulliver y los liliputienses (Frankfurter Allgemeine Zeitung)…
Los titulares de los medios alemanes compiten hoy en superlativos para describir el éxito de la canciller Angela Merkel en las elecciones del domingo en Alemania. La Unión Democristiana (CDU), junto con sus socios bávaros de la CSU, cosechó el mejor resultado desde 1990 con el 41,5%, según las cifras oficiales. Durante la noche electoral, en algunos momentos del recuento los conservadores incluso llegaron a tener mayoría absoluta. Finalmente, Merkel tiene que buscarse un nuevo socio para gobernar, ya que los liberales del FDP se han quedado fuera del Parlamento por primera vez en la historia de la República Federal. La canciller debe elegir ahora entre los socialdemócratas (SPD) y Los Verdes. Se esperan negociaciones tensas y probablemente muy largas.
319 diputados de centroizquerda frente a 311 de la derecha
Merkel triunfa, pero la realidad es que en el Bundestag (la cámara baja) ahora hay una mayoría de izquierdas entre socialdemócratas (SPD), que subieron un poco hasta el 25,7%, Die Linke (8,6%) y los verdes (8,4%). Juntos tienen 319 diputados frente a los 311 de CDU/CSU. Y sin embargo, la opción de formar una coalición tripartita de corte progresista para desbancar a la derecha está totalmente descartada. Por un lado, resulta osado buscar un gobierno sin contar con el partido que ha ganado una mayoría tan abultada, aunque insuficiente. Por otro lado, SPD y verdes mantienen su negativa a pactar con Die Linke a nivel federal, por lo menos por ahora.
¿A qué se debe esta manía con la formación de izquierdas? Las razones oficiales que alegan los dirigentes socialdemócratas y verdes son la supuesta incompatibilidad de algunas de las posiciones que defiende Die Linke, como el fin de las misisiones del ejército alemán en el extranjero (Kosovo y Afganistán, por ejemplo) y la salida del euro, entre otros. Luego los líderes rojiverdes no se cansan de subrayar la supuesta falta de fiabilidad de los dirigentes de Die Linke. «Con ellos nunca sabes si algo que pactas un lunes por la mañana aún tiene validez el lunes por la tarde», dijo el candidato socialdemócrata, Peer Steinbrück, en el debate televisivo el domingo por la noche.
Sobre todo es el SPD quien tiene una «fijación» con Die Linke, según afirma el diario Tageszeitung. Muchos socialdemócratas consideran el partido a su izquierda como traidores y les culpan del declive que han sufrido en las urnas en los últimos años. Die Linke tiene sus orígenes en el PDS, los herederos del régimen comunista de la RDA, que se juntó con muchos socialdemócratas desencantados con las reformas liberales del excanciller Gerhard Schröder. La ruptura se escenificó en la persona de Oskar Lafontaine, quien dimitió como ministro de Finanzas del gobierno rojiverde de Gerhard Schröder y se erigió en uno de los dirigentes de Die Linke. Los otros partidos acusan a Die Linke de no haber roto aún con el pasado de la dictadura comunista, aunque cada vez resulta más difícil de probar este argumento.
Una actitud «estúpida y grotesca»
Para Gregor Gysi, el líder más carismático de Die Linke, el rechazo de socialdemócratas y verdes es «estúpido y grotesco“, como dijo en la noche electoral. El resultado de su partido tiene un sabor agridulce. Pierde más de tres puntos respecto a 2009 pero supera por primera vez a los verdes y supera a los verdes. «¿Quién hubiera pensado en 1990 (año de la reunificación alemana) que este partido sería un día la tercera fuerza de Alemania?», afirmaba Gysi. A lo largo de los últimos años, el partido se ha afianzado también en la parte occidental del país, donde entró en varios parlamentos regionales. Sin embargo, su feudo sigue siendo el territorio de la antigua RDA, como muestra el resultado de ayer. Ganó un 24% en el Este frente al 5,5% en el Oeste.
El rechazo de la formación progresista también responde a motivos de estrategia electoral. SPD y verdes temen que la perspectiva de un gobierno tripartito con la participación de Die Linke asustaría a los potenciales votantes del centro. De hecho, los democristianos y los liberales advertían en cada mitin contra el supuesto peligro de un gobierno que incluyese a los postcomunistas.
La negativa de SPD y verdes a formar un gobierno con Die Linke en Berlín carece de coherencia ya que no tienen problema en pactar con la izquierda a nivel regional y local. Ha habido varios gobiernos regionales entre SPD y Die Linke, como el que existe actualmente en Brandeburgo. Muchos comentaristas creen por ello que los socialdemócratas y verdes cambiarán esta actitud en el futuro. Es puro pragmatismo, ya que una mayoría rojiverde a nivel federal parece cada vez más difícil. En las múltiples entrevistas televisivas de la noche electoral, los periodistas insistían mucho en saber si la negativa a pactar con Die Linke tendría validez para toda la legislatura. La idea detrás de esta especulación es que SPD y verdes podrían sentirse tentados, dentro de un par de años, de desbancar a Merkel del poder y gobernar con el apoyo de Die Linke.
