Internacional
La prensa francesa ironiza o ignora el ágape de Berggruen y el discurso de Hollande
Los medios franceses acogen con distancia la reunión de los gobiernos de Francis y Alemania y su anuncio de un nuevo "New Deal" del empleo juvenil en Europa
ANDRÉS PÉREZ / PARÍS // En el mejor de los casos, lo ignoraron. En el peor, se mofaron. Los medios franceses acogieron con la distancia necesaria el ágape celebrado este martes en París por el especulador Nicolas Berggruen, quien ejerció de anfitrión de los Gobiernos de Francia y de Alemania para hacer la propaganda de un inexistente «New Deal» del empleo juvenil en Europa.
Mientras El País (del grupo PRISA, dirigido por Berggruen) dedicaba al encuentro y al speech de François Hollande el grueso de su web durante casi toda la jornada desde el alba, un diario como Le Monde (diario de referencia del centroizquierda), que jugaba en casa, no había publicado ni una palabra sobre el ágape en la home de su web a las 13.30 horas. Lo que sí sacó fue la tribuna firmada en nombre propio por cuatro ministros, dos franceses y dos alemanes.
Le Figaro, que es el equivalente de Le Monde en la derecha, tampoco había publicado a esa hora una sola línea en su web.
La radio de 24 horas de información de referencia en Francia, la pública France Info, no ignoró, sino que ironizó, tanto en su web como en las ondas, sobre el agasajo organizado por el multimillonario Berggruen en París. «Cuidado con el efecto comunicación», dijo. «El acuerdo» entre Berlín y París para un supuesto relanzamiento del empleo joven «saca a relucir una iniciativa franco-alemana, en el momento en que de lo que se hablaba era de un cierto enfriamiento», señaló. «Lo que necesita la economía para despegar es más confianza que finanza», subrayó la radio, hablando de Nicolas Berggruen como «un inversor presentado como filántropo».
La televisión pública France 2 se prestó al juego. Informó sobre el agasajo de Berggruen y sobre el discurso de Hollande, esquivando cuidadosamente todas las informaciones que muestran la insignificancia del plan, como la ausencia de financiación o la ausencia de un objetivo cifrado de creación de puestos de trabajo. Por el contrario, la radio pública France Inter se limitó a una breve reseña de los deseos de Hollande, en su diario hablado de las 13.00 horas, y directamente obvió el evento en su informativo de la cena, a las 19.00 horas.
Hollande anuncia programas que ya existen
El presidente François Hollande, confrontado a la explosión del paro en su país, tuvo que rellenar su discurso de este martes sobre un plan de empleo juvenil europeo con lo que pudo. Hizo especial hincapié en la creación de un programa de movilidad intra-europea para los jóvenes que están en un período de «aprendizaje», esto es, en una formación profesional cualificante con períodos integrados en empresas. Algo que ha sido bautizado como «Erasmus del aprendizaje».
Según fuentes de la Cámara de Comercio y de Industria de París, ese programa europeo ya existe desde hace casi una década. Se trata, por un lado, del programa Leonardo y, por otro (aunque de forma más marginal), del programa Comenius. Ambos financian programas de movilidad en empresas para estudiantes de la formación profesional en contrato de aprendizaje.
Por su enigmática imagen y sus famosas fiestas en Hollywood Nicolas Berggruen es hoy el playboy de moda. Pero cuidado, porque es demasiado pro Chino. Julio Mario Santo Domingo, el que fuera el hombre mas rico y poderoso de Colombia fue su socio hasta su muerte. Y Santo Domingo tambíen era muy pro chino, fue el primer embajador de Colombia en la República Popular China, en el Gobierno del presidente Julio César Turbay. Y fue quien comenzó a fortalecer la relación para que hoy China sea el segundo socio comercial e inversor de Colombia. Pero Santo Domingo también fue muy criticado por su relación con presidentes vinculados al narcotráfico. Y en cierto sentido Berggruen es su heredero.
Hoy he visto una versión de «un enemigo del pueblo», de ibsen, en la sala Muntaner de Barcelona.
El chiringuito que se han montado entre el especulador Berggruen, los poderes políticos francoalemanes y el grupo de comunicación PRISA me resuena al texto de dicha obra.