Internacional

La popularidad de Merkel es inmune a los escándalos

La canciller parte como gran favorita en las elecciones este domingo en Alemania a pesar de que su Gobierno ha protagonizado una serie de incidentes muy cuestionados en el país.

BERLÍN // Sólo hacen falta unas manos en forma de rombo para saber que se trata de Angela Merkel. El futuro de Alemania está en buenas manos es el eslogan que lo acompaña. Es la pancarta electoral más grande del mundo y las manos así son la marca de Merkel, su símbolo, un nuevo estadio del culto a la personalidad de la popular dirigente. Los suyos ya la denominan “la gran madre”.

El objetivo es claro: despolitizarla, tanto a ella como a su gestión de gobierno. Las elecciones federales son el 22 de septiembre y todo sondeo da una cómoda victoria a su partido, la conservadora y demócrata-cristiana CDU, y un nuevo descalabro electoral para el candidato socialdemócrata de Peer Steinbrück, totalmente desconectado de las clases populares. A pesar de cosechar, en varios Estados federados, algunos malos resultados electorales en 2012,  la CDU llegaría al 40% de los votos, según las últimas encuestas ante los elecciones generales de este domingo, mientras que los socialdemócratas y Los Verdes, sumando, no tendrían opciones de desbancarla.

Por mucho que parezca que los escándalos que han salpicado al gobierno perjudiquen a su partido y beneficien a la oposición, la realidad es que la intención de voto por Merkel sigue intacta y sólida. Impermeable. La popularidad de Merkel apenas se resiente en las encuestas. El rescate del sur, las ayudas millonarias públicos a la banca concedidos, la rebaja fiscal a empresas y fortunas y el incremento de pobres con trabajo precario, y aún así, Merkel sigue popular y fuerte. Una de sus principales habilidades ha sido hacer responsables a sus subordinados de los escándalos y hacer suyas las propuestas de la oposición, como la de cerrar las centrales nucleares. Unos ejemplos.

La causa Wulff y los negocios de Estado

El expresidente alemán Christian Wulff está acusado de corrupción, tráfico de influencias, de mentir y de haber aceptado favores, en concreto para aceptar que el empresario David Groenewold le pagara una visita a Múnich, cuando era primer ministro de Baja Sajonia. Dimitió en febrero de 2012 y será juzgado el próximo noviembre por la Audiencia de Hannover. Wulff, apuesta personal de Merkel, dimitió como presidente federal 20 meses después de llegar al cargo. Su predecesor, Horst Köhler, también de la CDU, dimitió del cargo en 2010 después del escándalo provocado por unas declaraciones en Afganistán en las que vinculaba la actuación del ejército alemán con los intereses comerciales del país.

Y mientras los intereses privados son abrazados por el gobierno, uno de los principales secretarios de Estado de Merkel, el de la Cancillería, Eckart von Klaeden, ha sido contratado por Daimler AG, la multinacional del automóvil con sede en Alemania. Él sigue en el gobierno y pasará a finales de año ser director de política y relaciones exteriores del consorcio automovilístico; a hacer de lobbista.

Plagiando tesis

El ministro de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, dimitió el marzo de 2011 por el escándalo surgido después de haber plagiado su tesis doctoral por la Universidad de Bayreuth. Entonces, Guttenberg, aristócrata bávaro descendente de una familia monárquica, católica y antinazi y casado con una miembro de la casa Bismarck, era el político más popular del país, incluso haciéndole sombra a la misma Merkel. A pesar de que Guttenberg aseguró que no había cometido ningún plagio, que había citado incorrectamente las notas al pie de página, el periódico Süddeutsche Zeitung indicó que el ministro copió, palabra por palabra, un pasaje de un artículo del diario sin citar los autores.

Guttenberg, uno de los delfines de Merkel, hizó titulares también, cuando justificó como “militarmente apropiado” el bombardeo ordenado por su predecesor Franz-Josef Jung, que mató en 2009 además de 100 civiles en Kunduz, en Afganistán. En 2012, VroniPlag, una web wiki, en que se pone a escrutinio la autenticidad de las tesis doctorales detectó el plagio de la ministra de Educación y Ciencia Annette Schavan. Schavan dimitió, en febrero de 2013, después de una gran presión pública cuando la Universidad de Düsseldorf le retiró el título al descubrirle el plagio en su disertación. Merkel, amiga personal de Schavan, anunció “con todo el dolor del corazón”, a Johanna Wanka en su relevo al cargo. También el presidente del Bundestag, Norbert Lammert (CDU), ha sido acusado de haber plagiado parte de su tesis doctoral a la Universidad de Bochum, que la revisará.

Neoimperialismo

El sucesor de Guttenberg en el ministerio de Defensa, Thomas de Maizière, es uno de los miembros del Gobierno de Merkel que ha protagonizado los escándalos más sonados. De Maizière ha malgastado dinero público y mentido en unos contratos millonarios de adquisición de drones, aviones no tripulados EuroHawk, y que a la vez tienen prohibido sobrevolar el cielo europeo. Su derroche de 600 millones de euros en un proyecto militar con la empresa privada estadounidense Northrop Grumman que acabó en fiasco, se ha traducido, además, en la apertura de una comisión parlamentaria de investigación para esclarecer el caso. De Maizière también autorizó la venta al régimen dictatorial de Arabia Saudí de 200 tanques Leopard, un stock de armamento pesado que es empleado tanto para reprimir la oposición domèstica como la revuelta en Bahrein. El negocio de unos 1.700 millones de euros, ha beneficiado especialmente a las empresas Krauss-Maffei Wegmann y Rheinmetall, los dos fabricantes de este carro de combate.