En la noche electoral, Steinbrück fue contundente y subrayó que su palabra de no pactar con Die Linke valía para toda la legislatura. ¿Y después? «No puedo hacer previsiones a largo plazo», respondió.
La izquierda no, el SPD, que en otros tiempos fue de izquierda… cuando Rosa Luxemburgo…. la generación de traidores que la han desvirtuado desde Schröder, consejero de Gazprom, en adelante, son unos malditos mal nacidos…
Resulta clarificadora la posición política del SPD, que rechaza cualquier diálogo con su izquierda, como si viviésemos todavía en la época del propagandísticamente llamado «telón de acero». Sus posiciones escasamente diferenciadas respecto de la CDU/CSU en materias económicas y de política internacional, pueden ser el preludio de ese famoso Gobierno de «gran coalición», tan querido por el establishment.
Que este resultado sirva de aviso para navegantes. Si el bipartidismo en España se deteriora, surgirán múltiples defensores del Gobierno de concentración PP+PSOE. Solo un decidido apoyo a una Izquierda Plural (IU más sus socios) evitará la consolidación de esta tendencia.
http://hijodefructidor.blogspot.com.es/2013/09/die-linke-frena-la-mayoria-absoluta-de.html
Exacto, hay que centrarse en ese argumento de ahora en adelante y exigir que la unidad popular la lidere IU, sin pensar para nada en el PSOE que ya veremos que hace cuando sea ya la tercera o cuarta fuerza….
Hombre, lo que pasa es que llamar izquierda al SPD es ciencia ficción. Lo mismo pasa con el PSOE. Y hasta que la gente no se de cuenta de eso, pues mal vamos. ¿Nadie recuerda la inquina con que se atacó a Julio Anguita e I.U.? La historia ha demostrado que aquellos que le atacaban no eran más que traidores que trabajaban para las multinacionales mientras cobraban del gobierno.
El mejor dato de las elecciones es el batacazo del partido liberal. Por lo demás, demuestran ser tan inteligentes en Alemania como aquí…
Alemania es el tercer país donde más desigualdad existe en las rentas (por detrás de Rumania y Bulgaria) de los países de la OCDE.
Algo está haciendo mal (o bien, para un grupo de ciudadanos alemanes, pero no para la mayoría) «Herr» Merkel para que ocurra esto.
Es necesario un cambio en la política de ese país, tanto para sus ciudadanos como para el resto de los ciudadanos de la UE.
No es necesario que lleguen ni los comunistas ni los liberales, es necesario que llegue un gobernante que prime la justicia social y para ello es muy necesario mantener y mejorar el Estado del Bienestar actual en Alemania. Es una cuestión de redistribución de la riqueza.
En Alemania hacen gala de la frase «si algo funciona, no lo cambies». Cuando Alemania entre en crisis —si entra— ya vendrán los liberales y los comunistas con las rebajas. Donde toca cambiar de gobierno es en el Reino de España.
A nadie le interesa virar a la izquierda simplemente porque el Estado del bienestar de Ángela Merkel es el más desarrollado que pueda coincibir un Estado europeo o cualquier otro Estado en el mundo.
El JobCenter o centro de trabajo subvenciona el alquiler, la alimentación, la higiene, los cursos de alemán y de formación de las personas con menos recursos. Medio millón de personas en Berlín sobreviven gracias a estas ayudas.
¿Alguien me puede nombrar un sólo Estado que te pague los 500 euros de alquiler por la cara?
Actualmente en la República Federal de Alemania se vive mejor que en la República Democrática Alemana, Estados Unidos e incluso Suecia.
Evidentemente, Alemania ahora se lo puede permitir y se lo puede permitir por la sobre explotación de los países del sur. En el momento en que el conjunto de Alemania entre en crisis otro gallo cantará.
Thilo, qué lujo es tenerte en La Marea. Somos un proyecto pequeño, pero tenemos nuestro corresponsal en Alemania, donde por desgracia se deciden cosas que nos afectan muchísimo.
Sin entender cómo y por qué se toman esas decisiones, el pueblo español está condenado a insultar ciegamente al pueblo alemán.
Enhorabuena por el artículo,ha sintetizado muy claro el arco parlamentario alemán y los codazos de algunos partidos para hacerse un hueco en el centro.
Por cierto, la canciller quizá ha ganado con tanta rotundidad porque su política exterior no la aplica con tanto entusiasmo en el «inland»
Los socialiberales (SPD) y los verdes (Grüne) no quieren pactar con Die Linke, porque la única izquierda que existe en Alemania es Die Linke.
Increíblemente una mayoría de alemanes se han creído lo de la Alemania fuerte y dura con el resto de la UE y el discurso de la austeridad suicida… ¿Pasará aquí algo así pese a que esperamos el descalabro del PP? Miedo da pensarlo. Y más miedo da pensar que a su izquierda no son capaces de crear una alternativa que una a esa mayoría, por ser tan heterogénea.. UF