La trama de la NSU

En noviembre de 2011 fue descubierta la trama neonazi de Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU), un grupo responsable de una decena de asesinatos cometidos en todo Alemania entre el 2000 y el 2007 con vínculos al partido neonazi alemán NPD. Menos una mujer policía, el resto de víctimas eran migrantes que trabajaban en pequeños comercios. Ocho tenían ascendencia turca y uno, griega. Más allá de las sospechas de pasividad e inoperancia de las fuerzas de seguridad, ha quedado al descubierto que existía connivencia entre la célula neonazi y la división de inteligencia del Estado federado de Turíngia a través de informantes que emplearon dinero público para financiar la escena neonazi de la región. Casi una trentena de activistas neonazis militantes fueron contratados por los servicios secretos para informar durante años sobre la NSU, y entre que muchos de ellos no informaron nunca del trío y que también las agencias hicieron la vista gorda y destruyeron información, la NSU -a pesar de está formada por personas previamente fichadas- no fue nunca desmantelada a tiempo.

Nepotismo bávaro

En Baviera también han salpicado un par de escándalos. Uno, la investigación de la justicia por una supuesta evasión fiscal de Uli Hoeness, presidente del Bayern de Múnich y hombre cercano a la Unión Social Cristiana (CSU), partido hermanado con la CDU. Y el otro, el nepotismo enquistado que impregna este partido regionalista bávaro que fue destapado en abril de 2013. El caso es que más del 40% de los diputados bávaros contrataban familiares con dinero público. 79 diputados, sobre un total de 187, incluidos seis de los once ministros del gobierno de la CSU, han sido identificados como colocadores de familiares o amigos para trabajar a su servicio. También alguno del SPD, como Harald Güller. El jefe del grupo parlamentario de la CSU, Georg Schmid, que durante 23 años estuvo pagando 5.500 euros al mes a su mujer, dimitió. En cambio, el ministro de Agricultura bávaro, Helmut Brunner, que contrató a su mujer como secretaria y la ministra de Justicia, Beate Merk, que pagó a su hermana para que le administrara su blog, a pesar de devolver parte del dinero público, siguen al cargo. Baviera celebró elecciones el 15 de septiembre y la CSU, que gobierna el Land ininterrumpidamente desde 1957, con Horst Seehofer al frente, volvió a ganar. El enchufismo también ha sido practicado en otras instancias. El ministro federal de Cooperación y Desarrollo Dirk Niebel, del FDP, ha colocado en el último año más de 40 miembros del FDP en su ministerio.

El espionaje masivo

La polémica en Alemania alrededor del programa de espionaje masivo de los EEUU y su alcance, revelado por el extrabajador de la CIA Edward Snowden, parece que después de ser noticia durante el verano, ha desaparecido de los temas tratados en campaña. La oposición critica y acusa a Merkel de no haber preservado la privacidad de los ciudadanos. Según informó Snowden, las operaciones de espionaje de millones de datos recogidos a través de los programas “Tempora”, “PRISM” y “XKeyscore” en Alemania y la UE -de correos electrónicos, mensajes de teléfono móvil o conversas en internet- se almacenan a la central de la NSA en Fort George G. Meade.

Los servicios de espionaje de los EEUU actúan con total libertad en Alemania desde que el 1955 el canciller Konrad Adenauer los permitió controlar las llamadas telefónicas y el correo postal. En la actualidad, la NSA además, tiene acceso a todos los ordenadores con Windows 8, a iPhones, Blackberrys y Androids y a información encriptada. A pesar de ser un país donde las actividades de la Gestapo -la policía secreta nazi-, y de la Stasi, -los servicios represivos de espionaje de la antigua Alemania del Este-, han dejado una fuerte impronta psicosocial, parece ser que el caso de la NSA no ha sacudido demasiado la opinión pública. Merkel por su parte, se ha dedicado a ignorar o bien avalar el uso de estos programas por una supuesta lucha antiterrorista.

Patriarcado institucionalizado

Cada niño hasta tres años tiene derecho por ley a una plaza en una guardería. Aun así según una regulación de la ministra de Familia Kristina Schröder, las familias que renuncian al kindergarten, el jardín infantil, y se queden en casa con los niños reciben más de 100 euros mensuales. Desde laq oposición se ha criticado que modelo de familia que fomenta Schröder es aquello en qué  las madres permanecen en casa con sus hijos mientras el padre va a trabajar.

Finalmente, en enero de 2013, la periodista Laura Himmelreich publicó un artículo en la revista Stern en el qué explicaba como ella fue víctima de un acoso sexual y del sexismo cotidiano por parte de Rainer Brüderle, ministro de Economía al gobierno de Merkel de 2009 a 2011, dirigente del liberal FDP y candidato a canciller, cuando los dos se encontraban en un bar de Stuttgart hablando para un reportaje que Himmelreich estaba preparando. El artículo provocó un amplio debate sobre el sexismo de los pequeños gestos en la sociedad alemana y la omnipresencia del machismo a los puestos de trabajo.

Artículo orginalmente publicado en La Directa

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Comentarios
  1. Quizá la diferencia entre el modelo alemán y el nuestro no es principalmente que allá sean más honestos, sino que allá se avergüenzan un poco más de la falta de honestidad e incluso dimiten. Muchos de los escándalos comentados en este artículo tendrían paralelismos con asuntos políticos de acá y acá no se convierten ni en tema de debate público.

    También es curioso, por otra parte, la ocultación allá de información a la opinión pública para evitar que también se incluya a la banca alemana que dio crédito a la banca del sur de Europa en las épocas de vacas gordas como corresponsable de la burbuja financiera cuya explosión nos tiene ahora como estamos.

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